El rol central del abortismo en la producción social del sujeto ultraliberal o maquínico

<<< ANTERIOR   SIGUIENTE >>>

Sección V de Inteligencia Artificial y Abortismo. Tocante al contenido nazifascista de la ideologia generista del “El Patriarcado”.

La cuestión que nos interesa analizar respecto a lo que estas fuerzas políticas aliadas de clase media, -normalmente sesentayochistas neomalthusianos -, y de clase burguesa, están realizando alrededor del proletariado en relación a la reproducción biológica, es no solo que lo ocultan sino además cómo lo hacen: Por medio de una ideología ultraliberal, hoy ideología dominante, donde priman la simulación de libre albedrio y el dominio del deseo en la constitución del sujeto social básico, sobre y contra las obligaciones y oportunidades de lo colectivo comunitario que no se refieren directamente a las relaciones mercantiles.

 

Mentiras a todo trapo completamente normalizadas y de “sentido común”

 

Esta ideología tiene como uno de sus ramales fundamentales a la ideologia que podemos denominar el Abortismo Izquierdista. Lo interesante del abortismo izquierdista, – también lo hay derechista – completamente funcional al desarrollo de la explotación, es la forma desacomplejada de su exposición social en forma de hileras sucesivas de falsedades descaradas, normalmente ramatizadas por grupos de especialistas profesionales de clase media. Veamos algunas  consideraciones sobre estas falsedades evidentes que se pretende que admitamos como evidentemente u oidamente verdaderas por conveniencias políticas:

 

• “MATAR A UN EMBRIÓN ES SALUD”.

  Destruir el cuerpo de un embrión humano sano no puede ser definido, sin caer en grave impostura, como “salud reproductiva”. La naturaleza de este tipo de acto no tiene que ver con la salud física sino, más bien, con su destrucción.

• “LOS EMBRIONES HUMANOS SON SIMPLES AMASIJOS DE CÉLULAS”.

  Los embriones humanos a abortar no son simples” “amasijos de células” y el resto de los cuerpos de los seres humanos algo más importante y superior que un mero amasijo de células. En todo caso, un embrión humano sería tan amasijo de células como cualquier hijo de vecino, ni más ni menos. Pero en realidad los embriones humanos tienen una coherencia interna de función, objetivo y cuerpo propio y peculiar, en determinado estado de desarrollo, signada por su instinto hacia el principio de la consciencia individual, desde el primer segundo de su concepción.

• “LOS EMBRIONES SOLO SON UNA PARTE DEL CUERPO DE SUS MADRES”.

  Afirmar que los embriones humanos son solo una parte del cuerpo de sus madres y no cuerpos humanos diferentes al de sus madres, aunque sean dependientes de ellos, es falsear la realidad científica irrefutable, con la consecuencia de la infantilización de la parte del proletariado que, abarcado por la influencia de la hegemonia socialdemócrata y liberal, hace suya esa falsedad.

• “NO ES MATAR A UN EMBRIÓN ES INTERRUMPIR UN EMBARAZO”.

  Al proceso de matar a un embrión, que es lo que se está haciendo cuando se hace un aborto, banalizarlo llamandolo eufemisticamente “interrumpir el embarazo” lo embellece, con el resultado de la difusión masiva de la irresponsabilidad sexo-reproductiva sobre todo en el proletariado y especialmente entre las comunistas, las anarquistas y las socialistas.

• “EL DESEO DE NO ESTAR EMBARAZADA ES NO DESEAR EL HIJO”.

  Designar, previos estudios antropológicos para perfeccionar la admisibilidad del encaje legal y sico-sociocultural de la masificación del abortismo, a la depresión natural temporal materna que experimentan las mujeres en los primeros meses de embarazo, como “problemas sicológicos” justificadores del aborto, falsea el carácter natural del proceso depresivo, de índole creativa, para desresponsabilizar al entorno social de la persona inmersa en ese proceso de procreación de un nuevo ser humano y engañarla.

• “INTERRUMPIR EL EMBARAZO ES LEGAL Y NO TIENE CONSECUENCIAS NEGATIVAS PARA NADIE”.

  Una planificación comunista familiar libre individual y colectiva no puede hacerse en base a mentiras y falsedades, incluso aunque se haga fundada en una legitima moderación reproductiva, y no tiene nada que ver con la planificación centralizada de la esterilización de masas proletarias ni con su principal herramienta, el abortismo en que la eugenesia, el malthusianismo, el darwinisimo social y las condiciones capitalistas realmente existentes. 

 

La maquinización original

 

El abortismo es fundamental para el desarrollo del capitalismo, sin él no es rentable. La difusión del abortismo presupone de hecho un tipo de sujeto capitalista al que sin embargo reproduce y potencia. El desarrollo e industrialización del abortismo exige primero una autorelación en forma de interiorización maquínica en los seres humanos, en ella la materia viva humana hasta su ser completo no es considerada más que un recurso natural, incluso los cuerpos individuales enteros, como son los de los embriones humanos, tienden a devenir mera materia como objeto de trabajo.

La maquinización original permite disociar fuerza de trabajo y tiempo corporal, pero aplicado esto a una completa edad de los seres humanos sacándolos de la humanización social, reduciéndolos por el embudo de la apriorística materialización maquínica, a someterlos a una cosificación radical, hasta el punto que en esta ideología ultraliberal los embriones humanos termina siendo Cosa y no Ser, pero no cualquier Cosa, sino cosa sin valor. Por esto hablamos de seres humanos ubicados a la periferia del valor.

 

 

El desarrollo del abortismo, – flanqueado por estas condiciones de desarrollo; materiales, por la tendencia decreciente de la tasa de ganancia; sociales, como forma de reducir los efectos inmediatos de las miserias de explotación; e ideologicas, con la instauración en el entendimiento proletario y en el entendimiento común generalizado del entendimiento capitalista normal de la persona proletaria como cosa y no ser -, resuelve una enorme masa de problemas a la formacion económico-social capitalismo.

Si bien es incontestable que el abortismo reduce la tasa de natalidad es posible que aumente el número de concepciones de seres humanos. Esto es debido es que con el abortismo la corriente principal de la sexualidad humana queda aparente y voluntaristamente separada de la reproducción biológica, descomprimiendo fuelle en las tensiones político-sociales de los capitalismos desarrollados o en desarrollo, y desgastando fuerzas en el proletariado. Sobre todo en el fordista y toyotista, todas las relaciones socio-reproductivas y sexuales anteriores se desmoronan como un castillo de naipes, pero con ellas las relaciones de parentesco, y todos los modelos anteriores de sexualización y reproducción… excepto uno, aquel en el que haya solvencia, la totalidad concreta de la sociedad civil que es básicamente las familias está condicionada a esta condición de solvencia y rentabilidad, y no al reves, de manera que por ejemplo no es la familia nuclear condición de solvencia y rentabilidad, sino la solvencia y la rentabilidad condición de existencia de la familia nuclear.

La maquinización de la familia para su centralización, control y mando

La mayor parte de la humanidad excluida nombrada como superflua lo primero que pierde de verdad es su familia, pero precisamente en ese contexto es cuando las fuerzas políticas de clase media nos informan de su rechazo a la familia nuclear, por patriarcal. Esto significa que el proyecto personal liberal (de movilidad social ascendente, normalmente frustrada) inividual está por encima de las obligaciones colectivas familiares de ese mismo sujeto individual, excepto si hay un capital poseido en familia. esto es lo que está defendiendo los ultraliberales incluso hacièndose pasar por comunistas. Una vez masificado el abortismo, popularizado y normalizado en el entendimiento general como legitimo y positivo, este se reproduce de manera retroalimentaria con el desarrollo de la explotación, pero no de cualquier manera.

 

<<< ANTERIOR   SIGUIENTE >>>

---