Al final de los ojos

La propiedad del silencio;
La linea en el abismo;
La entrada al salón del templo;
La visita alba de la luz;
El acantilado ante el mar;
El dolor inocultable
que hace el rostro verdadero;
Los ecos de tu sonrisa
impregnando el lienzo inverso,
almacén de las lágrimas,
testigo herido de tu amor.
Lo que ya no quiere ver
e impone y ordena dictador
no mirar el precipicio
o busca y no encuentra
un calor amado y puro
lo desgarrador y triste
de una huella en la arena del ayer
totalmente separada
y deshecha por tu viento,
no obstante, estrella del amor.
Los seres humanos somos
una dimensión por si misma
un brillante espacio universal
fuerte como Eolo soplando
hacia la inmensa vastedad
que en mil direcciones gira
alada. Ola incesante
parece esa totalidad
pero cesa con enorme
dolor sin daño, a veces,
al final de los ojos.

K.A.García-Salmones

 


Poemario: RUINAS MODERNAS

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