En un importante artículo, el científico estadounidense James Lawrence Powell, lamentablemente fecreyente del calentamiento climático acelerado y catastrófico, supuestamente de origen antrópico, artículo al que tituló “Rechazo prematuro en la ciencia: el caso de la hipótesis del impacto de Dryas Reciente”, nos informó sin embargo de la mayor probabilidad de un origen astrofísico, por la caída de un cometa en Norteamérica, como causa principal del enfriamiento rápido del clima de la Tierra al final de la Glaciación Würm, ante otras hipótesis a tener en consideración, como la hipótesis de la detención de la corriente termohalina en el Oceáno Atlantico como causa del enfriamiento del clima en esa época.
Este Evento Astrofísico explicaría el Younger Dryas o Dryas Reciente, acaecido hace alrededor de -12.850 años antes del presente. Estamos hablando de la reducción de la temperatura media en el Hemisferio Norte del planeta alrededor de entre 12 y 16 grados centigrados, en un lapso temporal de “un año o menos“.
Pero, en torno a mil años después de este evento, hacia -11.750 años antes del presente, ocurrió el Evento 1 Dansgaard-Oeschger, en el que se estima que la temperatura del Hemisferio Norte se elevó 10 grados centígrados en un período de unos 100 años.
En esos dos milenios, el 13avo y el 12avo antes del presente (2023 d.C) se produjeron cataclismos en cascada, probablemente el vaciado del Lago Agasiz y la inundación del Mar del Norte, las inundaciones del Sahara, probablemente la inundación del Mar Negro y la desaparición de la población clovis de Norteamérica, entre otros, dentro de un registro que es necesario ir completando.
El caso es que cuando uno observa los datos de las especies de nuestro género desaparecidas y de las poblaciones sapiens que sucumbieron en la naturaleza, finalmente cuando estima el censo de poblaciones humanas extinguidas, verá que la excepción es la estabilidad y que continuamente, aunque a escala geológica, pero, más precisamente, a escala geológica humana, cada 5.000, 10.000 o 15.000 años, o cada 200, 300 o 400 generaciones, acá o allá o globalmente, las condiciones planetarias o continentales dan un giro espectacular, cataclísmico, en términos de inestabilidad del medio de supervivencia y reproducción vital, unas veces lentamente, otras veces de forma acelerada, aunque con resultados catastróficos en ambos modos. De forma que hay que concluir que lo ciclicamente normal es el desequilibrio, el cataclismo y la catástrofe.
Cataclismos y catástrofes cíclicos
Hay una escuela científica sovietica respecto a los cambios climáticos que resulta ser más abarcativa que la climatista del carbono (1, 2 y 3), y se centra en la cataclismica. Se trata de la observación de varios ciclos de inestabilidad terraquea uno de los cuales tiene una pauta de 13.000 años, con 11.600 años de estabilidad y 1.400 años de grandes cataclismos; no solo grandes cambios climáticos (5), sino tambien terremotos, deshielos o refrigeraciones súbitas, y grandes cambios astronómicos y biológicos. Esto sería debido a cambios cíclicos en el eje de la Tierra.
Al parecer en 1988 fue encargado un informe por un ministerio soviético al académico E. Smotrin con el objetivo de formar un servicio de previsión de catástrofes. Al caer la URSS el informe quedó en el olvido pero este académico siguió desarrollándolo. En mi opinión, el paradigma de Smotrin es más abarcativo que el paradigma climatista del carbono, el cual está mucho más mediado por los inteseres políticos e ideológicos que el soviético. Concretamente, el paradigma de la cataclismología soviética tiene además muchas pruebas e indicios de respaldo, muchas más que las hipótesis del CO2, finalmente no respaldadas como teoría demostrada ni por la Academia de Ciencias de Rusia ni por la Academia de Ciencias de China, que la consideran una hipótesis pausible mas no una teoría asentada urgente de toda urgencia en el plano de los riesgos.
La Cosmovisión Revolucionaria, los Ciclos de Milankovic y las Astromareas Catastróficas Cíclicas
El mapa de riesgos de la humanidad para el siglo en curso y el siguiente, más realista y congruente con las observaciones respecto a la Historia Natural no concuerda con el que, si bien conteniendo elementos a tener muy en cuenta pero manifestando sesgos evidentes, promueven por ejemplo el Instituto del Futuro de la Vida, o los Consejos Globales del Futuro del Foro Económico Mundial.
De Astrónomos a Astronaves
“A través de cada ciclo de 26 000 años, la dirección en el cielo a la que apunta el eje rodea un círculo grande, cuyo radio cubre un ángulo de aproximadamente 23.5 °. La estrella polar a la que apunta el eje ahora (dentro de aproximadamente un grado) solía estar distante del poste, y lo estará nuevamente en unos pocos miles de años (para su información, el enfoque más cercano es en 2017). De hecho, la “estrella polar” utilizada por los antiguos marineros griegos era diferente, no tan cerca del polo celestial.”
Además de los Ciclos de Milankovic están las astromareas, es decir, los resultados en el Planeta Tierra de los movimientos y las influencias de los grandes objetos cósmicos como otros planetas, el movimiento del baricentro solar, y la gravitación de la Vía Lactea cuyos ciclos son poco conocidos y nada fáciles de calcular por la potencia computacional que requieren. Smotrin lo sintetiza así:
Los desastres naturales y las catástrofes son la principal amenaza para la seguridad planetaria y euroasiática al entrar en el llamado III Milenio
“Las relaciones complejas (dinámicas, multinivel y multidimensionales) entre ondas de pulsación de todos los elementos que funcionan en paralelo de este “solenoide” galáctico generan influencias y resonancias mutuas cosmogeofísicas (gravitacionales, eléctricas, magnéticas, electromagnéticas, etc.), que actúan como iniciadores más importantes del ritmo del núcleo, impulsos angulares y orbitales de la Tierra y los correspondientes procesos espontáneos en sus áreas desequilibradas. En esto el Sol y los cuerpos cósmicos dinámicos desempeñan un papel especial.“
Fuentes externas de impulsos planetarios y “sincronizaciones”
Puesto todo en conjunto, lo que esto quiere decir es que conocemos poco el planeta y sus ciclos, habituados a un planeta relativamente estable durante los últimos 10.000 años nos parece falsa la afirmación de que el planeta es sino normal si cíclicamente inestable y hasta catastrófico. Nuestra idea proviene de la cosmovisión mítológica del mito de la creación a partir del caos, avanzando hacia el orden. La imagen positivista de realización de la Historia que imprimió el orden burgués cuando tomó el poder hace casi tres siglos es errónea; Periodos de caos se producen cíclicamente, no conocemos la cronología de su periodización con exactitud pero parecen ser asincronos y son, sin duda, recurrentes.
El mapa de riesgos que la Humanidad haga para los siglos XXI y XXII tiene que contar con el problema del riesgo de nuevo periodo de inestabilidad por astromareas planetarias, a comenzar en cualquier momento, por cuanto es a partir de periodos decenales de relativa calma cuando ocurren los cambios que, a menudo, son drásticos y abruptos. Estas circunstancias geológicas y astrofisicas lo que nos urgen es al mayor desarrollo posible del conocimiento del entorno natural y cosmológico para lo cual la Inteligencia Artificial y otros medios y útiles de desarrollo tecnológico son especialmente indicados y necesarios.
En Bilbao, a 21 del 10 de 2023
K.A.García-Salmones
Notas
(1) Clintel Clintel.
https://journals.sagepub.com/doi/10.1177/00368504211064272
(2) Ciéntifico ganador del premio Nobel dice que existe “un termostato natural” ignorado
(3) Científico admite que el “consenso abrumador” sobre la crisis del cambio climático está “fabricado”
https://nypost.com/2023/08/09/climate-scientist-admits-the-overwhelming-consensus-is-manufactured/
(4) Hace unos 13,000 años, la salida de agua del Mediterráneo al Océano Atlántico fue el doble que la actual
https://www.sciencedaily.com/releases/2023/05/230516115529.htm
(5) Las catástrofes naturales y las catástrofes son la principal amenaza para la seguridad planetaria y euroasiática al entrar en el llamado III Milenio