El capital más extremista en la fase de su crisis más aguda está abriendo el tarro de las esencias. No son solo la infame y altamente traidora guerra provocada contra Rusia y la dictadura de la pandemia, con toda su militarización social, también el paquete de las “reformas” que nos están cocinando con el ecofascismo y el transdarwinismo son enormemente inquietantes. Recordemos que la socialdemocracia, grande o pequeña, se caracteriza porque no reforma el capital para adaptarlo al desarrollo de la población proletaria sino todo lo contrario; los socialdemócratas se caracterizan por reformar a la población proletaria y a la población en general para adaptarlas al capital.
En algún momento del pasado se aliaron con los malthusianos de quienes dicen los mayores elogios, llamándolos “científicos” en lugar de aclarar que han venido siendo unos nazis sin remedio desde el principio. Y con ellos, los reformistas socialdemócratas y liberales hicieron una reforma especial: En lugar de presentar el malthusianismo como la idea de que la naturaleza opone el crecimiento de la población el crecimiento de la pobreza, habiendo quedado esta firmación de Malthus archirrebatida en el siglo XX, pasaron a presentar el malthusianismo como la idea de que el crecimiento crea necesariamente pobreza en la naturaleza. Esta es la idea fuerza del ecofascismo.
Así blanqueado el malthusianismo, nuestros socialdemócratas hicieron lo mismo con el eugenismo. De una ideología que sostenía que a la parte genéticamente “sucia y lamentable” de la población había que esterilizarla, que terminó por ser la base ideológica de los crímenes nazis, pasan a una operación cosmética que remoza el tinglado eugenésico a partir de un momento en los años 1960s. La eugenesia, de pronto, ya no era la ideología que promovía la esterilización y la infertilidad en las poblaciones objetivo para seleccionar higiénicamente a los mejores individuos según el programa político empleado, sino que la ideología adhoc épicamente surgida para salvar los derechos de la madre y ampliar prometeicamente el circulo del placer. Sobre esta ideología de laboratorio, se desató la guerra química contra la fertilidad humana y quirúrgica contra los hijos e hijas catalogados como “no deseados”.
Como todo era una mentira clasista, las muertes para salvar el planeta no lo salvaron porque simplemente el capital, la burguesía y las clases medias o desarrollaron o permitieron el desarrollo de la obsolescencia programada de todo mientras el consumo de las clases medias, la burguesía y la oligarquía se multiplicó por cinco o por diez. Pero, invariablemente, por el lado proletario aumentó el número de pobres porque, principalmente, los sacrificados eran los que estaban destinados a producir la riqueza en el proletariado, por eso no eran rentables. Y les salió bien, y muchos de los promotores de esa biología política malthusiana incluso se dicen de “izquierdas”.
Pero no fue suficiente. Hoy están desarrollando el transdarwinismo, aunque oficialmente lo llaman transgenerismo. Recordemos que Stalin en uno de sus últimos escritos consideró que el motivo esencial de lo que se dirimió en la II Guerra Mundial fue el intento de dividir la especie humana entre los superhombres y los subhombres, haciendo dos especies de una. Era una crítica radical al darwinismo antisocial de los nazis, pero resultó que el darwinismo (anti)social no era únicamente la ideología base de los nazis en la procreación, también lo era de gran parte de las burguesías inglesa, francesa y estadounidense.
Transdarwinismo más que transhumanismo, y nada de empleo empleo
Pues bien, la idea ahora, en este nueva crisis aguda del capitalismo y auge extremo de la cosificación, es que para salvar el planeta hay que ser menos lo que redundará en mayores riquezas para las generaciones descendientes, por lo que hay que reducir población y luego heredar enormes riquezas en tecnologías y naturaleza para muchos menos.Cabe preguntar ¿y quién o quiénes y por qué no se reproducirán? Y parece que la respuesta está en la emergente ideología transdarwinista, a la que los tecnomalthusianos melifluamente están lanzando como “transhumanismo”, por un lado, y “transgenerismo”, por otro.
Ni cortos ni perezosos, desarrollando planes de despliegue de sus programas a 30 y 40 años vista, los tecnomalthusianos a la cárcel, las drogas, el paro, la contaminación, las malas condiciones de salud y habitación y el abortismo, sumaron la lucha de géneros, con brigadas especialistas profesionales en dividir a la población entre géneros, y ahora innovan su reformismo desplegando el transdarwinismo ¿cuánto de maravilloso va a ser este tipo especial de transgenerismo?
En la ciudad californiana de Palm Spring comienza a pergeñarse por donde vienen los tiros. Allí los reformistas están haciendo un experimento en el que condicionan la recepción de medios de vida a ser “trans y no binarios”. O sea, que el estado laboral y ante la producción de la persona no es el que determina la entrega de medios de vida, – lo que implica que el objetivo político del experimento anti social no es la lucha por el pleno empleo, sino que la forma de integración de las personas está siendo modelada en torno a la detención de la fertilidad y natalidad naturales, puesto que con “no binario y trans” los tecnomalthusianos finalmente se refieren, en términos biológico políticos, a estatus personales en que la sexualidad espontanea humana es negada con erotismos y diserotismos identitarios.
La tasa de paro procreativo, en aumento y aumentada
Recordemos que la tasa de paro procreativa ahora ronda el 70%. El 32% entre los hombres y el 26% entre las mujeres no tendrán hijos en los países capitalistas centrales, mientras que esta proporción antes fluctuaba entre el 5% y el 12% de media. En estas condiciones de paro procreativo en intenso, extenso proceso de expansión, la jugada del transdarwinismo es genial porque niega a las personas el derecho y prerrogativa de empleo, actividad y trabajo por solo 900 dólares , pero es que, además, a la vez incrementa la tasa de paro procreativo.
Y digo esto porque el transdarwinismo está siendo desplegado con varias campañas simultáneas de transgenerización antisexual, por ejemplo desplegando un operativo cibernético entre los niños en la escuela y los adolescentes en las redes antisociales y los media digitales en los que los influye anti-cognitivamente contra ellos fomentando hacia ellos la castración. Como el paro procreativo va a aumentar y la guerra de géneros también, todo confluye en un impulso al auge del transgenerismo, como sucedáneo de la sexualidad para las poblaciones que no están llamadas al futuro radiante de mucha riqueza y tecnología en un planeta salvado sin pobres, porque se los ha erradicado química o quirúrgicamente.
Y, en estas condiciones ¿qué mejor que condicionar los medios de vida a ser transgenero? El experimento ya está en marcha. Davos debe estar aplaudiendo con las orejas si es que no lo han organizado ellos.
La socialdemocracia y los tecnomalthusianos ya están subvencionando el transgenerismo y condicionando la supervivencia de los sujetos proletarios a la asunción de ese estatus biológico político. Se matan así a dos pájaros de un tiro, por un lado, aumento del paro procreativo y control barato del ejército industrial de reserva. Pero además se sienta la base para el siguiente paso biológico político de la neoeugenesia robotica que están desplegando…
Recordemos que el partido tecnomalthsiano y eugenista internacional planifica sus operativos a 20,30 y 40 años.
En estas condiciones, si en esta década se suman varias de las tendencias que hay en proceso, la tasa de paro procreativo llegará al entorno del 60/55% de media en la población, sino más. En un auge de la masificación de la esterilidad biológico política en las poblaciones que vivimos dentro y en los centros de la acumulación de capital y somos capital, sobre todo de la esterilización biológico política de la población proletaria, llegada esta a un nivel concreto de desarrollo, la universalización del paradigma eugenésico se haría por fin posible en todo su esquema totalitario.
Veamos, la socialdemocracia y sus socios tecnomalthusianos, con las clases medias robóticas y la oligarquía globo-oligopolista que impulsa esta biología política neoeugenésica, podrían moviéndose sobre esa masa humana y ya impuesto el control biológico político “del género” y la sexualidad a nivel municipal, institucionalizar los comités de selección eugenésicas sobre quién tiene derecho o no de procrear según el oráculo de las necesidades qué marquen los ecofascistas “para salvar al planeta” y el crédito social que los tecnomalthusianos vayan programando a golpe de algoritmo. En realidad es el objetivo histórico de los malthusianos desde que hace más de dos siglos comenzaron a desarrollarse como movimiento histórico.
Y, en estos momentos, al par que implantan esta reorientación del desarrollo de la esfera de la procreación hacia esta centralización y monopolización totalitaria abren un nuevo mercado capitalista darwinazi en el que sobre escusas de hacer superhumanos impulsarán el sector de la ganadería humana eugenésica al que la socialdemocracia está arribando a ser gerente principal. El capital (in)humano orientado a operar este nuevo sistema eugenésico está siendo preparado ideológicamente con la ideología transdarwinazi, que denominan, “transhumanismo, a partir de la red de cuadros tecnomalthusianos desplegados en la mayor parte de la geografía universitaria internacional del capital.
El reformismo era esto.
El capitalismo inglés a partir de estas ideologías extremistas de la eugenesia y el malthusianismo ha dado al mundo un modelo de desarrollo de las clases medias que es cada más horrible para todos, y ya no únicamente los proletarios. Decidieron ya hace tres siglos hacer de la destrucción de las vidas de los humanos separados de los medios de producción un banquete de cosificación que parece no tener fin. Cárcel, paro, miserias, pobreza, falta de libertad, contaminación, drogas y abortismo y todo tipo de negocios dándose banquetes alrededor. Pero ahora necesitan subir a un nivel superior, y, entre otros desarrollos de la cosificación y explotación, van a emplear a los LGTB no solo como carne de cañón y masa de maniobra de la socialdemocracia y el malthusianismo contra la natalidad proletaria sino también y sobre todo como base experimental de conejillos de indias del nuevo desarrollo de la cosificación.
Palm Springs, lanza un programa de ingreso básico para residentes trans y no binarios
El apoyo a la renta básica solo ha crecido en medio de una inflación creciente, una economía que se mantiene a flote gracias a la interminable impresión de dinero y un clima económico más incierto que quizás cualquiera en los últimos 40 años. Sin el conocimiento de sus defensores típicos, UBI tiene un precedente ya que el Estado de Alaska ha operado su propio programa de ingreso básico desde 1976. Mientras que el Fondo Permanente de Alaska puede pagar alrededor de $1,600 anuales a los residentes del estado, aquellos que esperan ver la expansión de un pago de la renta básica tienen mucho más en mente.
En los últimos años, las ciudades de los EE. UU. han implementado programas piloto para varios modelos de ingresos básicos. Por lo general, estos se han realizado a nivel municipal y se han dirigido a grupos demográficos de bajos ingresos, como las personas sin hogar, como una base prospectiva para aliviar los costos inherentes al impacto que tienen sobre el crimen y la salud pública. Sin embargo, los progresistas que echan espuma por la boca por más dinero gratis han utilizado estos programas piloto de ingresos básicos como un mecanismo para avanzar en sus guerras de justicia social. Palm Springs, California, es lo último en esta tendencia. La ciudad anunció recientemente un programa piloto que proporcionará a los residentes transexuales y no binarios hasta $900 por mes.
Los miembros del Concejo Municipal de Palm Springs votaron unánimemente para lanzar el programa piloto otorgando una subvención de $200,000 a las organizaciones sin fines de lucro DAP Health y Queer Works. El dinero de la subvención se asignará a 20 residentes transexuales y no binarios de la ciudad a través de cada organización sin fines de lucro. Su impacto se revisará durante los próximos seis meses como la primera fase de un programa de tres fases que el ayuntamiento espera llevar a cabo durante un período de 18 meses. A medida que el programa entre en sus fases sucesivas, ambas organizaciones sin fines de lucro también incorporarán a otros 20 participantes trans y no binarios que no recibirán un pago mensual, como base para un grupo de control en un experimento de ingeniería social que parece inquietante. Aquellos que reciben el pago de $ 900 no enfrentan restricciones de ingresos o prueba de medios generales más allá de su identidad de género.
DAP Health y Queer Works buscaron inicialmente $900,000 en el transcurso del programa de tres fases antes de recibir la subvención de $200,000. Ese dinero se entregó a la Ciudad de Palm Springs por medio de $35 millones asignados por el Estado de California para financiar varios programas de ingresos básicos. La alcaldesa de Palm Springs, Lisa Middleton, es transgénero y ha citado su identidad de género como la base para comprender los problemas que cree que abordará el programa de ingresos básicos. Aunque destacó el liderazgo del concejo municipal en la realización de este esfuerzo, el alcalde abogó por una mayor financiación para el ingreso básico a nivel estatal y federal más allá de lo que Palm Springs puede ofrecer.
Esto está lejos de ser el primer programa de ingreso básico en California que las ciudades han hecho exclusivo para lo que declaran como comunidades desatendidas. El año pasado, la ciudad de Oakland inició un programa similar que tenía como objetivo proporcionar a las “familias de color” $500 por mes durante un período de 18 meses de manera similar al esfuerzo de Palm Spring. Otros programas similares se iniciaron en Stockton, California en 2019. Esos esfuerzos también se extienden mucho más allá de la frontera de California, ya que también se han intentado en Newark, Nueva Jersey y Atlanta, Georgia.
La complacencia política detrás de los programas de ingresos básicos es una herramienta valiosa para los bancos centrales en su intento de implementar monedas digitales de bancos centrales. Este modelo económico podría proporcionarles un marco para promover esa causa y el apoyo tácito para ocultar fácilmente la agenda detrás de ella. A medida que la economía continúa cayendo en picada, se avecina la dura realidad de una política monetaria irresponsable que ha visto impreso alrededor de un tercio de los dólares estadounidenses en circulación en los últimos dos años. Una vez que finalmente estalle la maldición, ese caos puede ser exactamente lo que la Reserva Federal ve como una oportunidad para explotar el clima político para finalmente obtener el CBDC que claramente desea.