Las empresas “zombies”, o sea, las empresas quebradas, resultan albergar un bolsón de paro potencial realmente considerable, si consideramos los números que en este artículo se nos provee. No incluye las que se habrán de reestructurar ante la dinámica de la competencia por sobrevivir en el mercado mundial, ni las que se sostienen en la deuda hecha pública, pero el 2% de 40.000 tiene más de 250 trabajadores. Unas 800. Sumado todo pueden ser en torno a medio millón de empleos. Si Alemania deja de avalar la deuda pública española, caerían por lo menos dos millones de empleos, para repescarse solo en competición con los salarios chinos, indúes, de Europa del Este y de Oriente Medio. Así que poco a poco vamos viendo los descomunales contornos de la crisis de sobreproducción que el capital espera superar “reseteando” la estructura productiva y al proletariado para poder “reiniciar” la explotación con la nueva masa de ganancia requerida.
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