Con anterioridad los cambios de régimen demostraban su intención positiva al inaugurarse demostrando magnanimidad y apertura de miras otorgando amnistías para los presos políticos y sociales. En el caso del golpe de estado de marzo del año pasado, dado a escala mundial empleando a la agencia publiprivada OMS para ello, y engañándonos con el grado de letalidad de un virus, contrariamente el cambio de régimen que se va perfilando lo hace hacia una normalidad más opresiva, demostrando así su crecientemente inquietante carácter autoritario, peligrosamente tendente al totalitarismo, en este caso endureciendo hasta lo que puede definirse como tortura en el régimen de vida impuesto a los presos políticos y sociales en este caso en el modulo IV de la prisión de Alcala Meco: