Caras más allá de las caras, el rostro cyborg del capitalismo.

.

Las caras humanas son desde el punto de vista de la física atómica nubes de electrones, que, ciertamente, en el nivel visible de la materia muestran formas concretas.

Cyborgrena aurpegi bat
Cyborg

.

   La cara humana es para las ciencias un especial objeto de investigaciones sobre su por qué científico… por el movimiento de los organismos nos dicen los biólogos evolucionistas. El movimiento requiere interpretación del mundo, y la interpretación del mundo requiere cabeza, órgano cibernético por excelencia, con un cerebro y órganos sensoriales captadores de datos que normalmente se disponen en dos caras simétricas por cuestiones de selección y evolución de eficiencia biológica. Nuestras caras son por lo tanto un lugar corporal donde se emplazan órganos sensoriales tan sofisticados como el olfato, la vista, el oído y también tacto.

   Llama poderosamente la atención el hecho de que durante 35 milenios pintando su perspectiva de la realidad del mundo la civilización euskara no ofreciera apenas estudios o representaciones sobre las caras humanas, es más, hay voluntad de eludir esas representaciones de los seres humanos. Cabe preguntar ¿Existía la individualidad? ¿Por qué semejante tabú, voluntad de elusión o falta de interés en la representación de la individualidad? ¿Acaso por falta de necesidad?

Lascaux, escena de El Pozo
Lascaux, escena de El Pozo, el aztia embestido apenas tiene esbozados cabeza y rostro

   En cambio, en el arte parietal vemos los bisontes, los ciervos, los caballos, dientes de sable, mamuts, toros y osos captados con una especial atención al movimiento general del cuerpo y a… la cara. Asi pues, después de 35.000 años de desarrollo de una civilización, grabaron y pintaron miles de caras de animales y casi ninguna cara humana, y cuando las representaron, como en el caso de las Damas, son impersonales, y muestran efectivamente como una elusión muy insistente a través de los milenios a realizar esta representación.

aurpegi

Representación del Ojo de Horus en un detalle de una escultura egipcia antigua (1)
Representación del Ojo de Horus en un detalle de una escultura egipcia antigua (1)

   En euskara, cara se dice “aurpegi”, sin duda de aurrre+begi, que contiene una idea original preindoeuropea, ojos delante. De aquí que cuando se nos dice que el begiratu euskaro, mirar, provendría del romano vigilare, “vigilar”, hay que cuestionar esa afirmación ante la evidencia de una construcción conceptual tan rotunda como aurpegi.

   Aurpegi es más rotunda todavía si consideramos la construcción BEGI. Donde PEGI>>BEGI>>BE-EGI, significan begi, pues, aclarador natural, como indica la BE (Recordemos que el concepto ojo no es meramente latino, occulum, o griego, optos, sino originalmente egipcio, udyat, pero en Egipto también se dijo beyat). Sucediendo que “El grupo de egi-verdad es la variedad y diversificación abstracta del grupo argi-luz”(2).

   De este modo, verdad, luz y ojos se encuentran relacionados en la filosofía social euskara paleolítica-mesolítica, de aquí que begi toma el sentido de “aclaradores” en relación con argi “claridad”, y forman la distinción cara, con el aurre añadido.

   Es decir, aurpegi es un concepto cazador-recolector rotundo, profundo y abarcativo, aclarador natural delante (o frontal) = aurpegi. Por esto, hay que poner en cuestión que el begiratu euskaro provenga del concepto latino vigilare, y no al contrario. En latin, mirada es aspectus.

   Mas simple es el concepto también griego pelasgo KARA, muy empleado en castellano, con un sentido original de lado y según algunos proveniente del saludo ¡kara! que incluía deseos positivos y optimistas.

faz-rostro

   En latín se utilizaba faz, de facere, teniendo probablemente un fondo conceptual indoeuropeo, reduccionista y aristocrático, donde la reducción estriba en que se da a entender que cada cual esculpe su cara, olvidándose que muchas de las fuerzas que van esculpiendo nuestras caras a lo largo de nuestras existencias en gran medida están fuera de nuestro control.

   He ahí la ley de unidad de contrarios, que atañe a toda la materia, la contradicción materia inerte/materia viva, el principio de negación de la negación que se despliega en la materia viva y las fuerzas del ser social desplegadas sobre los individuos. Por esto es reduccionista el concepto faz, porque solo en determinada aspectos hacemos individualmente nuestras caras, y por esto deberiamos llamar faz solo a aquella parte de nuestra cara que hemos hecho nosotros mismos, donde quizás no se incluyan las caras compradas a los cirujanos plásticos.

   Por último, en el mundo conceptual de la cara, aún queda el concepto ‘rostro‘, que alude en especial al reflejo del tiempo, y es según parece una metáfora surgida de la aplicación a la cara humana de la distinción marinera romana del raestrum, la estela de espuma dejada por los barcos en sus navegaciones, por esto el topónimo costero Somorrostro, hoy nombre de ciudad, probablemente summa raestrum. Y esta distinción rostro luego se ha referido a los rastros de la edad expresados en la cara. Así rostro y faz, compondrían nuestras caras, todo ello muy lejano del rotundo concepto aurpegi. Pero, ¿qué tienen que ver las caras con las clases sociales?

caras y Sociedad de Clases

   Como hemos visto, en 22.000 años de civilización con capacidad técnica de grabar, esculpir y pintar caras, a lo largo de 700 generaciones, a las que habría que sumar las 120 generaciones de los cuatro milenios del mesolítico en que se abandonó la realización de los gráficos rupestres, han sido más de 800 generaciones en las que no se han pintado caras humanas.

   En cambio, en los últimos 6 milenios comienzan a pintarse, esculpirse y grabarse profusamente caras humanas, aludiendo a deidades o a humanos reales. Y en los últimos cincuenta años las caras de todos los habitantes se registran, dentro de una preocupación por captar la individualidad que se referencia a la seguridad en abstracto, eludiendo explicarse más profundamente en las crecientes necesidades de control totalizante de las individualidades. Este fenómeno parece tener dos dimensiones de desarrollo, de base el motor de la contradicción entre clases y de principio el hecho de que la sociedad informacional hace más poderosas a las individualidades, e instintivamente y en igual grado intenta debilitarlas en compensación.

   Así, en tanto que en la sociedad de clases la ideología dominante es la ideología de la clase dominante y a la clase dominante no le conviene que se haga consciente que su dominio es de clase, el factor de base de la industrialización del control de caras, la lucha de clases, desaparece de la consciencia como causa motor de este efecto, mientras el discurso sobre la seguridad en las relaciones colectivo-individualidades es elevado como centro político de este desarrollo.

   Según parece, desde los tiempos del Antiguo Egipto es esto precisamente lo que se ha venido haciendo, pero como se constata en los 22.000 milenios de arte rupestre, sin clases las tensiones colectivo-individualidad tenían algun tipo distinto de solución de continuidad que además era evolutivamente rentable.

   Durante el desarrollo de la sociedad (*o sociedades) cazadora-recolectora paleolítica, la individualidad y universalidad de la fauna se reflejaba en investigaciones sobre los cuerpos y las caras de los animales, su movimiento y actitud, animales que no se cazaban eran profusamente pintados, y, efectivamente, según parece los cazadores-recolectores paleolíticos no sentían ninguna necesidad de grabar y registrar caras humanas.

   A partir de -6.000 años antes del presente, justo cuando comienza a constituirse la Sociedad de Clases en sus principales rasgos definitorios, (familia, propiedad, estado), hace su aparición la preocupación por grabar, pintar y esculpir caras humanas, y en los últimos 50 años, con el abaratamiento de la fotografía, los registros de caras se masifican crecientemente. Y esto, insisto, no significa solamente una tensión colectivos-individualidades, específica de la especie humana, sino también y principalmente una tensión entre clases sociales. Para decirlo directamente, la tensión entre colectivo-individualidad es un efecto propio del modo de organización social en Sociedad de Clases.

   Engels y Marx estaban equivocados en el punto en que afirmaban que la Sociedad de Clases surgió de la división social del trabajo: No es así, la división social del trabajo es anterior a la sociedad de clases, las sociedades de expedición comunal o cazadoras-recolectoras ya tenían su propia división social del trabajo, lo que no tenían eran clases, ni propiedad privada ni familia ni estado. Estos abstrusos y sofocantes problemas de identidad que surjen de las clases, como las modas, las anomias, hipernomias, fetichizaciones, alienaciones y multinomias, en origen tienen relación con la densidad demográfica y estaban fuera de las posibilidades y necesidades de los paleolíticos.

   Por lo tanto, la formación de la sociedad de clases no se desata por un mayor deseo de individualidad y por una sofisticación creciente de esta que se traduce en la búsqueda de diferenciación de estatus en los sujetos, sino por todo lo contrario, por una crisis profunda de la individualidad motivada por un aumento intenso de la densidad demográfica derivada del incremento del excedente social.

   Entonces empiezan a aparecer con profusión creciente las representaciones de caras, a la vez que la lucha de clases en torno al excedente social y mecanismos cada vez más complejos de extracción de plusvalor. Y el trasfondo es, evidentemente, un cambio profundo en el factor básico, la contradicción natural biosfera/especie humana.

   LLegados a este punto podemos concluir que esta intensificación masiva actual del control de las caras de la gente es el reflejo de la entrada de la Sociedad de Clases en un periodo tardió y muy maduro en el que el control de la complejidad tiene su reflejo más básico en el control masificado de las caras… el adn, y la masa de datos personales de todos los habitantes.

   Así, a la pregunta emergente de qué futuro le espera a las individualidades proletarias en regímenes informacionales de la Sociedad de Clases cuyas capacidades de barrera, en la lógica de la lucha de clases, aumentan intensamente, hay que sumarle la pregunta sobre la rentabilidad evolutiva de la Sociedad de Clases en el nuevo tiempo histórico, LA EDAD DE LA INFORMACIÓN.

codigo de barras

caras y lucha de clases

   El concepto ‘persona‘, parece ser proviene de las máscaras que utilizaban los actores de teatro romanos en escena, dicen que del etrusco phersun, y este del girego prosopos, máscara, finalmente una cara delante de la cara.

   Si antes hemos visto que en 32.000 años de civilización euskara está ausente la necesidad de pintar o grabar caras, durante la caída del imperio romano, la reflexión sobre las caras y los seres hubo de ser muy profunda. No olvidemos que el imperio romano significó una eclosión de la vida urbana que no ha tenido parangón hasta las fases maduras del surgimiento del capitalismo comercial, hace cinco siglos.

   A diferencia de la Sociedad de Clases, en la Sociedad Cazadora-recolectora, el ser social individual no esta escindido entre el papel asignado por la división social del trabajo, – el papel, rol y situación de clase y dentro de ellos la posición social relativa-, y el ser social biopolítico, porque no hay una mediación de jerarquización, el cazador ha de ser cazador,-recolector por su posición ante la naturaleza, no por su posición ante la lucha de clases.

   La cima de este cambio cualitativo del ser humano en el proceso general de alienación es el concepto ‘persona‘, la máscara social sumerge a la cara natural, pero queda una consciencia de que detrás hay un ser real. Persona es pues un concepto consciente de la Sociedad de Clases y su repercusión transformadora en los seres humanos. ¿En que medida las caras de los individuos son transformadas ya no por el modo de organización social en clases sino por la lucha de clases que implacable en unos u otros periodos surje y resurge en este modo de organización social? Veamos el concepto interfaz:

   Interfaz=Entre ‘faces’, de facies, lado, aspecto, (no de facere), no alude, por tanto, ni a la cara ni al hacer, significa ‘entre lados’, pero redunda o converge con el concepto faz como distinción de cara. Por ejemplo, una web social es un interfaz, pero esto aplicado a la cara y la sociedad de clases no es ya solamente una máscara creada para la relación del individuo con el ser social o persona, ni las formas decantadas de una relación de un ser individual con la naturaleza o rostro, o el reflejo de supuestos méritos y demeritos de un ser singular, o faz: A estas tres dimensiones de nuestras caras hay que añadir un interfaz de clase, dimensión que insisten en intentar hurtarnos y eliminar del plano consciente, dimensión que queda reducida en ‘la identidad’, y que el capital hoy intenta desdoblar con el concepto perfil, la irregularidad normalmente no visible de la cara, la persona, el rostro y la faz….

    Somos una pregunta permanente sobre la realidad del mundo, con cara, rostro, faz y persona, ya incluso perfil, reflejado en nuestras caras, pero, en este momento, la clase obrera somos inconscientes de nuestra interfaz de clase en lo que atañe a la cara: Esto significa que estamos de nuevo en niveles presocialistas y antiproletarios.

El vis

   Una de las ‘tarjetas de crédito’ más famosas es la “visa”, puede que sea uno de estos pedantes acrónimos que los yankes se suelen inventar, pero quizás no, porque visa es también una raiz latina relativa a la imagen. Vis, de visión tiene la acepción de imagen de individuo, su vis. Cierto que vis proviene de visado, y este apunta a ‘visto’, por un poder superior, a permiso. pero vis a vis, vista a vista, equivale a ‘cara a cara’.

   Efectivamente, si para la clase obrera no hay interfaz de clase en la cara, para la clase capitalista aunque abstracto si lo hay, el vis de valor, el perfil-interfaz. El vis de un individuo se extrae de su “credibilidad”.

   Este vis, interfaz de clase capitalista que forma parte de la cara individual, su crédito ante la clase capitalista, su credibilidad, es una creencia de valor que ha de calcular el capitalista gestor de dinero. Lo hace estimando los movimientos de dinero, haberes, de un individuo a lo largo del tiempo. La cara llega a la visa, que es la nueva cara, máscara más allá de la cara verdadera, más allá de la máscara personal, del aurpegi funcional radical, cibernético del cazador en la naturaleza, del raestrum que el tiempo y los hechos surcaron en su rostro, hasta resumirse en una abstracción de crédito, su visa, otra forma de rostro, abstracto, cyborg, compuesto de colecciones de números, fase superior de la burocratización. El otro facebook.

   Termino, recordando que, además de con la cara, el capitalismo tiene mucho que ver etimológicamente con la cabeza, burua en euskara, de aquí que sea tan sospechoso cuando no alarmante en términos de clase que al traducir la palabra soberania Antonio de Irala, anticomunista sinf siuras y obsesionado contra el marxismo, confeccionara el neologismo burujabetza, qué casualidad, concepto que acríticamente varias fuerzas sociales insisten en emplear, pregunto ¿no es precisamente el significado etimológico de capitalismo el mismo que el de burujabetza?

Lo veremos en otro artículo.

K.A.García-Salmones

__________________________

NOTAS, ENLACES Y DOCUMENTOS:

(1Contribución a la reconstrucción interna del voca-
bulario vasco en el campo semántico de argi (luz). Vahan Sarkisian

(2) CRÉDITOS: www.egiptologia.com

2 comentarios en «Caras más allá de las caras, el rostro cyborg del capitalismo.»

  1. Karlos, ¿entiendes el concepto del chamanismo?, o la posibilidad de transitar sobre diferentes forma de vida, simultaneamente, por ejemplo el concepto del nahual en la cultura mesoamericana. No existe un ‘yo’, sino un todo, que fluye, que transita, que salta entre diferentes formas de exitencia. En la actualidad, en Europa Occidental, la unica tradicion chamanica directa (y reconstruidad), es la de origen hungaro.
    Aqui te enlazo un canto chamanico hungaro, fijate en los simbolos de la piel del tambor ceremonial (no te suenan conocidos):
    El primer cuento de la mitologia vasca, comienza así precisamente: “cuando todos se entendian, porque hablaban el mismo lenguaje, las piedras, los arboles, los animales, los hombres, las nubes” (pero no seria precisamente un lenguaje fonetico, sino de otro nivel de comprension). En Rusia tuvieron que inventar el termino ‘yo’ (= ia) en el siglo XIX, porque no existia; una sociedad campensina comunitaria (que no es una suma de individuos, sino un unico sujeto, la comunidad) que se denominaba Mir, justo la misma palabra que significa ‘Paz’.
    Sobre Marx, te recomiendo que busques lo que se denominan los ‘Cuadernos Etnograficos’ (de Marx), puede que encuentres cosas muy interesantes, correspondientes a su epoca de madurez (fuero escritos hacia 1882, un año antes de su muerte), y que estaba investigando para la redaccion de unas aportaciones de ‘El Capital’ (historia de las clases sociales, etc.). Engels, emplearia algunos de esos textos como base para su ‘Origen de la familia, la propiedad privada, y el Estado’.

    Responder

Deja un comentario