La socialdemocracia española está ocultando a posta las noticias de los efectos mortales de su experimento masivo con la inyección genotrónica

El Dr. Mike Yeadon, quien aviso de la gravedad de los riesgos de efectos adeversos en la vacuna de Pfizer para la covid-19

Hechos cantan.

Al igual que hicieron con el origen del virus, al parecer coadyuvante del síndrome SARS-CoV-2, para poder imponer la doctrina malthusiana de la población en el proletariado a lo largo y ancho del planeta (con la implantación de la Ideología de la Zoonosis y el Negocio Ecofascista con la Biodiversidad que ocultan las actividades criminales de “ganancia de función en patógenos”, o sea, incremento de letalidad contra cuerpos humanos, cometidas en los laboratorios capitalistas), ahora, debido a los intereses en adjudicar la causa de la quiebra económica ,que viene de 2008, cuando menos, y de los derribos que están cometiendo ahora – no a los límites estructurales de las relaciones sociales de producción capitalistas sino a,sus resulatdos la sindemia del síndrome de SARS-CoV-2 y el estallido de los sistemas de salud -, los socialdemócratas están magnificando y amplificando los efectos del SARS-CoV-2.

Esto lo están consiguiendo mediante el endurecimiento de los estados de sitio y de alarma por pandemia hasta el límite, utilizando para ello las arbitrariedades que permite la tecnología del PCR y la estadística burguesa, esa vieja conocida que nos ha informado de la tasa de paro durante décadas o de los Índices de Precios al consumo… ¡sin incluir el costo de la vivienda!.

Esa misma, sí, la estadística burguesa  del estado y el gran capital concentrado sirve ahora para informarnos de la forma lo más entrópica y desorganizadora posible sobre el estado y las causas de las pandemias anuales de la gripe y las neumonias durante la estación fría y la bajada de vitámina D en la población; sobre lo maravillosos que son los seudofarmacos génicos, esos genosueros no tan sospechosos de ser peligrosos como probadamente de estar siéndolo, mientras la socialdemocracia silba hacia las nubes, abstraída en una ridicula y nazifascista “guerra cultural”, probadamente anticomunista, que llamamos “La Política de las Identidades“, rabiosamente tecnomalthusiana.

 

El negocio de desplegar la Tecnología Genotrónica violando el Código de Nuremberg

La novedad ahora es que la estadística burguesa viene a ser aplicada en el campo de los genosueros, toda una nueva biología política que va siendo cada vez más parecida a la transformación de colectividades humanas en maquinariales de humanos no autodeterminados, ni individual ni colectivamente, que sirven para extraer conocimiento de Wetware dejando un reguero de muertos por el camino. Los parlamentos lo decretan y el ejecutivo lo dicta, pero no apareción en ningún programa electoral ni en un solo referemdum popular. Políticamente es un crimen fascista.

No contentos con normalizar la salvaje y bárbara vieja tecnología y brutal paradigma anti medicina hipocrática, pero cada vez más cínica, de las “vacunas”, ahora el método del fármaco obligatorio lo extienden al negocio de los genosueros y a la tecnología genotrónica en despliegue.

La socialdemocracia española, brutal, va en una larga línea desde los fachas de Vox hasta la izquierda falangista de Podemos, pasando por PPSOE y grupos cada vez más tecnomalthusianos nacionalsocialistas de tipo PNV, CUP, ERC, Bildu, Ciudadanos y una larga lista de las calamidades partidocráticas, flanqueadas por la disidencia fabricada de los tecnomalthusianos extraparlamentarios, desde ecofascistas hasta las socioingenierías de género que tienen la barra de camuflarse incluso de “anarquistas” – a sueldo del estado – y “comunistas” -cobrando de las transnacionales -, que constituyen en conjunto el bloque nazifascista socialdemócrata y tecnomalthusiano del régimen toyotista de 1978, en Segunda Reforma hacia la fase de la Robotización de la explotación.

Este régimen en el medio siglo anterior negó a un tercio de la población el derecho a vivienda, a empleo y a una vida sino digna al menos medianamente respetada. ¿Qué decir de la tasa de mortalidad desagregada por clases y barrios en este último medio siglo que los nazis del 1978 no desagregan, empleando la estadística burguesa de tal forma que puede declararse que la estadística burguesa consiste en saber los datos e informaciones de la realidad que afecta a la población para ocultárselos a la población, especialmente proletaria? Solo que es inaceptable.

Por otra parte, la capacidad de este régimen de someter a la población y transformarla en un laboratorio de experimentos para la burguesía globo-oligopolista, ciscándose en el Código de Nuremberg,  es carta en la mesa de negociaciones de financiación europea para la reconstrucción por pandemia, y para la condonación de parte de la deuda cuyos fondos han sido empleados en sostener sus sueldos durante la última década. El trasfondo es, como va quedando cada vez claro, una lucha de los capitales occidentales por sobrevivir elevando brutalmente la cuota de explotación, mientras el capitalismo mundial va entrando en colapso debido a la baja – y bajada de – la tasa de ganancia media.

En esta tesitura, el régimen se apoya en el y apoya al partido tecnomalthusiano global, cuya tendencia al totalitarismo es cada vez más acelerada. Este partido no explicito pero palmariamente real, al cual la socialdemocracia española busca agradar siendo más papista que el papa covidiano,  conlleva, en el caso de la inyección genótrónica* o wetwarización humana, estar tomando acciones contra la salud colectiva de enorme impacto negativo, sobre todo en los ancianos, y haciendo asumir tremendos riesgos cuyas responsabilidades reales la atmósfera de paranoia mediáticamente creada, a través de la emergente medicina del espectáculo ayuda a ocultar…

…pero la vacuna “salvadora” que nos están vendiendo se sabía desde el principio que era un experimento – y ahora se sabe que es el despliegue de una nueva infraestructura productiva, extractora de información génica humana – hecho con y contra las masas de la población humana, especialmente proletaria, bajo una lógica financiera ya militarizada, de salvarse de la crisis los capitales concentrados globo-oligopolistas y los estados socialdemócratas, de clases medias.

*Genotrónica: Prefijo griego “gen”, – partícula básica de la materia biológica y unidad física básica de la herencia -, y raíz Tron, -instrumento -, más el sufijo ica: relativo a: Instrumento o herramienta de modificación genética. Se trata de programar los bioalgoritmos naturales con bioalgoritmos artificiales de manera universal sin ningún proceso constituyente democráticos y de liberad colecitva que lo avale, en este 18 Brumario en que vivimos permanentemente congelados tras la declaración de pandemia en marzo de 2020..

Precisamente debido a los riesgos impuestos, y la ventana electoral en que se encuentran, los socialdemócratas regionales (Vox, Podemos, Ciudadanos, PNV, PSOE, PP, ERC, Bildu, Junts per el Si, entre otros) en medio de la quiebra operativa de la sanidad pública, por el desmorone del sujeto y la ruina económica, están procediendo a ocultar – como también han llamado a hacer a los periodistas en el caso de las colas del hambre – las noticias sobre los efectos adversos, miles de veces mortales hasta ahora, de la inyección genotrónica, y el experimento de masas que se está haciendo con ella y que recuerda a la medicina nazi.

Lo que a continuación va a poder ver el lector es un listado, constantemente actualizado, de los efectos adversos de los genosueros que el régimen tecnomalthusiano, claramente golpista, está ocultando incluso de forma militarizada en las redes sociales concentradas. Y sí, recuerda a la medicina nazi con la que comparte ideología malthusiana y darwinista social, pero añadiéndole conductismo skinneriano, ingeniería social, poshumanismo y neoeugenesía:

[Actualización Constante ]
La socialdemocracia española está ocultando a posta las noticias de los efectos mortales de su experimento masivo con la inyección genotrónica

Además de las vacunas existen numerosos terapias muy válidas que el capital concentrado pretende descartar por no ser susceptibles de concentración y centralización

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