Os incluyo un reciente artículo del científico social, historiador y publicista marxista postsoviético Andrei Fursov. Fursov se ha destacado con una aproximación crítica creativa a las teorías de Braudel y Wallerstein sobre la sistemicidad de la Historia, y se ha distinguido en el primer periodo de esta nueva fase larga de caos e inestabilidad peligrosa, con varios ensayos notables, especialmente el titulado, “Cuestiones en juego. Ideología y psicohistoria. Dimensiones rusa y mundial“.
Conviene aclarar desde el inicio que Fursov soporta un cierto desnorte en el asunto de la “raza blanca”, puesto que al parecer cree que el capital general o la oligarquía y sus aliados en particular tienen predilección por aplicar sus sistemas de despoblación únicamente a la población proletaria blanca, en posición de sobrepoblación relativa y sometida a la caida tendencial de la porción dedicada a la procreación en el salario, cuando, como va a quedar demostrado o mejor dicho, de hecho ya está demostrado en los EEUU con los afroamericanos a los que se agasajó en sus humildes barrios con el despliegue de las primeras infraestratucturas abortistas, “para liberar a la mujer trabajadora afroamericana y ayudarla a ejercer su decisión”, Fursov no entiende que la población proletaria, islámica o cristiana, de cualquiera de los colores de piel, desde las personas sobrantes a los sistemas de despoblación burgueses y de clases medias capitalistas avnzados, vive en las fisuras y entre las ruinas y se le va a aplicar la misma medicina nazi que al proletariado urbano anterior, normalmente blanco, con independencia de cual sea su color de piel, entre los miles de tonos de piel variados que le sobran a los tecnomalthusianos.
Salvo ese error, que es grave, más incluso por su ingenuidad que por su ceguera, Fursov tiene aportaciones brillantes e indespreciables para el proletariado mundial.
Cuando un perro es golpeado con un palo, para salvarlo, no le sirve morder ni el palo ni la mano, sino únicamente la garganta del que emplea el palo. Para encontrar esta garganta, hay que tener una buena idea de la estructura del mundo moderno, y conocer las fuerzas que actúan en él y sus hábitats.
Andrey Fursov
Es la creación de un nuevo conocimiento, centrado en el Gran Punto de Inflexión del siglo XXI, la formación de una “siniestra superioridad intelectual” (Carl Polanyi) sobre el enemigo, lo que constituye la primera línea en la lucha para que el máximo número de personas salga de la crisis en un mínimo de tiempo, por un mundo más igualitario y justo que el capitalista o cualquier nueva edición de la neoliberalidad en forma de sistema de castas globofascista.
¿Puede predecirse la Historia, como hace Harry Seldon en La Fundación de Isaac Asimov? O, ¿Puede construirse y desconstruirse a pedir de boca la realidad? Los sistemas históricos son habitados por humanos que no somos lineales, meros bioalgoritmos, como pretende hacerse creer. Las tendencias medias son predecibles pero no la historia, de hecho las tendencias no son determinantes porque las contratendencias surgen continuamente. La realidad es una mezcla de la tendencia estructural y la lucha de clases que contiene la espontaneidad de los actos directos humanos, siendo la mezcla dialéctica entre el factor estructural (tendencia decreciente de la tasa de ganancia y colapso de la urbanización, la procreación y el aparato productivo) y el factor humano: la lucha de clases con toda su riqueza de casuísticas de estatus, identidades, mediaciones, urgencias, sueños, optimaciones en curso y necesidades.
Tal mezcla dialéctica no permite en su multimensionalidad eliminar ninguna forma de conocimiento, ya sea literario, teológico, tradicional, no racionalista, filosofico o mundanal. Lo sistemático y lo creativo, la multidimensional masa de bagajes civilizacionales que componen la Civilización Humana, que en puridad solo es una, se nos aparece como el problema y la solución, y allí, en ese espacio, con estas urgencias y necesidades, encontraremos a Fursov, con sus limitaciones y errores pero también con sus esfuerzos y aciertos, buscando las pepitas de oro que compartir no solo con sus compatriotas rusos que tanto las necesitan en esta agresión de la oligarquía transtlántica y sus aliados, sino para compartirlos también con el proletariado mundial en sentido amplio, como las mayorías mundiales de los muchos que sufrimos la tirania de los pocos, engolados, todavía, de impunidad. Y vamos a sufrir, estamos sufriendo ya, la mayor aplicación del sistema de despoblación aplicado por la burguesía en los casi dos siglos y medio de su hegemonía clasista.
“Los primeros pasos del caos. Por qué la próxima supercrisis durará al menos hasta 2040-2050”. Por Andrei Fursov
Esta, la última gran cacería de la era del capitalismo, coronará no una crisis estructural, sino sistémica. Además, ahora nos encontramos en una situación única en la que varios ciclos largos de la historia de diferente duración terminan al mismo tiempo. El ciclo estadounidense de acumulación de capital, que comenzó a fines del siglo XIX, está terminando y no se vislumbra un nuevo ciclo. Giovanni Arrighi, quien una vez escribió el libro “El largo siglo XX”, creía que después del estadounidense comenzaría el ciclo chino de acumulación de capital. Pero algo no funciona aquí. El ciclo de hegemonía estadounidense que comenzó en 1945 está terminando. Hablamos la última vez sobre la probabilidad de una nueva hegemonía. No me repetiré. Algo extraño les ha pasado a los llamados ciclos de Kondratieff u ondas de Kondratieff, que duran 50-60 años y se dividen en fases:
a) fase formalmente ascendente o “respiro” del sistema económico;
b) fase formalmente descendente o “exhalación”.
El caso es que en 1945 rodó la 4ª ola. El paso de la fase A a la fase B se produjo en el 68-73. Y según la lógica, a finales del siglo XX, principios del XXI, debería haber comenzado una nueva ola, además, en fase ascendente. Todo sucedió exactamente al revés. La razón, en mi opinión, es bastante obvia. Kondratief desarrolló su teoría en relación con el sistema industrial de producción. Hoy, se está formando una sociedad hiperindustrial, y el capitalismo en general está respirando por última vez. Por lo tanto, no se produjo una nueva ola de desarrollo industrial y técnico.
Un poco más adelante hablaré sobre la llamada teoría de los modos tecnológicos, que está relacionada con esto. Lo único es que antes de pasar a las estructuras tecnológicas, una cosa más. La fase de crisis de las olas de la revolución de precios está en pleno apogeo hoy. Diré un poco más sobre esto. Según el concepto de oleadas de la revolución de precios en Europa, y con el surgimiento del capitalismo -en el seno del sistema de capital- se alternan largos períodos de subidas graduales de precios y recortes salariales. Ese es el deterioro de la situación económica. Disminución del nivel de consumo y calidad de vida, culminando en la fase de crisis. Y periodos más breves de equilibrio, cuando suben los salarios y bajan los precios.
No nos adentraremos mucho en la Edad Media y comenzaremos con la revolución de precios de 1480-1650. Fase de crisis 1590-1650 – absolutamente correcto – una crisis. Luego vino el balance – 1660-1730. La siguiente ola de la revolución de precios fue corta debido al inicio de la Revolución Industrial, la Revolución Francesa y las Guerras Napoleónicas. Duró sólo 80 años, 1730-1810. Fase de crisis – 1790-1810 Luego vino el equilibrio victoriano, 1820-1880. Desde la década de 1890, se ha producido una ola que se caracteriza por la desaparición gradual, la separación del dinero como tal. No entraré en detalles ahora, pero arreglaremos que 4 de las 5 funciones que realiza el dinero ya no se realizan.
Pues bien, desde la década de 1980 ha comenzado una nueva fase de crisis, que no tiene análogos en comparación con las anteriores. Todo esto cae en el inicio del siglo XXI. Es decir, aquí coincidieron los fines de varios ciclos. Resonancia de ondas de épocas.
Y esto durará al menos hasta 2040-2050, y posiblemente incluso más. ¿Por qué después? Lo que pasa es que la crisis en la que nos estamos metiendo es muy rara. Y combina las características de tres crisis sistémicas muy distintas que ya han tenido lugar en la historia, además de que tiene novedad. Pero todavía combina una serie de características que son características de crisis anteriores. Una vez lo llamé crisis de matryoshka y no voy a hablar de eso en detalle, ya había un artículo sobre este tema, puedes verlo. El punto es el siguiente.
La crisis histórica del sistema más cercana a nosotros es la crisis del feudalismo. La mitad del siglo XIV y el XVI o incluso la mitad del siglo XVII. Se convirtió en un prólogo de la tercera “Edad Oscura” europea de 1348-1648. Y coincidió con una de las fases de la Pequeña Edad de Hielo. Durante esta crisis, parte de los señores y burgueses se convirtieron, ya menudo en contra de su voluntad, en capitalistas. Y a mediados del siglo XVII tomó forma el capitalismo, a mediados del siglo XVII comenzó la era capitalista. No hubo una ruptura brusca entre finales de la Edad Media y principios de los tiempos modernos. Aunque 300 años, desde la “Peste Negra” hasta la Paz de Westfalia, Europa fue atormentada por una nueva “Edad Oscura”. Y de hecho fue la Edad Media. Este período fue iluminado en parte por el Renacimiento, que también tuvo un lado bastante oscuro y terrible, no hay necesidad de idealizar esta época. Hay una obra maravillosa “El lado oscuro del Renacimiento”. Bien, y esta época del Renacimiento se muestra muy bien en la película de Verhoeven “Flesh and Blood”. (Creo que esta es la película más fuerte de Verhoeven, ciertamente no Basic Instinct, sino Flesh and Blood y Starship Troopers).
La segunda crisis que debe mencionarse es la crisis de la antigua sociedad esclavista. No tuvo tanto éxito para el estrato dirigente de la sociedad tardoantigua como para el feudal. En realidad, comenzó en el siglo III, luego hubo una remisión de los siglos IV-V. Y en el 476, se cree que cayó Roma… Esto no es cierto. Esto es cierto, desde el punto de vista de los futuros papas. Fue muy rentable para ellos, el obispo de Roma de esa época, aparentemente, fue muy rentable registrar: todo, 476, el final de Roma. Y ahora lo único que inspira esta era es el Obispo de Roma, el futuro Papa. De hecho, la verdadera crisis comenzó a mediados del siglo VI, cuando se derrumbó la infraestructura técnica del Bajo Imperio Romano. Cuando los acueductos dejaron de funcionar y mucho, mucho más.
La crisis fue acompañada por la Gran Migración de Naciones, “barbarización”, arcaización de la otrora floreciente civilización mediterránea. Además, si hay continuidad entre la sociedad feudal tardía y la sociedad capitalista temprana, entonces no hay continuidad entre la Antigüedad tardía y el feudalismo temprano. No en términos de ciudades, de continuidad urbana, no en términos de clase dominante. Es decir, es un desfase histórico. En este sentido, esta segunda “Edad Oscura” de los siglos VI-IX dC es muy similar a la primera “Edad Oscura” de los siglos XII-IX aC.
Bueno, la tercera crisis sistémica de la que quiero hablar es la crisis del Paleolítico Superior, que duró 10-15 mil años, del 25 al 10 milenio antes de Cristo. Estuvo acompañada de los más graves cambios naturales y ecológicos y redujo la población del planeta, según los cálculos de los paleoclimatólogos en un 80%. La salida a la crisis fue la Revolución Neolítica y el nacimiento de la civilización actual, que se basa, nos guste o no, en la agricultura. Por cierto, es muy significativo que esta revolución neolítica, el surgimiento de la agricultura, el surgimiento de las ciudades, este fue el comienzo de nuestra civilización planetaria moderna en la forma en que la conocemos.
La crisis actual, los primeros pasos del comandante, aunque ya bastante pesados, que sentimos, combina las características de las tres crisis mencionadas anteriormente. Esto no significa que tengas que tener miedo. La gente puede vivir en una crisis. Además, Rusia es un país con un umbral de dolor social muy alto. Así que no debes tener miedo. Sí, y luego, es vergonzoso y demasiado tarde para tener miedo, por el contrario, es necesario comprender qué tipo de crisis se avecina para ingresar al nuevo mundo en su ola, antes que todos los demás.
Así que eso es lo que vemos en esta crisis actual. Primero, vemos el deseo de la cima de la clase capitalista mundial de convertirse en los amos del nuevo sistema, como lo hicieron los señores durante la crisis del feudalismo. Y crear un nuevo sistema. Sólo si señores, monarcas y burgueses lo hicieran espontáneamente, nadando simplemente en la leche histórica, y derribaran inesperadamente la crema agria del capitalismo. Los actuales “maestros” de la historia han estado forjando deliberadamente un nuevo sistema durante medio siglo en detrimento del 80-90% de la población mundial.
En segundo lugar, vemos algo parecido a la Gran Migración de las Naciones. Este no fue el caso durante la crisis del feudalismo. Hoy este reasentamiento son los migrantes. Las tareas de creación de un nuevo sistema están parcialmente resueltas. Sin embargo, parece que este proceso se está descontrolando, y “traerá muchos problemas” a esta arma étnica, que reproduce imágenes de la Antigüedad tardía. En tercer lugar, la crisis actual va acompañada de graves desastres naturales. Y existe una amenaza real de hambruna y disminución de la población.
Sólo en contraste con la crisis del Paleolítico Superior, donde el hambre fue una consecuencia natural espontánea de la crisis de la caza altamente especializada. Fue ella quien creó un producto importante en términos de volumen, llevó al crecimiento demográfico, que entró en conflicto con recursos limitados, hoy en día la élite mundial, esto se puede ver a simple vista, busca crear artificialmente el hambre en el mundo, lanzar nuevas epidemias. para llevar la población del planeta a 2 mil millones o incluso medio billón. Y los dedaleros actuales justifican esta necesidad de reducir la población por los recursos limitados, por un lado, por el cambio climático, que atribuyen únicamente a las actividades humanas. Hablaré sobre el cambio climático por separado, en los siguientes materiales: hay algo que considerar.
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