Acerca del bluf sobre que Marx avaló la idea de que las mujeres constituyen una clase social

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Sección I de Inteligencia Artificial y Abortismo. Tocante al contenido nazifascista de la ideologia generista del «El Patriarcado».

 
 
Tras la muerte de Domenico Losurdo la web oportunista feminitarista Lahaine.org resucita un texto erróneo suyo repleto del sentido común pro feminitario «comunista» de clase media, sin comillas, típico de nuestro ambientalmente pegajoso toyotismo sesentayochista de cada día. En ese texto Losurdo afirmaba indirectamente, basándose en Engels y supuestamente en Marx, que las mujeres formarían una clase social: La condición de la mujer y la «primera opresión de clase». Por supuesto, Losurdo realizó muchas aportaciones positivas a lo largo de su vida, pero esta aproximación a la condición antropológica femenina es manifiestamente errónea.
 


 

Luz de Gas de clase media tergiversando las equivocaciones de Engels


 

En relación con la familia, lo que Losurdo (o su traductor) dicen en ese artículo que Engels escribió es:

 
«la familia nuclear moderna se basa en la esclavitud doméstica, abierta o disimulada, de la mujer»
 

 
Lo que realmente escribió Engels fue:
 

 
The modern individual family is founded on the open or concealed domestic slavery of the wife, and modern society is a mass composed of these individual families as its molecules.
La familia individual moderna está fundada en la esclavitud doméstica abierta u oculta de la esposa, y la sociedad moderna es una masa compuesta de estas familias individuales como sus moléculas. ”

Frederick Engels. 1884.  Origins of the Family, Private Property, and the State. II. The Family 4. The Monogamous Family (1)

 

 
Engels escribió el concepto familia individual, no el de familia nuclear, y, sobre todo, escribió el concepto esposa, no el concepto mujer.
Con el concepto ‘esposa’ Engels se refería a una mujer coparticipe con un varón en un matrimonio, lo que en la sociedad capitalista moderna del siglo XIX implicaba una relación jurídico-familiar y político-social especial. El problema en esta mala transcripción de Losurdo [o su traductor (2)] de las afirmaciones de Engels consiste en que las familias nucleares concretas, unidades de relación social convivencial compuestas por un hombre y una mujer, pueden estar o no en esa relación jurídico-familiar y politico-social «matrimonial» históricamente determinada.
Losurdo (o su traductor) consciente o inconscientemente deforman lo afirmado por Engels porque en las condiciones actuales, en la sociedad posmoderna capitalista, – que recién deja la fase toyotista, basada en el aumento, diversificación y masificación de la competencia interna en el proletariado y las clases medias entre productores incluso en razón de pertenencia a diferentes sexo-géneros, para entrar en la fase robótica de la acumulación de capital basada en el incremento e intensificación de la obediencia social productiva y reproductiva de cada individuo a las indicaciones ganaderas humanas de la alianza de clases capitalistas dominante en el proceso de producción de plusvalía -, la situación jurídica y económica de las mujeres respecto a su participación en una familia nuclear ha variado sustancialmente en función del gran desarrollo de las fuerzas productivas y las intensas transformaciones políticas habidas en este lapso histórico.
 

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Las diferencias entre la familia nuclear y el Matrimonio, y entre el siglo XIX y el siglo XXI

 
Aquella esposa que padecía la “esclavitud” doméstica en 1884 en Inglaterra, Francia o Alemania tenía que ser monógama, pero no así su marido; No tenía derecho al divorcio, no trabajaba a cambio de un salario individual sino que trabajaba en casa sostenida por el salario familiar del marido, no tenía derecho a abortar en ningún caso ni medios anticonceptivos, tampoco tenía derecho al voto, debía tener varios hijos en su juventud soportando una mortalidad de su progenie enorme y un riesgo de muerte en el parto al menos 20 veces superior al actual, no disponía de electrodomésticos, gestionaba la ropa familiar incluso confeccionándola, y la alimentación familiar, incluyendo la compra de productos, el procesado de alimentos y la limpieza de la cocina, así como del resto de la casa y la crianza, educación y formación de varios niños y adolescentes, pero, a la vez, debido a su dependencia económica y jurídica estaba sometida sin escapatoria posible a los abusos narcisistas de todo tipo que le plugieran hacer al varón que hubiera llegado a ser su compañero.
La posición de rechazo, solidaridad y denuncia de Engels de esta situación es, pues, justa, y se comprende fácilmente que las mujeres proletarias no quieran bajo ningún concepto ni estar ni volver a estar en esa situación. Pero traer la afirmación de Engels como imagen ilustrativa de lo que está ocurriendo ahora en las formaciones económico-sociales de los paises capitalistas centrales presenta varias graves contradicciones con la realidad que, sin embargo, no impiden que los cuadros activistas de las fuerzas políticas y sociales de clase media sesentayochistas lo hagan. Y lo hacen manipulando esos sobrentendidos históricamente determinados en Engels, reiteradamente, para explicar la situación historica actual de las mujeres, con esas imágenes del siglo XIX y del fordismo del siglo XX, a las mujeres proletarias comtemporáneas que están entrando actualmente en la fase de la robotización.
Sin embargo, ocurre que en la sociedad capitalista posmoderna las mujeres no están sometidas a la «esclavitud» doméstica, sino que las mujeres proletarias están sometidas a la “sujección” estresante de los niveles de productividad requerida y a las servidumbres de la competencia capitalista, tanto si se encuentran formando en una familia nuclear como si no. Por esto, existiendo diferencias tan sustanciales como las que hemos visto entre la esposa media del siglo XIX y gran parte del siglo XX y la mujer media del siglo XXI y del final de la fase toyotista y el principio de la robotización, la afirmación de Losurdo ( o de su traductor) no contiene en realidad una solidaridad especial a favor de las mujeres proletarias oprimidas por las relaciones sociales de reproducción y el modo de existencia realmente vigentes para ellas, por lo que estas se diferencian de las que soportan los hombres de su misma clase, sino un rechazo encubierto a la familia nuclear.
Pero la familia nuclear, – que no es reducible al Matrimonio, ni al actual ni al del siglo XIX -, es la relación entre dos personas de sexos opuestos basada normalmente en la monogamia (tener hijos con una única pareja) y cuya existencia y reproducción depende de la fidelidad y la confianza mutuas. La afirmación de Losurdo confunde ambas categorías y generando esta Luz de Gas dá así medios para intensificar la explotación del proletariado a la alianza política estructural de la clase media y la burguesía.
Ni la familia nuclear es el Matrimonio, ni el Matrimonio es hoy una norma social que abarque a todas las mujeres proletarias. El matrimonio es cada vez más raro en las parejas proletarias por estar basado necesariamente en el Salario Familiar Proletario y este depender del ciclo industrial y el grado de desarrollo de la composición orgánica del capital, y estar este salario familiar en descomposición para grandes masas proletarias hacia un salario individual que no incluye como rubrica los medios de consumo necesarios para la perpetuación familiar del productor explotado. El matrimonio es más frecuente en la burguesía y las clases medias (pequeña burguesía, funcionariado, aristocracia obrera y fracciones de técnicos) al ser sostenible por sus más o menos grandes ingresos capitalistas y propiedades privadas. En todo caso, quede claro que entre rechazar la formas explotadoras y opresoras del matrimonio capitalista  y rechazar a la familia nuclear en general hay una diferencia sustantiva que encierra un paso cualitativo en una dirección claramente anti proletaria.
Lo que la clase media programada con la ideología nazifascista de laboratorio del El (anti)(hetero) Patriarcado nos ha venido explicando es que Engels supuestamente dejó demostrado el caracter opresor apriorístico de la familia monogámica, o más aún, nuclear, contra «la mujer». Ciertamente, Engels sugirió que Marx avalaba esa idea y que incluso habría sido su impulsor original, lo cual dejaría a la poligamía legitimada como una práctica progresista, mas ocurre que los datos que disponemos a propósito del Cuello de Botella Neolítico respecto a la poligamia desmienten radicalmente semejante afirmación, y que las líneas teóricas de Marx y Engels no coincidían.
Esta cuestión es especialmente importante ahora porque el rechazo a la familia nuclear se ha convertido en el sentido común sesentayochista y en el canón que las clases medias imperiales políticamente hegemónicas imprimen, con sus medios de difusión superiores, en la consciencia de las masas y en el movimiento proletario. Un canon, en definitiva, cuya aceptación acrítica implicaría admitir determinadas enormes consecuencias históricas contra el proletariado bajo la justificación de que supuestamente sería por su propio bien «anti hetero patriarcal».

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El pensamiento de Marx respecto a la familia

 

 
 
Recordemos que  Engels redactó, publicó y reeditó varias veces, durante décadas, junto a Marx en El Manifiesto Comunista (1848) la siguiente consideración politica acerca de la familia:
 
 

 
¡Abolición de la familia! Al hablar de estas intenciones satánicas de los comunistas, hasta los más radicales gritan escándalo. Pero veamos: ¿en qué se funda la familia actual, la familia burguesa? En el capital, en el lucro privado. Sólo la burguesía tiene una familia, en el pleno sentido de la palabra; y esta familia encuentra su complemento en la carencia forzosa de relaciones familiares de los proletarios y en la pública prostitución. Es natural que ese tipo de familia burguesa desaparezca al desaparecer su complemento, y que una y otra dejen de existir al dejar de existir el capital, que le sirve de base. ¿Nos reprocháis acaso que aspiremos a abolir la explotación de los hijos por sus padres? Sí, es cierto, a eso aspiramos. Pero, decís, que pretendemos destruir la intimidad de la familia, suplantando la educación doméstica por la social. ¿Acaso vuestra propia educación no está también influida por la sociedad, por las condiciones sociales en que se desarrolla, por la intromisión más o menos directa en ella de la sociedad a través de la escuela, etc.? No son precisamente los comunistas los que inventan esa intromisión de la sociedad en la educación; lo que ellos hacen es modificar el carácter que hoy tiene y sustraer la educación a la influencia de la clase dominante. Esos tópicos burgueses de la familia y la educación, de la intimidad de las relaciones entre padres e hijos, son tanto más grotescos y descarados cuanto más la gran industria va desgarrando los lazos familiares de los proletarios y convirtiendo a los hijos en simples mercancías y meros instrumentos de trabajo.

Manifiesto del Partido Comunista Por K. Marx & F. Engel

 

 
36 años después de la redacción de este manifiesto, en El origen de la Familia, la Propiedad y el Estado, publicado en 1884, Engels basaba sus opiniones respecto a la familia en la siguiente afirmación, que asignaba en origen a Marx:
 
 

 
«La familia moderna contiene en germen, no sólo la esclavitud (servitus), sino también la servidumbre, y desde el comienzo mismo guarda relación con las cargas en la agricultura. Encierra, in miniature, todos los antagonismos que se desarrollan más adelante en la sociedad y en su Estado».
 

 
Pero 38 años antes, en un cuaderno de trabajo de coordinación teórica y autoría conjunta suya y de Marx, no orientado a su publicacion pero que finalmente no pudo ser publicado, La Ideología Alemana, y no publicado hasta después de la muerte de ambos, probablemente por Kautsky, por Riazanov en 1932, allí los dos teóricos amigos escribían lo siguiente respecto a la familia:
 

 
«En esta fase, la división del trabajo se halla todavía muy poco desarrollada y no es más que la extensión de la división natural de trabajo existente en el seno de la familia. La estructura social, en esta etapa, se reduce también, por tanto, a una ampliación de la familia: a la cabeza de la tribu se hallan sus patriarcas, luego los miembros de la tribu y, finalmente, los esclavos. La esclavitud latente en la familia va desarrollándose poco a poco al crecer la población y las necesidades, al extenderse el intercambio exterior y al aumentar las guerras y el comercio de trueque»

[3. Producción y trato. División del trabajo y formas de propiedad: tribal, antigua y feudal]
Feuerbach Oposición entre las concepciones materialista e idealista (Primer Capitulo de La Ideología Alemana)[1] 1846

 

 
Más adelante, los autores estimaban que:
 

 

«[19] La forma de trato condicionada por las fuerzas productivas existentes en todas las fases históricas anteriores y que, a su vez, las condiciona es la sociedad civil, que, como se desprende de lo anteriormente expuesto, tiene como premisa y como fundamento la familia simple y la familia compuesta, lo que suele llamarse la tribu, y cuya definición queda precisada en páginas anteriores. Ya ello revela que esta sociedad civil es el verdadero hogar y escenario de toda la historia y cuán absurda resulta la concepción histórica anterior que, haciendo caso omiso de las relaciones reales, sólo mira, con su limitación, a las resonantes acciones y a los actos del Estado. Hasta ahora no hemos examinado más que un solo aspecto de la actividad humana: la transformación de la naturaleza por los hombres. El otro aspecto es la transformación de los hombres por los hombres. [xxiv]»

[5. Desarrollo de las fuerzas productivas como premisa material del comunismo] Feuerbach Oposición entre las concepciones materialista e idealista (Primer Capitulo de La Ideología Alemana)[1] 1846

 

 
Las negritas son mías. Esto está escrito en 1846, pero en 1867, 19 años después, Marx en El Capital incluye este mismo pensamiento en un apartado concreto del Libro Primero, que precisamente es el único de segura autoría suya y publicado por él mismo, que procedo a citar, pidiendo disculpas de antemano, in extenso:
 

 
«La división del trabajo dentro de la sociedad, con la consiguiente adscripción de los individuos a determinadas órbitas profesionales, se desarrolla, al igual que la división del trabajo dentro de la manufactura, arrancando de puntos de partida contrapuestos. Dentro de la familia,(26) y más tarde, al desarrollarse ésta, dentro de la tribu, surge una división natural del trabajo, basada en las diferencias de edades y de sexo, es decir, en causas puramente fisiológicas, que, al dilatarse la comunidad, al crecer la población y, sobre todo, al surgir los conflictos entre diversas tribus, con la sumisión de unas por otras, va extendiéndose su radio de acción. De otra parte, brota, como ya hemos observado, el intercambio de productos en aquellos puntos en que entran en contacto diversas familias, tribus y comunidades, pues en los orígenes de la civilización no son los individuos los que tratan, sino las familias, las tribus, etc. Diversas comunidades descubren en la naturaleza circundante diversos medios de producción y diversos medios de sustento. Por tanto, su modo de producir, su modo de vivir y sus productos varían. Estas diferencias naturales son las que, al entrar en contacto unas comunidades con otras, determinan el intercambio de los productos respectivos y, por tanto, la gradual transformación de estos productos en mercancías. No es el cambio el que crea la diferencia entre las varías órbitas de producción; lo que hace el cambio es relacionar estas órbitas distintas las unas de las otras; convirtiéndolas así en ramas de una producción global de la sociedad unidas por lazos más o menos estrechos de interdependencia. Aquí, la división social del trabajo surge por el cambio entre órbitas de producción originariamente distintas, pero independientes las unas de las otras. Allí donde la división fisiológica del trabajo sirve de punto de partida, los órganos especiales de una unidad cerrada y coherente se desarticulan los unos de los otros, se fraccionan –en un proceso de desintegración impulsado primordialmente por el intercambio de mercancías con otras comunidades– y se independizan hasta un punto en que el cambio de los productos como mercancías sirve de agente mediador de enlace entre los diversos trabajos. Como se ve, en un caso adquiere independencia lo que venía siendo dependiente, mientras que en el otro, órganos hasta entonces independientes pierden su independencia anterior. La base de todo régimen de división del trabajo un poco desarrollado y condicionado por el intercambio de mercancías es la separación entre la ciudad y el campo. (27) Puede decirse que toda la historia económica de la sociedad se resume en la dinámica de este antagonismo, en cuyo análisis no podemos detenernos aquí.»
El Capital. Crítica de la economía política.
Libro Primero EL PROCESO DE PRODUCCION DEL CAPITAL.
Sección Cuarta. LA PRODUCCION DE LA PLUSVALIA RELATIVA.
CAPÍTULO XII DIVISIÓN DEL TRABAJO Y MANUFACTURA.
4. División del trabajo dentro de la manufactura y división del trabajo dentro de la sociedad
 

 
En la nota 26, que es de Engels, incluida en la tercera edición de El Capital, este afirmó que «Posteriores y muy concienzudos estudios sobre la prehistoria humana llevan al autor posteriormente a la conclusión de que, en un principio, no fue la familia la que se desarrolló para formar la tribu, sino que, por el contrario, ésta constituye la forma primitiva y natural de las asociaciones humanas basadas en los vínculos de sangre, de la que luego, al disolverse, surgen las múltiples formas de familia«. En la nota 27 Marx se refiere al plagio de Steuart por parte de Malthus de sus materiales de estudio de la contradicción campo-ciudad.
Lo que aquí queda puesto de relieve es que Marx no desarrollo la idea de la división natural del trabajo hacia la creencia de un caracter de clase de las mujeres en relación con su división fisiológica del trabajo de producción de los seres humanos sino hacia el descubrimiento de una doble dialéctica, originada en la transformación de los hombres por la naturaleza, desplegado su resultado continuo hacia la transformación de los hombres por los hombres mismos, en relación con el desarrollo de las fuerzas productivas y, en ese desarrollo, resolviéndose en la contradicción entre centros y periferias de circulación del valor.
 

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La familia como marco de opresión o como sujeto y/o objeto de explotación

 
Aclaro que el pensamiento de Marx en relación con la familia y el de Engels diferían sustancialmente. Engels tuvo un indudable sesgo anti familia del que Marx carecía. Marx  normalmente ponía a la familia en la perspectiva de la lucha de clases, entendiendo la población y las formaciones sociales como masa de familias divididas en clases, no se centraba en las familias como marcos de explotación sino, con todas sus contradicciones, como objetos y sujetos de explotación. Esto es, no desconociendo que las familias están divididas entre familias explotadas y familias explotadoras dependiendo la clase a la que pertenecen e incluso divididas en clases internamente. Conviene aclarar que el pensamiento teórico burgues de clase media ultraliberal actual, precisamente basándose en Engels, hace caso omiso de este doble caracter y sus implicaciones, e insiste en que la familia nuclear es un marco de opresión y explotación de las mujeres con independencia de su clase, y no un sujeto o un objeto de opresión y explotación.
Marx, como se puede comprobar, dificilmente pudo llegar a la conclusión, más allá de las dudas de unos días, de que primero fue la tribu y luego la familia nuclear, pues pensaba en términos de familia simple (familia nuclear) y familia compuesta (tribu) como fundamentos de la Sociedad Civil, es decir, dialécticamente en términos de que el movimiento de lo compuesto brota del movimiento de lo simple. Ahora bien, Sociedad Civil es aquello social organizado que no es ni puede ser Estado, y si la disolución de las clases sociales conlleva la abolición del Estado mediante la dictadura revolucionaria del proletariado en si, esto no es otra cosa que la Sociedad Civil Revolucionaria, la masa de millones de familias simples y familias compuestas de una clase concreta, el proletariado, puestas históricamente en marcha como clase en si. Marx lo describe así:
 
 

 

«En la medida en que millones de familias viven bajo condiciones económicas de existencia que las distinguen por su modo de vivir, por sus intereses y por su cultura de otras clases y las oponen a éstas de un modo hostil, aquéllos forman una clase. Por cuanto existe entre los campesinos parcelarios una articulación puramente local y la identidad de sus intereses no engendra entre ellos ninguna comunidad, ninguna unión nacional y ninguna organización política, no forman una clase. Son, por tanto, incapaces de hacer valer su interés de clase en su propio nombre, ya sea por medio de un parlamento o por medio de una Convención. No pueden representarse, sino que tienen que ser representados.

El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte». Karl Marx

 

 
Como puede comprobarse, los corpus teóricos de Marx y de Engels relativos a la familia son diferentes. El de Engels parte de la idea de que la familia en si es la base de la opresión por la opresión presuntamente estructural mediante la familia de las mujeres por los hombres,  Marx, por el contrario, sostiene que la base de la explotación comienza en la división social del trabajo en donde se incluye, – esto es, tras ser determinada y transformada por la lucha por la producción -, la división natural o fisiológica del trabajo, organizado en la dialéctica familia simple / familia compuesta, lo que se escala a traves del intercambio de mercancias en la contradicción campo-ciudad, – es decir, centros-periferias de circulación del valor -, de la que dice que toda la historia económica de la sociedad se resume en la dinámica de este antagonismo.
Por supuesto, Marx no solo considera a la familia proletaria como condición de existencia de la clase, y observa todo el mecanismo de la división social del trabajo y el intercambio de mercancias y sus antagonismos como una totalidad en movimiento en la que la división en clases sociales producirá el esclavismo y la servidumbre (no domésticos sino de clase), que es a lo que se refiere Marx, y cuya contradicción básica Engels desplaza desde la profundización en la complejidad de la división social del trabajo a la simplificación, insostenible, de una dominación apriorística machos-hembras humanos en la familia nuclear.
Lo que normalmente hemos venido viendo y seguiremos viendo en los sesentayochistas es el total desistimiento de investigar y desarrollar las posiciones de Marx respecto a la familia, como objeto y sujeto de opresión y explotación, para irse de picnic durante un siglo entero a las ideas de Engels de la familia como marco de explotación. No es una casualidad. Pero el bluf más divertido, despues de un siglo en el que el proletariado fue abatido por la clase media organizada en la socialdemocracia alemana y rusa en la revolución europea de 1917 a traves del asesinato de Rosa Luxemburgo, el aplastamiento del movimiento proletario espartaquista y el sometimiento del control obrero, es la afirmación de que Marx sostuvo que las mujeres forman una clase social, que todo socialdemócrata oportunista tiene que repetir como un loro para demostrar que es un marxista heterodoxo, y por lo tanto un sesentayochista eternamente moderno…
 

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La primera explotación de clase y las enseñanzas de la lucha de clases primitiva

 
Vamos a ver las pruebas que hay sobre la supuesta afirmación de Marx de que las mujeres constituyen una, la primera, clase social:
 

 
En un viejo manuscrito inédito, escrito por Marx y por mí mismo en 1846, [La referencia aquí es a la ideología alemana , publicada después de la muerte de Engels – Ed.] Encuentro las palabras: «La primera división del trabajo es aquella entre hombre y mujer para la propagación de los niños». Y hoy puedo agregar: la primera oposición de clase que aparece en la historia coincide con el desarrollo del antagonismo entre el hombre y la mujer en el matrimonio monógamo, y la primera opresión de clase coincide con la del sexo femenino por el masculino. El matrimonio monógamo fue un gran paso histórico; sin embargo, junto con la esclavitud y la riqueza privada, abre el período que ha durado hasta hoy en el que cada paso adelante es relativamente un retroceso, en el que la prosperidad y el desarrollo para algunos se gana a través de la miseria y la frustración de los demás. Es la forma celular de la sociedad civilizada, en la que ya se puede estudiar la naturaleza de las oposiciones y contradicciones plenamente activas en esa sociedad.

Origins of the Family, Private Property, and the StateII. The Family 4. The Monogamous Family. Frederick Engels

 

 
Es decir:
 

 
In an old unpublished manuscript, written by Marx and myself in 1846, [The reference here is to the German Ideology, published after Engels’ death – Ed.] I find the words: “The first division of labor is that between man and woman for the propagation of children.” And today I can add: The first class opposition that appears in history coincides with the development of the antagonism between man and woman in monogamous marriage, and the first class oppression coincides with that of the female sex by the male.
 

 
Es una manipulación vertiginosa. Evidentemente, excepto para quien esté obnibulado por un siglo de destructivas nieblas reformistas, esta afirmación de Engels es INSOSTENIBLE. No, la primera oposición de clase que apareció en la historia no coincidió con el desarrollo de la antagonía entre el hombre y la mujer coparticipes en el matrimonio monogámico. Engels dió aquí un salto insostenible, las clases no se forman meramente en relación con la posición en la división social del trabajo sino concretamente en relacion con la distinta posición en el aparato productivo y la diferente apropiación del producto y el plusproducto social.  De otro lado, como veremos con gran claridad en el capítulo sobre el Cuello de Botella Neolítico del cromosoma Y, la dialéctica general de la que surgió la tendencia monogámica universal de la época de la Estatización (que no tenía nada que ver con la monogamia con embudo del matrimonio burgués del siglo XIX que, en realidad, era poligamia solo para bigmens) ya presuponía la existencia de clases sociales.
Para dejarlo claro, la idea de que las mujeres constituyen una clase social es una posición de Engels, sin base teórica real correcta y suficiente, que no puede asignarse a Marx, el cual 40 años después de escribir las notas sobre la división natural del trabajo en el cuaderno de «La ideología alemana» como una tormenta de ideas como una coordinación de posiciones teóricas, ya en El Capital, cuando retoma esa idea básica de la división natural del trabajo en el Libro Primero de El Capital no la desarrolla en la dirección que Engels luego la desarrollará, ni da la buena nueva que Engels proclamará después, sino que la desarrolla hacia la idea de la contradicción Campo / Ciudad, finalmente en la dialéctica de la contradicción centros / periferias en la circulacion del valor.
¿Y qué se puede añadir a esta observación despues de décadas de sufrimiento bajo los sesentayochistas, claros sucesores de los Bernstein, Eber y Kaustky, emboscados en un Engels supuestamente heterodoxo, desorientándonos en relación con las vigorosas teorías liberadoras de Marx para lanzarnos a invenciones erróneas como que «las mujeres forman una clase social» en lugar de una condición antropológica. En último análisis; o tenía razón Marx en El Capital o tenía razón Engels en La Familia, la Propiedad y el Estado.
La primera opresión y explotación de clase es la que ejercieron los y las campesinas sedentarios contra las poblaciones cazadoras-recolectoras de menor grado de desarrollo de sus periferias que pueden ser descritas como clases cazadoras-recolectoras nómadas mesolíticas o clases nomadas. TENÍA RAZÓN MARX. Esto es, el análisis histórico de la dialéctica de la acumulación, concentración y centralización de valor y de la existencia de centros continuamente deficitarios de materias primas y fuerza de trabajo y periferias continuamente explotadas y área sometida a ser base de expansión, conduce a despejar cuál fue la verdadera primera opresión de clase.
Las mujeres no son una clase social, las clases sociales no se forman en la reproducción biológica sino en la producción de los medios materiales de consumo, en la lucha por la producción o lucha de los seres humanos por la existencia en la naturaleza, la reproducción biológica depende de la producción social, es el factor dependiente. El desarrollo de las fuerzas reproductivas depende de manera inmediata del desarrollo de las fuerzas productivas. Las clases sociales se forman en la producción y cada clase dispone de unas condiciones de reproducción biológica diferentes por ello, lo que se expresa de forma diferente en los hombres y mujeres de cada clase, que padecen o gozan, o ambas cosas a la vez, de muy diferentes Configuraciones Historicas de los Roles de Género, propia de la división natural del trabajo, dependiendo de las formas clasistas de estos, lo que, con la escusa de que las mujeres “son una, la primera, clase social”, en lugar de una condición antropológica esencial, olvida Losurdo en sus afanes de simpatía por feminitaria, claramente interclasista. Pero al olvidar esto olvida que la reproducción biológica del proletariado solo puede ser una producción de capital (subsunción real de la reproducción del proletariado por el capital), o una autoreproducción. Esto es necesariamente así porque las mujeres, al igual que los hombres, son en esta época de la historia, cuando menos, dos clases sociales, y no una como sostiene el reformismo.
El resultado de los errores teóricos acumulados, demasiadas veces voluntarios, de los sesentayochistas y sus precedentes socialdemócratas, es tendencialmente la desaparición de todas las líneas géneticas proletarias contemporáneas, como iremos viendo en este ensayo, tanto masculinas como femeninas, en la dialéctica de tiempos largos.
 
K.A.García-Salmones
Euskal Herrian, 23-7-2018
 

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Notas y Referencias

(1) Frederick Engels. 1884.  Origins of the Family, Private Property, and the State. II. The Family 4. The Monogamous Family
https://www.marxists.org/archive/marx/works/1884/origin-family/ch02d.htm
 
(2) Los fraudes en las transcripciones de las afirmaciones de Engels respecto a la familia son bastante normales y rutinarios por parte de los cuadros de clase media que infiltran ideología burguesa anti familia en el proletariado. Por ejemplo, el caso de Sharon Smith es muy ilustrativa de esta tendencia en la fracción aristócrata obrera de la clase media imperial «de izquierdas». Veáse el comentario Glosas marginales a «feminismo marxista», en «Feminismo marxista» de Ángeles Maestro.
 


 


 

INTELIGENCIA ARTIFICIAL Y ABORTISMO.

Tocante al contenido nazifascista de la ideología generista del «El Patriarcado».

Por K.A. García-Salmones

 

Índice

 

Entradilla

 

  1. Acerca del bluf sobre que Marx avaló la idea de que las mujeres constituyen una clase social. Luz de Gas de clase media tergiversando las equivocaciones de Engels / Las diferencias entre la familia nuclear y el Matrimonio, y entre el siglo XIX y el siglo XXI / El pensamiento de Marx respecto a la familia / La familia como marco de opresión o como sujeto y/o objeto de explotación / La primera explotación de clase y las enseñanzas de la lucha de clases primitiva / Notas
  2. Cuello de Botella Neolítico del Cromosoma Y y Estatización; la equivocación de Engels. La diversidad mitocondrial y la dialéctica Poligamia/Monogamia / El muy profundo Cuello de Botella del Cromosoma Y del Neolítico / Crecimiento poblacional y migraciones de colonización / Despaleolitización Violenta y Eliminacion de Población Sobrante a la Reproducción antes que Guerras de Clanes Patrilineales / El papel de la poligamia en la Estatización / Notas
  3. La vida de los hombres proletarios (NO les) importa. Metabolización de los sobrantes y dialéctica de los tiempos largos / Las desigualdades en la esperanza de vida entre varones y féminas / El ocultamiento del condicionamiento negativo de clase más grave en el proletariado masculino / La dinámica global de los androcidios / Notas
  4. La baja natalidad recrudece la mortalidad del proletariado masculino. El crecimiento de la disparidad de duración de la vida por sexo-géneros a partir de 1880 / El experimento de Exeter / La Ley General de la Acumulación de Capital en la reproducción proletaria / Efectos pro poligámicos y de diferentes mortalidades prematuras en el proletariado masculino por la desigualdad de ingresos / Notas
  5. El carácter masivo del abortismo. Las posiciones estratégicas anti malthusianas de Marx / La transformación del marxismo en neomalthusianismo a manos de la socialdemocracia / Alexandra Domontovich / La explosión del abortismo legal en la URSS / La autopositivización de la masificación del abortismo / La industrialización del abortismo como modo de estabilización de la ganancia y formación de clases medias temporales / Machos alfa de clase media, entre el poliamor, la anti heteronormatividad y el disciplinamiento del proletariado / El abortismo en la dialéctica de los tiempos largos / Notas
  6. El rol central del abortismo en la producción social del sujeto ultraliberal o maquínico.
  7. Inteligencia artificial hacia la producción de consciencia humana artificial y abortismo destruyendo consciencia humana natural.
  8. Las grandes sustituciones genéticas y las crisis históricas de modo de producción.

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