Las ropas yacen desordenadas
entre papeles, libros y restos de comida.
Esto lo reflejó el espejo
al paso de una mirada
mientras resonaba estremecedora
una sentencia implacable:
He aquí lo que queda de nuestro amor.
La arena de la playa absorta
se remueve con la brisa
completando el cuadro
de tu mirada en mi sonrisa
mientras feliz te ríes.
Pero el Cosmos ya obra despiadado
en tu corazón y en el mio.
En la alta montaña no hay esa flor,
no hay esa dicha, solo desolación,
aquí estamos los dos.
entre papeles, libros y restos de comida.
Esto lo reflejó el espejo
al paso de una mirada
mientras resonaba estremecedora
una sentencia implacable:
He aquí lo que queda de nuestro amor.
La arena de la playa absorta
se remueve con la brisa
completando el cuadro
de tu mirada en mi sonrisa
mientras feliz te ríes.
Pero el Cosmos ya obra despiadado
en tu corazón y en el mio.
En la alta montaña no hay esa flor,
no hay esa dicha, solo desolación,
aquí estamos los dos.
K.A.García-Salmones
Poemario completo: Ruinas Modernas