Ejército industrial mundial de reserva: Megamasas viejas de subempleados pobres en los países capitalistas centrales. (2)

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Si giramos la mirada desde el vastísimo proceso de la acumulación de capital en la dialéctica capitales-centralizados /periferias proletarias a la dialéctica capitales-concentrados / proletariados internos, resulta que vemos que en los EEUU ya se ha llegado a hacer indisimulable el problema social colosal, histórico, que genera la muy alta composición orgánica media del capital en esta fase del largo ciclo final del capitalismo.

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Leamos estos esclarecedores párrafos de Fred Goldstein, en su ensayo titulado ”El capitalismo en punto muerto”:

En un artículo alarmista titulado “La gran recesión del empleo”, Zuckerman presentó informes que mostraban que había en ese momento 10 millones menos de empleos a tiempo completo que cuando empezó la crisis.

“No hay vida en el mercado del trabajo. La recesión finalizó oficialmente en junio de 2009, pero la “recesión de los grandes empleos” continúa. Es la primera vez desde que el gobierno empezó a medir el ciclo comercial que una recesión registra niveles tan altos de desempleo y subempleo seguido de un crecimiento de empleo tan anémico. Se perdieron más empleos en la recesión de 2007 a 2009 que en las cuatro recesiones juntas que habían sucedido con anterioridad y esta vez es angustiosamente más difícil restituirlos

“Más significativo es el hecho de que la producción total de Estados Unidos de bienes y servicios -el Producto Interior Bruto (PIB) oficial- alcanzó recientemente el nivel de 13,8 trillones de dólares, el punto álgido antes de la crisis.”

“De esta manera la clase capitalista, mediante la tecnología y la aceleración, ha podido exprimir el mismo nivel de producción de 10 millones menos de trabajadores de los que empleaba antes” (1).

   Efectivamente, estamos ya en el momento en que el crecimiento capitalista, es decir, la acumulación de capital se realiza eliminando empleos en términos proporcionales absolutos en los países capitalistas centrales, y relativos, todavía, en el resto del mundo. Lo cual hemos de cotejar con la afirmación anterior del Banco Mundial, que vimos en el anterior artículo (2), de los 600 millones de nuevos empleos que se necesitan en los próximos siete años en los países capitalistas periféricos o en desarrollo. Y veremos que el panorama capitalista es todavía más grave que su crisis concreta de acumulación actual en los países capitalistas centrales.

   Junto a este crecimiento o acumulación sin creación de empleo que singulariza y constata Goldstein en los EEUU, país que, finalmente, indica la senda al resto de los países capitalistas al ser el que soporta la acumulación de capital más avanzada, encontramos lo que apunta la tesis de Claude Bitot en 2001, sobre la transformación de la tendencia decreciente de la tasa media de ganancia en tendencia ABSOLUTA a la baja de la ganancia.

El capitalismo triunfante…

Sede del BBVA en Hong Kong

El capitalismo triunfante, visto en sepia.

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En su ensayo ‘El capitalismo triunfante’, Bitot escribe que:

‘el crecimiento de la producción en los países desarrollados ya no es factor de creaciones sino, por el contrario, de pérdidas de empleos. Es lo que revelaba desde 1980 un estudio alemán:

Entre 1953 y 1960, 100 mil millones de marcos invertidos en el equipamiento industrial creaban dos millones de empleos; entre 1960 y 1965, las mismas inversiones no creaban más que 400.000; entre 1965 y 1970 suprimían 100.000 empleos; entre 1970 y 1975 suprimían 500.000. La aceleración ha continuado después” (3). ”

   Con esto quiere decir que los obreros productores de plusvalía decrecen y necesariamente tienen que decrecer en los países capitalistas centrales, mientras los obreros no productores de plusvalía – aunque aumenten y provean de ganancias a muchos capitalistas – , por ello tienden necesariamente a ser masivamente, aunque superexplotados, subempleados. Es más, la situación de estos trabajadores improductivos se agrava porque el capital a la búsqueda de reducir por métodos indirectos el costo de producción de la fuerza de trabajo productiva (productora de plusvalía) intensifica su explotación, a la vez que busca reducir frenéticamente sus salarios.

   Así la famosa acumulación sin crecimiento del empleo que señala Goldstein es el capitalismo contemporáneo mismo de aquí en adelante en los países capitalistas centrales, como informa Bitot.

Envejecimiento y tendencia a la bajada absoluta de la ganancia en los centros capitalistas.

   Eso si, al empobrecimiento causado por los ataques al salario dentro y fuera de los centros de trabajo, hay que añadir el envejecimiento, que en realidad es una desjuvenalización en masa, dado que la caída de la tasa de natalidad, y su consiguiente subreproducción social, implican que la clase obrera endógena es, en media de edad, mucho mayor que cuando empezó a descender la natalidad por debajo del nivel de reproducción social, que en el estado español se corresponde con el año en que se impuso la Constitución española, un contrato político entre burgueses y reformistas ad hoc para la nueva fase de la acumulación en ciernes, que 35 años después está en descomposición acelerada y transformación radical.

   Entre los cambios en la acumulación de capital de 1978, destaca el que, a la vez que millones de mujeres pasaban a incorporarse a la demanda de empleo, un tercio de la población en situación de superpoblación relativa latente pasó a estar en situación de superpoblación relativa estancada, y así millones de jóvenes soportaron una sorda guerra social al ser declarados, en los hechos, excedentes sociales. Pero tal circunstancia no es una singularidad del modelo de acumulación de capital del estado español de estas décadas pasadas, al contrario, se produce prácticamente todos los países capitalistas que en determinado grado de concentración del capital, y así de concentración urbana, han de pasar por un proceso similar.

   El resultado son vasta aglomeraciones urbanas con población envejecida, donde las personas de clase obrera además del envejecimiento y el mayor deterioro físico, soportan un paulatino proceso de depauperación individual y colectiva producto de la subemplearización masiva en amplios marcos regionales, nacionales, estatales y continentales con salarios en espiral deflacionaria. Esto es lo que hay, y suscita muchos interrogantes, eleva muchos dilemas y establece muchas incertidumbres.

   Hablamos de masas de cientos y cientos de millones de obreros envejecidos, depauperados y subempleados por todo el Hemisferio Norte, mientras la tasa de natalidad sigue por debajo del nivel de reproducción social e incluso prosigue su descenso, y mientras el capital que no emigra se ve forzado por la competencia a seguir reduciendo costes en salarios, con el famoso crecimiento sin empleo.

K.A.García-Salmones

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Notas y enlaces

(1) El capitalismo en punto muerto. Fred Goldstein (2012)/ El capital estadounidense necesita millones de trabajadores menos

(2) Ejército industrial mundial de reserva: Megamasas jóvenes de desempleados en las periferias capitalistas (I).

(3) Investigación sobre el capitalismo llamado triunfante. Claude Bitot (2001) / De la baja tendencial a la baja absoluta de la tasa de ganancia. / La baja absoluta de la clase obrera productora de plusvalía

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