SINÓPSIS DE LA HISTORIA DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL EN EUSKAL HERRIA

Publico aquí la interpretación de la Historia de Euskal Herria realizada a partir de la Ley General de Acumulación de Capital de Marx.
En este análisis, la Primera Guerra Foral (1833-1839) aparece como el punto final de la Incorporación Forzosa de la formación socio-económica vasca al mercado mundial imperialista. Hablamos, pues, no simplemente de una guerra sino de toda una época de guerras en la que se dirimió la integración del conjunto de la Península Ibérica como periferia del Centro de Acumulación de Capital Principal Mundial inglés. Esto significa que Euskal Herria, junto a Francia, estuvo entre los primeros países que sufrieron las presiones de una gran expansión y una Fase de Integración Forzosa a las fuerzas desencadenadas de la acumulación de capital.
Recordemos, está la dinámica de las estructuras, y está la acción consciente de las clases y las personas sobre aquella, que influye relativamente más o menos en cada momento y fase históricos sobre la orientación histórica de esas dinámicas. Lo que vamos a desgranar ahora, para luego exponer una breve sipnosis de la Historia de Euskal Herria a la luz de la Acumulación de Capital, es cómo ha sido la dinámica de las estructuras en estos últimos 229 años en nuestro país, desde los prolegómenos de la Revolución Francesa.

LA TENDENCIA A LA EXPANSIÓN DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL


Esto es, la acumulación de capital, en sus pulsos de expansión territorial (sobre la base organizadora genético-estructural de las Tendencias Generales de Concentración y Centralización), finalmente el crecimiento de una clase social y de su urbanización, determina largos periodos de asimilación regional de sus periferias que constituyen verdaderas épocas históricas de luchas civiles y guerras de clases.
Normalmente, estas expansiones del mercado capitalista sobre sus periferias constituyen prolongados periodos de grandes convulsiones y guerras de entre 30 y 40 años de duración en esas periferias, hasta que las clases en lid son integradas a la proletarización, por un lado, o, por otro, a formar como capital en funciones en las extensiones nacionales incorporadas al mercado mundial capitalista.
En realidad, mientras el mercado mundial aún no ha llegado a su máxima expansión posible y las fuerzas productivas siguen desarrollándose, cuando aún no se han alcanzado altos niveles medios mundiales de concentración de capital, no es posible establecer una verdadera, por viable, Dictadura Revolucionaria del Proletariado. Ocurre pues que todos y cada uno de los procesos revolucionarios son siempre reabsorbidos al proceso del capital, tras pasar por periodos de Dictaduras Defensistas del Proletariado, alimentados por bolsones de resistencia proletaria y formando colosales barbechos regionales de valor, como ha ocurrido en el siglo XX. Estas resistencias históricas, han tomado formas sindical-nacionales de resistencia a las incorporaciones forzosas al mercado mundial en posición de flagrante desventaja, dando en líneas políticas de movimientos de liberación nacional, a caballo entre la resistencia a la asimilación y el desarrollismo.
La Tendencia a la Expansión de la acumulación de capital es la tendencia a la expansión de una clase, de una civilización de una clase, de su urbanización y sus mecanismos de asimilación e integración a su lucha de clases adhoc, en los que la contradicción principal tiende a tomar la forma política principal más conveniente a la clase dominante.

LOS ESTADOS VASCOS Y LA DETERMINACIÓN DE LA FORMA PRINCIPAL DE LA CONTRADICCIÓN PRINCIPAL.

GALERIA GRÁFICA CONTEXTUAL

 

 Los estados vascos, desde la soberanía militar al foralismo y la formación del mercado único

 

“Los elementos de oportunismo acumulados durante décadas de desarrollo relativamente pacífico crearon la corriente de socialchovinismo imperante en los partidos socialistas oficiales del mundo entero. (…) socialismo de palabra y chovinismo de hecho, se distingue por la adaptación vil y lacayuna de los “jefes” del “socialismo”, no sólo a los intereses de “su” burguesía nacional, sino, precisamente, a los intereses de “su” Estado, pues la mayoría de las llamadas grandes potencias hace ya largo tiempo que explotan y esclavizan a muchas nacionalidades pequeñas y débiles. Y la guerra imperialista es precisamente una guerra por la partición y el reparto de esta clase de botín. La lucha por arrancar a las masas trabajadoras de la influencia de la burguesía en general y de la burguesía imperialista en particular, es imposible sin una lucha contra los prejuicios oportunistas relativos al “Estado”.

Vladimir Ulianov, “Lenin”. Prólogo de agosto de 1917 a “El Estado y la Revolución

 

Entre la Guerra de la Convención y el final de la Primera Guerra Foral, durante 44 años, Euskal Herria vivió la integración en el mercado mundial imperialista. La mayor parte de ese periodo fue un tiempo de guerras y convulsiones.
A la altura de 1789, año en que comenzó la Revolución Francesa, cuyo estallido también está relacionado con la eclosión del capitalismo industrial y la formación de su Centro de Acumulación de Capital Principal Mundial en torno a Londres, Manchester y Liverpool, Euskal Herria todavía formaba parte del mundo capitalista comercial anterior, en una posición privilegiada. La Real Compañía Gipuzkoana de Caracas, por ejemplo, dispuso del control del comercio con Venezuela durante décadas, y el Consulado de Bilbao comerciaba con el Norte de Europa, sobre la base de un comercio marítimo con Flandes quizas ya desde el siglo XII, en ŕegimen de monopolio desde el siglo XVI. Este mundo, no obstante, entró en declive ante las nuevas potencias de explotación y saqueo que emergían en las Islas Británicas.
Cuando analizo por qué todavía a la altura de inicios del siglo XIX fungían los Fueros y los pequeños estados vascos que son las diputaciones, le encuentro el sentido económico-político de que habían sido cruciales para la formación del Imperio Castellano y para su posterior estabilidad geopolítica… y su demolición tiene que ver con el despiece final de los restos de ese imperio capitalista comercial: En esquema, esa geoeconomía puede sintetizarse así; Al sur, durante siglos solo se podía comerciar con Las Americas a través del Puerto de Sevilla, en el centro se ubicaba la capital del Imperio militarmente reaguardada al ser inaccesible al mar, y, al norte, incentivar estructuras estatales exentas como lo eran las diputaciones vascas, además de perjudicar la posible competencia del Reyno de Navarra, permitía un abaratamiento de la defensa marítima y la formación de una zona tapón respecto a las potencias capitalistas comerciales atlánticas de aquel tiempo, la Corona de Francia y el Reino de Inglaterra. Esto es, los Fueros Vascos y su mantenimiento de larga data provienen constitutivamente del mismo Imperio castellano, del que eran parte integral.

LA REVOLUCIÓN FRANCESA, EPIFENÓMENO DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL


No es casualidad que poco despues de 1788, inicio de la Revolución Francesa, – sin duda determinada por el impacto profundo del creciente diferencial de precios entre las producciones mercantiles inglesas, desvalorizadoras, y las francesas, desvalorizadas -, primero estallara en Baskonia la Guerra de la Convención, (1793-1795), con el resultado de la devastación y la ruina económica por las deudas de guerra, – cuya parte alícuota pagaron las diputaciones aun habiendo sido sus territorios el teatro de operaciones de la guerra, lo que, dada esta diferencia del territorio vasco con el resto de los territorios de la Corona, empezando por el Reino de Castilla, que no sufrieron ser campo de batalla, abocó a la ruina general -, y a la venta de una gran parte de las propiedades comunales para reflotar las arcas de los municipios caidos en quiebra por la guerra -.  Esto solo fue el inició del gran saqueo que la Integración Forzosa de Euskal Herria al sistema capitalista imperialista emergente iba a generar.

DERRUMBE DEL IMPERIO COMERCIAL CASTELLANO Y SU SUSTITUCIÓN POR EL IMPERIALISMO CAPITALISTA BRITÁNICO.

Retrato de Godoy, “Príncipe de la Paz”, encargado a Goya por el partido terrateniente de la Diputación de Bizkaia, como regalo por sus favores en la promoción de la obra del Puerto de la Paz. Al parecer, el cuadro no gustó al jerarca por el acabado de las piernas.

Euskal Herria, que era parte de la metrópoli, perdió en las Guerras Napoleónicas la condición de economía privilegiada en el anterior mercado mundial, al pasar Las Américas a control comercial imperial inglés, tras las independencias criollas. La ruina se multiplica, con el agravante de que la anterior salida social a la sobrepoblación relativa campesina vasca se realizaba enviando una parte del excedente poblacional hacia Las Americas, quedando esta vía crecientemente cerrada. Puesto en conjunto, hay una ruina económica, una desposesión comunal, y además un incremento de la sobrepoblación relativa de aquella formación socio-económica, y así un auge de la inestabilidad social interior.
Precedente al movimiento nacional vasco que significó el foralismo inicial, finalmente un movimiento defensivo, (e inicialmente una maniobra de diversión de los terratenientes ante el proletariado campesino), es el movimiento de rechazo popular vasco a ser carne de cañón, por la imposición del servicio militar obligatorio, y pasto de saqueo lo que, en la insurrección bizkaina contra la Diputación, se vé en la Zamacolada, siendo Zamacola, a la sazón diputado general de Bizkaia y, por tanto, representante de los terratenientes bizkainos.
Tómese nota de que desde 1795 a 1814, con esta matxinada* (*alzamiento de mineros) en medio, son 19 años continuos de guerra, toda vez que tras la Guerra de la Convención, y como su resultado, casi de inmediato se entró en guerra contra Inglaterra, nueva guerra que tuvo unos costos a añadir a las deudas por la Guerra de la Convención y su destrucción del País, a pagar a la Corona por el campesinado.

INCORPORACIONES FORZOSAS, ACUMULACIONES INICIALES Y GRANDES CRISIS GENERALES DE CENTRALIZACIÓN.


Estamos pues en realidad ante una única larga guerra de integración en el mercado mundial imperialista, que comienza en 1793  y termina en 1839. A la que creo que hay que denominar la Guerra Popular Vasca de 1793-1839 contra la Integración Forzosa en el Capitalismo Imperialista.
Este proceso es paradigmático, en el sentido de que es universal, pues se repite históricamente desde hace dos siglos en cada Gran Expansión de la Acumulación por el orbe, en cada una de sus Grandes Fases de Reproducción Ampliada, y fue el caso también de Francia, Alemania e Italia, con las Guerras Napoleónicas desde 1789 a 1816, – en Euskal Herria se prolongó desde 1793 a 1839 -, de Rusia entre 1905 y 1945 y del Extremo Oriente entre 1933 y 1978. Y parece ser ahora el caso de todo el Mundo Árabe desde la Guerra de Agresión contra Irak de 2001. Todos estos largos periodos regionales de guerras y luchas políticas civiles han concluido hasta ahora siempre con la integración de grandes regiones en el mercado mundial imperialista.
Las formas políticas que toma la oposición a la inserción forzosa en el mercado mundial capitalista son variadas y determinadas por las culturas nacionales, estadio de desarrollo e historias locales, pero siempre tienen como percutor de la transformación a una Gran Expansión de la Acumulación de Capital que promueve una Integración Forzosa en ese mercado mundial.

RESULTADOS EN BASKONIA


Los resultados concretos para Euskal Herria fueron devastadores: La población vasca quedó demográficamente minorizada, la aculturización y deseuskaldunización del proletariado, que era el que hablaba la lengua y mantenía la herencia de la anterior selección cultural, fue devastadora, agravando intensamente la homogeneización anterior, propia del capitalismo comercial.
La importancia actual de la pequeña propiedad, y así de la pequeña burguesía y la aristocracia obrera, proviene sin embargo de la resistencia histórica del campesinado a la integración, pero la propiedad comunal fue incomparablemente saqueada. El capital inglés y su subsidiario madrileño – si, puede decirse que España o Estado español tal como es en la actualidad ha sido un invento de la oligarquía inglesa para sus auxiliares locales – se hicieron con la titularidad de las fuerzas productivas, y una fracción de la burguesía comercial y de grandes propietarios territoriales que las gestionaban pasaron a ser el capital vasco en funciones.
La retaguardia demográfica proletaria vasca, desangrada por la guerra de 44 años, no puede aportar a continuación el proletariado necesario para el desarrollo del Centro Vasco de Acumulación de Capital, que en la siguiente fase eclosionará a partir de las minas de hierro y el capital bilbaíno, importándose masas de campesinos castellanos, leoneses, cántabros y riojanos para sostener la constitución de ese centro. Esto determinó a largo plazo la castellanización del proletariado, -la clase dominante estaba castellanizada quizás desde un milenio antes – mientras una pequeña burguesía vasco-castellana, pero también aristocracia obrera, se va formando a partir de la clases usufructuarias de la pequeña propiedad territorial y de los cuadros estatales impuestos por España e Inglaterra.

La línea de la historia de la acumulación en Euskal Herria es esta:

SINÓPSIS DE LA HISTORIA DE LA ACUMULACIÓN DE CAPITAL EN EUSKAL HERRIA

 

PRIMERA FASE

1788-1839: Incorporación Forzosa de Baskonia al Mercado Capitalista Mundial.

Guerra de la Convención, Zamacolada, Guerras Napoleónicas, Guerra entre Liberales y Realistas, Primera Guerra Foral.
 

SEGUNDA FASE

1839-1876: Realización de la Acumulación Inicial de capitales en Euskal Herria.

Guerra contra Marruecos, Guerra contra Cuba. Segunda Guerra Foral.
 

TERCERA FASE

1876-1918: Formación del Centro Vasco de Acumulación de Capitales.

Guerra contra Cuba, Guerra Mundial.
 

CUARTA FASE

1918-1945: Largo Estancamiento.

Revolución ibérica. Guerra Civil Vasca. II Guerra Mundial.

 

QUINTA FASE

1945-1973: Gran Expansión y Fin de las Superganancias.

Dictadura Fascista

 

SEXTA FASE

 

1973-2008: Transformación del Centro Vasco de Acumulación en un Centro Imperialista exportador de capitales.

Lucha popular prolongada por la liberación nacional.

Como puede verse falta caracterizar la fase actual de la acumulación, iniciada en 2008, que tan directa y dramáticamente nos concierne, en puertas de LA IV REVOLUCIÓN INDUSTRIAL. En base al examen socialista científico de los procesos objetivos y sus perspectivas, hay que aclarar qué viene ahora, qué significa la VII Fase Histórica de la Acumulación de Capital en Euskal Herria, hacia qué rumbo histórico nos conduce y cómo debemos posicionar nuestras fuerzas en esta nueva época de la acumulación de capital y su negación proletaria vasca.

K.A.García-Salmones

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