Prólogo
En el anterior ensayo, “Gran crisis biopolítica del capitalismo y República Socialista de Nabarra”, analicé el proceso de acumulación del capital a partir de una crítica a la teoría de la acumulación por desposesión, de David Harvey, que se centra en el territorio y el urbanismo como eje central del análisis del proceso del capital. Por mi parte, entendí que había que analizar la acumulación del capital a partir de las alternativas en el desarrollo de la población, que en este modo de producción también es capital. Las conclusiones, que están publicadas en una serie de artículos en el web irteen.net (Gran crisis biopolítica y República Socialista Nabarra), muestran que el capitalismo es un modo de producción que, literalmente, consume población. La plusvalía tiene su contracara en el proceso de desarrollo de la población en el que la clase capitalista y su sociedad burguesa son lo que realmente crece. Para alimentar este Moloc la población es introducida a la relación salarial de grado o por fuerza, en cada onda de crecimiento y crisis, desde hace dos siglos.
Conclusiones, duras conclusiones, como que la clase obrera endógena de Euskal Herria, la clase obrera vasca, es una clase en desaparición física por no reproducción biológica, y que este proceso ocurre en todos los países en que el capital ha alcanzado una alta composición orgánica, resitúan todo el debate sobre las tareas de la reconstrucción del movimiento comunista internacional en Europa, pero ciertas claves sobre, concretamente, cómo aprovecha el capital el proceso de concentración urbana de la población para hacer despegar la explotación y la concentración de riquezas en la burguesía y sus aliados, y cómo la sucesivas levas del aparato productivo deflacionan los salarios, son de interés para los comunistas de otros países y continentes.
En este texto lo que analizo es la llamada “liberación de la mujer”, sus bases materiales y efectos reales, más allá de la inversión de la realidad normalmente impuesta a través de las producciones ideológicas de la inteligencia colectiva dominante, que hoy es la capitalista, en la lucha de clases mundial.
Veremos a lo largo de estas páginas ciertas cuestiones que el oportunismo no desea considerar con relación a la “liberación” de las mujeres en condiciones capitalistas, cuestiones que, sin embargo, son cruciales para no terminar defendiendo acríticamente los “derechos” de los hombres y mujeres capitalistas, y sus socios y aliados en sus trabajos orientados a explotarnos, enajenarnos y depauperarnos desde su cosificación estructural de la clase obrera mundial.
K.A.García-Salmones
LIBRO: La guerra de géneros mundial.
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Adjunto un audio de Prado Esteban muy reciente que toca este mismo tema coincidente en el tiempo con este análisis de la lucha de clases y la acumulación de capital: “Guerra de sexos y destrucción de la condición humana. Un nuevo holocausto: feminicidio y androcidio”