¿Era Marx “woke”? Marx contra Marx: El Marx marxista contra el Marx progresista

 [(*Documento vivo) Versión 1 | Revisión 28 ]

Índice

El Marx progresista, un creyente en el Progreso

1845 : La Ideología Alemana

1847 : Principios del comunismo

1853 , 25 de junio : La dominación británica en la India

1853 , 8 de agosto : El futuro de la dominación británica en la India

1959 : Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política

El resultado de la crítica de Marx a la religión del progreso es el materialismo histórico

La inelegibilidad del marco de progreso y, más allá de los Modos de Producción, los Modos de Existencia

El análisis de los Modos de Existencia del Hombre y la renovación de la Historiología marxista

Notas, recursos y bibliografía


Antes de 1845 Marx ya había realizado una crítica a la religión que puede ser considerada una crítica a la civilización, desde la Cuestión Judia, y, convergiendo con su compañero Engels, a Crítica de la crítica crítica y la Ideología Alemana, ambos intelectuales hicieron la negación de la negación de la crítica a la civilización que la burguesía liberal venía realizando cada vez con mayores afanes sobre y contra la ideología conservadora fundamentada en la religión cristiana que impedía el desarrollo de la hegemonia burguesa.

Así Engels y Marx desenbarcan en el materialismo social y comienzan a desarrollar el materialismo histórico pero se llevan con ellos una idea revolucionaria burguesa, el Progreso, que es una rama clave del ideosistema burgués, desarrollada en un plano de igualdad y como sombra acogedora del malthusianismo, si bien este sirve para justificar la gestión cosificadora de la sobrepoblación relativa sobrante, y aquel es el martillo para ir demoliendo los límites a la expansión del capital.

Mientras el Apocalipsis (1) cristiano dibuja un futuro francamente peor, que sin embargo termina bien, la resolución de la Historia mediante el fin de los tiempos decretado por quién los creó, lo que está en el origen de la idea comunista de revolución a partir de las revoluciones cristianas campesinas. La burguesía ve el futuro como una sucesión de mejoras, a las que hay que abrir el camino para salir del reino de la noche y tinieblas que imponen los reaccionarios, el dinero es signo de salvación y así la justicia divina ya está aquí, no en el Apocalipsis. Históricamente sin embargo el Apocalipsis es como obra de combate y visión paradigmática, el producto del mayor movimiento revolucionario de masas en la Antigüedad, mientras que en el relato del Progreso se entrevé el mismo mito de la modernización estática, permanente, que todo lo cambia para no cambiar nada: El mito de Mitra destruyendo al Tauro y la Era de tauro, abriendo paso así a la Era de Piscis, el mundo nuevo.

Mitra tauroctono

La Religión Mitraica tenía fuertes posiciones en el Ejército Romano, entre los soldados de la Ley, los legionarios, quienes a su vez siguiendo los preceptos mitraicos, inopinadamente, en un giro de 180 grados en la línea de tiempo pasado-futuro desde la creencia tauróctona partera de la nueva Era al destruir la vieja Era, se armaban con otra creencia que afirmaba que estaba para nacer en algún lugar del Imperio un niño que era un demonio que iba a destruir el mundo, lo cual iba a ser evitado por los soldados mitraicos de la ley por el método expeditivo empleado también con el Tauro. Si se mataba al Pasado y al Futuro, lo que quedaba en pie era el Imperio aspirante a los milenios y milenios… miel sobre hojuelas, como ahora, que todo cambie para que nada cambie, como la polea loca en si misma, la revolución permanente, el bersteniano el movimiento lo es todo el objetivo no es nada…

La religión liberal del progreso, que en Francia tomó formas de Diosa Razón y en Gran Bretaña formó, de la mano de la Secta de los Albañiles, el Culto al Gran Arquitecto del Universo, también es tauróctona. La Diosa Razón y el Gran Arquitecto matan a las sombras para establecer las luces, por ejemplo ahorcando a medio millón de campesinos ingleses e irlandeses católicos para robarles las tierras y obligar al resto a trabajar en las Casas de Trabajo en los siglos XVII y XVIII, o a otro medio millón en La Vendeé para robarles las tierras, proceso tan magistralmente denunciado en su “El Sistema de Despoblación”(2) por el comunista revolucionario verdadero Graco Babeuf. O abreviando la vida a 200.000 campesinos tradicionalistas en Baskonia en el siglo XIX, para quedarse con las tierras y minas comunales, y hacer de la propiedad mueble propiedad inmueble, decretando el servicio militar obligatorio y sin sueldo, reconvirtiendo a los jóvenes en carne de cañón y de mina barata. Este es el gol que la burguesía liberal encajó a Marx y Engels por toda la escuadra de su portería: El Progreso.


El Marx progresista, un creyente en el Progreso

CRÉDITOS: Wikipedia. Fiesta de la Razón en Notre Dame el 20 de brumario de 1793: Tocada con el gorro frigio para engañar, como Mitra, en un escenario de inspiración romana, donde desaparece toda referencia a la catedral de Notre-Dame de París , unas jóvenes, sacerdotisas de la filosofía, rinden culto a la diosa “Razón”, personificada por una joven vestida con una túnica drapeada y un gorro frigio . En ese mismo momento de la fiesta religiosa se estaba asesinando por cientos de miles a los campesinos vendeanos.

En su libro “Preguntas difíciles. Ideología y psicohistoria. Dimensiones rusa y mundial” el sistemólogo marxista ruso Andrei Ilich Fursov realiza la siguiente crítica a Marx:

A pesar de todas sus diferencias, el marxismo y el liberalismo tenían algo en común, a saber, la creencia en el progreso y la visión resultante de las sociedades no occidentales, ya fueran Rusia, India o China. Basta repasar el artículo de Marx “El dominio británico en la India” para ver que es un panegírico a la burguesía y al orden burgués. Al mismo tiempo, habiendo sido cómplice de la operación de poder-ideológico (en el sentido foucaultiano de savoir-pouvoir, es decir, saber-poder, saber-poder) del “progreso”, Marx puso una bomba de relojería bajo la realización de otra operación de poder-saber occidental: el “orientalismo”, a través de sus trabajos sobre el modo de producción “asiático” (ASP).(3)

¿Cómo llegó Marx a sus posiciones pro colonialismo británico, aquí criticadas por Fursov,? Recordemos que ambos teóricos escriben La sagrada familia y La ideología alemana entre 1844 deslindándose de la negación crítica burguesa revolucionaria abstracta a la sociedad cristiana campesina, por medio de la afirmación de lo concreto material y la dialéctica de las relaciones sociales. Pero lo concreto dialéctico materialista social tiene contradicciones, como bien señalan en La Ideología Alemana:


1845 : La Ideología Alemana

Cuanto más se extienden, en el curso de esta evolución, los círculos concretos que influyen los unos en los otros, cuanto más se destruye el primitivo encerramiento de las diferentes nacionalidades por el desarrollo del modo de producción, del intercambio y de la división del trabajo que ello hace surgir por vía espontánea entre las diversas naciones, tanto más la historia se convierte en historia universal, y así vemos que cuando, por ejemplo, se inventa hoy una máquina en Inglaterra, son lanzados a la calle incontables obreros en la India y en China y se estremece toda la forma de existencia de estos Estados, lo que quiere decir que aquella invención constituye un hecho histórico- universal;”(4)

El problema de la universalización es que existen las consecuencias reales, como la devastación social, y existen las consecuencias potenciales, como la revolución proletaria, como queda diáfanamente explicado en Principios del Comunismo, que luego servirá de base para la redacción de El Manifiesto del Partido Comunista, por parte de ambos autores:


1847 : Principios del comunismo

“XI. ¿Cuáles fueron las consecuencias directas de la revolución industrial y de la división de la sociedad en burgueses y proletarios?
En primer lugar, en virtud de que el trabajo de las máquinas reducía más y más los precios de los artículos industriales, en casi todos los países del mundo el viejo sistema de la manufactura o de la industria basada en el trabajo manual fue destruido enteramente. Todos los países semibárbaros que todavía quedaban más o menos al margen del desarrollo histórico y cuya industria se basaba todavía en la manufactura, fueron arrancados violentamente de su aislamiento. Comenzaron a comprar mercancías más baratas a los ingleses, dejando que se muriesen de hambre sus propios obreros de manufactura. Así, países que durante milenios no conocieron el menor progreso, como, por ejemplo, la India, pasaron por una completa revolución, e incluso la China marcha ahora de cara a la revolución. Las cosas han llegado a tal punto que una nueva máquina que se invente ahora en Inglaterra podrá, en el espacio de un año, condenar al hambre a millones de obreros de China. De este modo, la gran industria ha ligado los unos a los otros a todos los pueblos de la tierra, ha unido en un solo mercado mundial todos los pequeños mercados locales, ha preparado por doquier el terreno para la civilización y el progreso y ha hecho las cosas de tal manera que todo lo que se realiza en los países civilizados debe necesariamente repercutir en todos los demás, por tanto, si los obreros de Inglaterra o de Francia se liberan ahora, ello debe suscitar revoluciones en todos los demás países, revoluciones que tarde o temprano culminarán también allí en la liberación de los obreros.”(5)

Como vemos, lo que Marx comparte con Engels no es un occidentalismo ramplón, ni un mero espaldarazo al colonialismo, lo que comparte es algo mucho más sustantivo que eso, es él, El Progreso, un El Progreso que es la ideología del primer socialismo científico, la pepita de oro que queda una vez hecha la crítica dialéctica marx-engelseana a la crítica burguesa revolucionaria a la civilización anterior:


10 de junio de 1853 :

por muy lamentable que sea desde un punto de vista humano ver cómo se desorganizan y descomponen en sus unidades integrantes esas decenas de miles de organizaciones sociales laboriosas, patriarcales e inofensivas; por triste que sea verlas sumidas en un mar de dolor, contemplar cómo cada uno de sus miembros va perdiendo a la vez sus viejas formas de civilización y sus medios hereditarios de subsistencia, no debemos olvidar al mismo tiempo que esas idílicas comunidades rurales, por inofensivas que pareciesen, constituyeron siempre una sólida base para el despotismo oriental; que restringieron el intelecto humano a los límites más estrechos, convirtiéndolo en un instrumento sumiso de la superstición, sometiéndolo a la esclavitud de reglas tradicionales y privándolo de toda grandeza y de toda iniciativa histórica. No debemos olvidar el bárbaro egoísmo que, concentrado en un mísero pedazo de tierra, contemplaba tranquilamente la ruina de imperios enteros, la perpetración de crueldades indecibles, el aniquilamiento de la población de grandes ciudades, sin prestar a todo esto más atención que a los fenómenos de la naturaleza, y convirtiéndose a su vez en presa fácil para cualquier agresor que se dignase fijar en él su atención. No debemos olvidar que esa vida sin dignidad, estática y vegetativa, que esa forma pasiva de existencia despertaba, de otra parte y por oposición, unas fuerzas destructivas salvajes, ciegas y desenfrenadas que convirtieron incluso el asesinato en un rito religioso en el Indostán. No debemos olvidar que esas pequeñas comunidades estaban contaminadas por las diferencias de casta y por la esclavitud, que sometían al hombre a las circunstancias exteriores en lugar de hacerle soberano de dichas circunstancias, que convirtieron su estado social que se desarrollaba por sí solo en un destino natural e inmutable, creando así un culto embrutecedor a la naturaleza, cuya degradación salta a la vista en el hecho de que el hombre, el soberano de la naturaleza, cayese de rodillas, adorando al mono Hanumány a la vaca Sabbala.
Al causar una revolución social en el Indostán, Inglaterra ha actuado, hay que reconocerlo, guiada únicamente por los más viles intereses y los ha impuesto por la fuerza de la manera más estúpida. Pero esa no es la cuestión. La cuestión es: ¿puede la humanidad cumplir su destino sin una revolución fundamental en la situación social de Asia? Si no puede, a pesar de sus crímenes, Inglaterra no ha sido más que la herramienta inconsciente de la historia para provocar esa revolución. Y entonces, por amargo que pueda ser el espectáculo del desmoronamiento de un mundo antiguo para nuestros sentimientos personales, tenemos derecho, desde el punto de vista de la historia, a exclamar con Goethe:

Sollte diese Qual uns quälen da sie unsere Lust vermehrt? Hat nicht myriaden Seelen Timur’s Herrschaft aufgezehrt?
[¿Habría de atormentarnos este tormento porque aumenta nuestro placer? ¿No fueron por las leyes de Timur devoradas las almas sin medida?] GOETHE, «A Suleika», Diván oriental-occidental “(6)

CRÉDITOS: Hanrifotografy El Dios Hindú Hanuman . Los crímenes del capitalismo y el Progreso en la India fueron una acumulación originaria de capital pero repetida, a mayor escala en ese continente y luego en China.

Como quiera que en el modelo de acumulación malthusiano inicial (Malthus era el economista jefe de la Compañía Británica de las Indias Orientales, no un modesto clérigo de pueblo sino un soberbio CEO monopolista internacional de finales del siglo XVIII y principios del XIX) perecieron en torno a 30 millones de personas, hoy serían proprocionalmente 210 millones, triangulando la destrucción sin paliativos de las barreras arancelarias, y el robo de tierras para plantar opio, en la India, con su venta en China, para con las ganancias obtenidas en forma de oro y plata lanzarse a reinvertirlas en la economia esclavista-industrial del Atlántico y en la producción de máquinas. Por tanto, tiene razón Fursov y aún se queda corto porque esto es una defensa del genocidio, pero una defensa del genocidio típicamente progresista liberal. ¿Cómo es posible?

El texto Marx lo envia al New York Tribune. En realidad, sin necesidad del mono Hanuman o de la vaca Sabbala, Marx había considerado necesarias matanzas similares sino mayores en Europa misma con la escusa de El Progreso, puesto que para derribar la sociedad feudal comercial habia considerado legitimo destruir “desorganizar y descomponer en sus unidades integrantes decenas de miles de organizaciones sociales laboriosas, patriarcales e inofensivas; verlas sumidas en un mar de dolor, contemplar cómo cada uno de sus miembros va perdiendo a la vez sus viejas formas de civilización y sus medios hereditarios de subsistencia”, y a las fuerzas campesinas que se han elevado en contra las había considerado reaccionarias, y por tanto dignas de represión con toda celeridad. Es decir, se estaba defendiendo los crímenes burgueses y capitalistas de la acumulación originaria.

Marx, que había tenido que exiliarse de Alemania, luego huir de Francia y después de Belgica, terminaba pues en Inglaterra respaldando con su teoría revolucionaria la ideología burguesa de El Progreso, eso si, limpiada externamente del idealismo burgués, justificando el mayor genocidio visto hasta la fecha. Si Marx defendía a las comunidades agrarias se descompone la teoría comunista del proletariado, pues se supone que su componente progresista era precisamente la solución y no precisamente el motor irrestricto de la masacre.

Lo que había justificado en Europa para derribar al viejo régimen capitalista comercial y semifeudal, siempre con la promesa de una liberación de fuerzas productivas, tangible ya, debía servir para justificar también lo que estaba ocurriendo en la India y China… ¿o no? Apenas un mes después Marx rectifica:


22 de julio de 1853

Aunque no deja de sostener esto:

Inglaterra tiene que cumplir en la India una doble misión destructora por un lado y regeneradora por otro. Tiene que destruir la vieja sociedad asiática y sentar las bases materiales de la sociedad occidental en Asia. (…)

Sin embargo, Marx añade lo siguiente, que implica el giro verdadero del Marx progresista liberal radical al Marx marxista, comunista revolucionario:

Solo cuando una gran revolución social haya vencido y domeñado las consecuencias de la era burguesa, el mercado del mundo y las modernas fuerzas de producción, y las haya puesto en manos de los pueblos más desarrollados para que las gestionen de forma compartida, dejará el progreso humano de parecerse a ese truculento ídolo pagano que solo podía beber néctar en cráneos de hombres asesinados“ (7)

Aún manteniéndose en la teoría del progreso, como si este fuera elegible y, a la vez, sus impositores beneficiarios, sus Mitras de turno aparentando ser inocentes de sus actos criminales, el reconocimiento de Marx es un mojón crucial.

Marx reivindicó en una entrevista a Espartaco, Tycho Brahe y Prometeo como sus modelos de vida. Sin embargo, al igual que Marx pensaba que capital tenía el significado etimológico de ganado, cuando proviene de la raíz cabeza, Marx no sabía que Prometeo no era un hombre que robaba a los dioses para darle el fuego a los hombres, ni que el mito albañil es una lectura falseada del original mito de Prometeo. Prometeo era un titan, y por tanto un dios, que no dio el fuego a los hombres, es decir, a los campesinos, hasta que los dorios invadieron La Hélade y procedieron a imponer su panteón. Prometeo se acordó entonces y solo entonces de los campesinos. Pero, por otro lado, la metáfora de Prometeo está enmarcada en otra dimensión categorial, la del rechazo a la metalurgia y a los metalúrgicos, a la sazón Cíclopes y Tartalos esclavistas desencadenados a encadenar en minas y fraguas a los campesinos que cayeran en sus manos, como puede comprobarse en que las cadenas son de metal, y la lección primera consiste en que no se puede confundir progreso con desarrollo. Prometeo fue el primer metalúrgico, y de hecho así aparece en el Ciclo Mitológico Cretense, como padre de Talos, el guardian de Creta. Los Cíclopes eran maestros metalúrgicos, altos técnicos de vanguardia, que se tatuaban un Sol en la frente simbolizando un ojo, que sabe los misterios de la fragua. Marx no conocía la mitología comparada y no podía saber el origen del mito de Prometeo, y tampoco lo que significó el progreso de la metalurgia en la Edad de Bronce y la primera Edad de Hierro.

ILUSTRACIÓN: Elaboración propia con Midyourney. Prometeo es encadenado a una roca, con sus propias cadenas, por Zeus, que le lanza águila a comerle el higado cada vez que crece: La metáfora se refiere al dominio divino sobre las fuerzas destructivas que desencadena el progreso si no se lo domina, restándole la fuerza, que es lo que simboliza el higado, órgano de la fuerza.

MARX, de 1953 a 1958: El resultado de la crítica a la ideología del progreso es el materialismo histórico

La contradicción entre defender el progreso y defender lo humano sigue en pie; ¿cómo lograr visos de salida? Marx durante los próximos seis años se enfrentará al problema teórico de conciliar progreso y humanidad, para lo cual ha de intentar desentrañar al progreso mismo, y ello le conduce a la famosa síntesis del materialismo histórico, que es en realidad una crítica radical a la ideología burguesa del progreso:

” El resultado general al que llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en un a palabra las formas ideológicas en que los hombres adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. (…)”

Prólogo a Contribución a la Crítica a la Economía Política. Karl Marx. 1859 (8)

El Progreso no es elegible, se puede influir en él, pero no es elegible. No ha sido la burguesía la que trajo el progreso, fue el progreso el que trajo a la burguesía… Efectivamente, para el Marx marxista, a partir de los Gründisse, no del Marx progresista de su juventud, el progreso es una determinación no elegible en la cual los seres humanos pueden influir por medio de cambios prácticos. Cuando dice que “La violencia es la partera de la historia”, Marx se refiere a que el uso de la fuerza abre el camino al nuevo Marco de Progreso pero no de cualquier manera, puesto que la figura de la partera, la comadrona, la dolca, no mata ni a la madre ni al niño.

Marx sabía que la Historía se resuelve en periodos en los que el Hombre puede influir en su autotransformación conscientemente, en determinado grado, cambiando las relaciones sociales de producción de manera que cambién el Modo de Producción llevándolo a un nuevo nivel de progreso, en el que este no se parezca a ese truculento ídolo pagano que solo podía beber néctar en cráneos de hombres asesinados. Esta es la misión de los pueblos avanzados cooperando y la del proletariado mundial. Aquí el problema consiste en que hoy sabemos algo más:

La Dialéctica Relaciones de Producción / Fuerzas Productivas es una descompensación inherente a los Modos de Existencia postpaleolíticos, entre ellos el corriente Cibernético, es la forma dialéctica estructural de sus Marcos de Progreso, pero en el Fin de la Prehistoria que parece ir a ser el resultado de la Era Cibernética desconocemos si esa dialéctica va a tener lugar.


EL ANÁLISIS DE MODOS DE EXISTENCIA DEL HOMBRE Y LA RENOVACIÓN DE LA HISTORIOLOGÍA MARXISTA

Mientras los cambios en los modos de producción perfeccionados conducen a las revoluciones de las relaciones sociales de producción a partir de la acumulación de desarrollos que las desbordan, y pueden sucederse 3, 4 u 8 cambios de modos de producción en un mismo Marco de Progreso, a determinado punto se produce un cambio de Objeto de Trabajo y Materia Prima Principal. Cuando esto sucede se está en un cambio de Modo de Existencia y no un mero cambio de modo de producción.

Hace cuatro años criticaba así la teoría de Kurzweil de la Singularidad Tecnológica (9):

“La teoría de la Singularidad Tecnológica considera pues al género humano como una tuerca de un proceso en el cual su voluntad es secundaria sino inexistente. Los marxistas por el contrario consideramos que el Hombre hace y padece la historia, dispone de libre albedrío y del poder de decidir en determinadas coyunturas históricas el rumbo que tomar, aun cuando durante largos periodos deba a continuación proseguir de forma predeterminada las dinámicas estructurales heredadas, y vea su libre albedrío enormemente reducido. Por esto, aunque reconozcamos que nos adentramos en una Singularidad, los marxistas la definimos como Singularidad Histórica y no meramente tecnológica.”

IV Singularidad Histórica y Proletariado en Baskonia.

Las Singularidad Históricas están relacionadas con periodos de transición entre Modos de Existencia de la especie.

Los Modos de Existencia del Hombre, observados a partir de los conocimientos histórico-arqueológicos actuales (2023) han sido Cinco:

Un esbozo rápido de los Modos de Existencia Históricos y sus Marcos de Progreso podría ser este:

-2.600.000 años. Introducción de la industria lítica (Mano/Cerebro). (Primera Gran Diáspora Humana)

– 800.000(?) años. Dominio del fuego. (Mayor control de habitats)

-70.000 años. Surgimiento de la conciencia empática, (Segunda Gran Diáspora Humana “Desde África”)

-10.000 años. Surgimiento de la agro-ganaderia (Expansión Neolítica)

-5.800 años. Surgimiento de la Metalurgía, (Forma Estado)

De lo que se dió cuenta Marx es de que está vez no se avecinaba un simple cambio de modo de producción sino que esta vez se trata de cambio de Modo de Existencia.

Por tanto, y teniendo en cuenta todo lo anterior, en lo que estamos adentrándonos es a la V Singularidad Histórica, en realidad sexta si contamos la generización del Hombre como singularidad histórica.

Aquí conviene señalar que lo que Marx buscaba cuando buscaba la nueva forma de comunidad y los conocimientos útiles respecto a cómo la forma comunidad podía servir para eludir la hecatombe del Progreso, del tránsito al Objeto de Trabajo y Materia Primas Principales nuevas, finalmente informacionales, (que no llegó a conocer : herramientas de información que producen objetos informacionales crecientemente complejos) eran, sin saberlo, los mapas cognitivos de las bases del Nuevo Modo de Existencia. A nosotros esto se nos presenta como problema práctico. Y de esto hablaremos en un próximo artículo.

¿Era Marx progresista? Al principio lo fue, a medida que fue conociendo las consecuencias del progreso y del progreso conducido por la religión del progreso, dejó de serlo.

En Baskonia, a 22 de agosto del año 2023

K.A.García-Salmones

________________________

Notas y bibliografía

(1) “La Biblia”. “Apocalipsis”. San Juan

(2) “El sistema de despoblación o los crímenes de Carrier y del comité de Nantes“. Luis Nöel “Graco” Babeuf

(3) “Preguntas difíciles. Ideología y psicohistoria. Dimensiones rusa y mundial”. Andrei Fursov

(4) “La Ideología Alemana“. Karl Marx y Friedich Engels

(5) “Principios del Comunismo“. Fiedrich Engels

(6) “La dominación británica en la India“. Karl Marx

(7) “Futuro de la dominación británica en la India“. Karl Marx

(8) “Prólogo a la Contrinución a la Crítica de la Economía Política“. Karl Marx

(9) “La Singularidad está cerca“. Ray Kurzweil

Deja un comentario