[Neoeugenesia y Concepción Artificial] Tocante a los crímenes tecnomalthusianos de los Padres Tecnológicos saturnalistas: Izpisua tenía el deber de cuidar a sus (132) hijos humanoides concebidos artificialmente

[Versión 3 | Corrección 194]

Aviso a los lectores

A los lectores que hayan seguido la recomendación del audio de volver a leer el artículo, decirles que hay un articulo nuevo que desarrolla esta grave temática biológico política de la procreación artificial y la neoeugenesia tecnomalthusiana:

QUOSQUE TAMDEM SOCIALDEMOCRACIA: Congreso internacional tecnomalthusiano en Bilbao para legalizar la esclavitud poshumanista de 668.000 humanos

ÍNDICE

Entradilla

Íntroducción

Entradilla

Incluyo la cuarta versión de este artículo sobre el  creciente despliegue productivo y lanzamiento público de los nuevos desarrollos de la tecnología de concepción humana extrauterina – clásicamente llamada ‘In Vitro’ por hacerse en probeta de vidrio -. 

La concepción in vitro está siendo orientada por la burguesía y las clases medias tecnomalthusianas hacia la clonación humana y la mezcolanza genómica para producir tejidos y órganos humanos y procrear extraútero humanoides como biomateria primaria objeto de trabajo, significando una verdadera  bioindustrialización del capital postoyotista en la fase de la Robotización.

Esta tecnología ‘in vitro’ es la base necesaria para el desarrollo de la ectogenésica que promueven los neoeugenesicos, que ya consideran amortizados los resultados de la II Guerra Mundial, quienes claramente están dando pruebas de tendencia al totalitarismo sino al nazifascismo.

A medida que se despliega esa infraestructura para la búsqueda de sus objetivos darwinistas clasistas y de acumulación de capital emerge la mayor agresión contra el proletariado mundial cometida por la burguesía y las clases medias tecnomalthusianas hasta la fecha.

Primero vino la concepción extrauterina, ahora viene la gestación extrauterina y la consideración de los seres humanos como materia y objeto de trabajo, en un nuevo desarrollo plusvalista en un plano superior de la contradicción entre la burguesía y el proletariado mundial.

En esta tercera versión del artículo incluyo la distinción concreta entre las nociones de Fertilización In Vitro y Fecundación In Vitro, que son nociones descriptivas reduccionistas e incorrectas para definir el proceso concreto realmente culminado, y la noción correcta de Concepción In Vitro para describir la actividad de esa industria.

Esta distinción es importante porque donde hay concepción hay padres, y donde hay padres hay deberes, al contrario de lo que pretenden imponer los sectores que están convergiendo actualmente en la formación del malthusianismo de 4ª generación, el tecnomalthusianismo.

La propaganda y el astroturfing tecnomalthusianos difunden y propagan, así como confunden categorialmente a la mayoría de los estudiantes de biología, química y medicina de El Occidente con esas nociones descriptivas reduccionistas de FIV y FecIV, especial para ocultar la naturaleza criminal real de las acciones tecnopatriarcales de los Padres Tecnológicos saturnalistas de esos humanos y/o humanoides embrionarios creados en el proceso de la Concepción In Vitro.

Allá donde miremos veremos este tipo de trucos del partido tecnomalthusiano que, en su conjunto, con sus eufemismos y confusionismos categoriales pretenden eludir el control demoárquico, el escrutinio de clase, los estudios críticos científicos de sus acciones tecnológicas seudocientíficas y a la autodeterminación proletaria, .

El dios Saturno, devorando a uno de sus hijos


Introducción

Fotografia de referencia de la Oveja Dolly, el primer animal clonado artificialmente que llegó con éxito a la madurez     En tres líneas diferenciadas los nazis tecnomalthusianos van mostrando sus cartas abiertamente al proletariado mundial. Se trata de cosificar a los seres humanos, especialmente a los considerados sobrantes por el capital tecnomalthusiano, a un punto de deshumanización comparable al que históricamente padecieron los declarados untermenschs en el régimen nazi, o a la que sufrieron los sometidos a la esclavitud durante el Imperio Romano.

     Pero en esta época la primarización humana, – o sea, la reducción de los seres humanos a mera materia prima y objeto de trabajo -, está escalando varios niveles de gravedad de manera acelerada, mientras las instituciones del estado capitalista están demostrando que, lejos de ser limitación para este despliegue, a rebufo de la crisis de deuda pública y sus cortinas hechas para ocultar la quiebra, y de la reducción drástica de plusvalía disponible, devienen en muchas ocasiones, especialmente los socialdemócratas, a ser también promotores de la primarización.

La socialdemocracia está funcionarizándose, cada vez más veces, en ser meros mercaderes de monedas de cambio legislativas, fabricadas ad hoc para facilitar la primarización humana, privatizándola, a la vez, en beneficio de los grandes capitales biogenéticos.

El movimiento biodemocrático vasco de finales de los años 1990s

     Aclaro, no soy nuevo en este asunto. Hace 25 años participé en el Movimiento Biodemocrático Vasco, que se desarrollo sobre la línea marxista de la Crítica a la Genética y la ingeniería genética capitalistas.

  •      Criticamos, e intentamos frenar, la implantación de las bases de datos genéticas, que hoy son camufladas como biobancos, verdadera base de la eclosión eugenésica que están preparando los tecnomalthusianos.

  •      Participamos en el movimiento internacional de crítica a la clonación humana, planteada como posibilidad creciente a partir de la clonación de la oveja Dolly.

  •      Apoyamos a Sumendi, el movimientos de médicos vascos por la autogestión de la salud, desde el campo del proletariado, en su justa lucha contra el paradigma farma-industrial  de la salud, que en aquel momento llevaba a la proliferación del cáncer, las enfermedades mentales, la debilidad corporal, el estrés, y la destrucción masiva del microbioma humano causada por la venta comercial masiva de antibióticos.

     A la par de estos esfuerzos, colaboramos en la introducción de estas luchas contra la contaminación, privatización y primarización de la ecología interna humana en la lucha general por el Desarrollo Democrático del Ecosistema. Esta lucha se centra en la autodefensa proletaria como parte de la Naturaleza más afectada por la contaminación y las destrucciones de los ecosistemas a las que lleva la acumulación de capital, esfuerzo que por aquel entonces impulsaba la organización ecologista vasca Eguzki a través de su Etorkizunerako Giza Akordioa / Acuerdo Social de Futuro”, conocido como EGA (1). Hay un ecologismo burgués (colapsista, descarbonizador y nazifascista) y hay un ecologismo proletario.

     Desde estas bases de experiencia, – y las resultantes de la participación en el movimiento social de oposición al intento de declaración de pandemia para la vacunación forzosa de 2009, empleando los ultraimperialistas la alarma de gripe porcina H1N1, – las observaciones actuales en relación a lo que está ocurriendo ahora llevan a concluir que la ofensiva tecnomalthusiana actual, a todo frente, comenzó con el permiso claramente militar de realizar los civiles experimentos y aplicar técnicas biogenéticos netamente nazifascistas y contrarios al Código antifascista de Nuremberg, bajo el paraguas de una coartada política publicitada como “neonormalidad”.

     De manera que, en medio del chaparrón del estado de sitio, cuando no de guerra, desde marzo de 2020, bajo la contrarrevolución eugenésica y tecnomalthusiana en curso, y la insurrección ecofascista con la farsa de la calentológía posthumanista, en gran parte productos políticos, ideológicos y geopolíticos del colapso del patrón de acumulación toyotista de capital, entre todo ello encontramos agresiones tecnomalthusianas como esta…


Los partidarios de la “Fecundación” In Vitro se ayudan de una Inteligencia Artificial para resolver el caso de cuáles son los embriones humanos “sobrantes”

La congelación de embriones humanos in vitro origina muy serios problemas éticos

     La Inteligencia Artificial ya ha sido llevada, – oportunistamente como medio técnico para hacer descargos morales y de conciencia -, a aplicarse al caso del manejo de los humanos “sobrantes” congelados tras su Concepción ‘In Vitro‘ o Artificial. Esta técnica es maravillosa, nos dicen (2), y ha traído al mundo a ocho millones de personas, según la industria…

…el envés; sin olvidar la gravedad de la explotación de óvulos y de los riesgos para las mujeres, por cada vida humana traída al mundo dos o más vidas humanas han sido desechadas por baja rentabilidad, a causa de la sobreproducción de humanos embrionarios no implantables para la demanda inmediata, que quedan almacenados en una situación miles de veces peor que los niños de los horfanatos. Estaríamos hablando de unos 16 millones de abortos, no sabemos cuantas mujeres puertas, la construcción de mercados brutales de explotación de la maternidad y de mercantilización de la degradación de la paternidad por medio de la protitución reproductiva. O, como comenzamos a comprender ahora, todo apunta a que en el caso del tinglado de la Concepción Artificial estamos ante una tapadera para obtener los laboratorios tecnomalthusianos valiosos materiales biogenéticos humanos para el desarrollo concreto de su explotación y de la explotación en general.

     Esta curiosa industria tiene como residuo de su proceso de producción a vidas humanas. ¿Qué hacer con ellas? La inteligencia artificial confeccionada con una red neuronal intentará acertar respecto a cuales serán más viables una vez implantados en el útero de una mujer, (por ahora) utilizando la experiencia acumulada de la morfología embrional automatizándola para intentar ahorrar implantaciones fallidas, al saber cuales embriones tienen mayores probabilidades de ser viables.

     Prima facie parece positivo porque reduce la tasa de fallos de implantación, pero ha generado un nivel de automatización del derecho a la vida y, a su vez, la red neuronal puede no acertar, pues finalmente sus selecciones son pronósticos no determinaciones. En todo caso, el resultado es que la responsabilidad moral de los actos sobre esas vidas queda difuminada en el acto abstraído de la elección automática de la Red Neuronal, durante el proceso de trabajo de desechado para el nuevo aprovechamiento de esos cuerpos humanos.

     Ahora bien, por condiciones de mercado, relativas a la demanda, y por necesidades de producción, no solo son desechados los cuerpos humanos en fase embrionaria inviables sino también los no demandados por los clientes compradores, los “padres”. Resultando así en ser esos seres humanos embrionarios primero familiar y socialmente sobrantes, y, por cuanto preservarlos en condiciones de viabilidad conlleva un costo, arribar a ser económicamente sobrantes. Sobrantes si PERO… aprovechables: Lo que les pasa a esos humanos embrionarios es que terminan siendo empleados en experimentos mortales para ellos.

Esta curiosa industria tiene como residuo de su proceso de producción a vidas humanas

     Los tecnomalthusianos dicen que los Padres Biológicos los “donan” a la ciencia (3), lo que facultaría al personal de laboratorio para expropiar esos cuerpos humanos y hacer experimentos mortales con ellos (3).

“Los embriones que estamos utilizando en el laboratorio son embriones sobrantes  de fecundación en vitro, en muchos casod son embriones con anomalías cromosómicas, embriones que claramente no se pueden utilizar con fines reproductivos. La cuestión que se plantea a las parejas que han llevado a cabo tratamientos de fecundación in vitro es qué hacer con esos embriones. Esos embriones se pueden destruir o se pueden donar a otras parejas, en el caso de que si se puedan utilizar para reproducción, o se pueden donar a la ciencia. Entonces, yo creo que lo que estamos intentando hacer en el laboratorio es obtener información que pueda ser útil en el futuro para tratar problemas de infertilidad, o para desarrollar nuevas terapias de regeneración de embriones que están ahí. Entonces me parece que es una pena destruirlos cuando los podemos utilizar para obtener algo positivo.”

Marta Sabasi, dirigente del grupo de investigación de embriones humanos  y desarrollo humano del laboratorio de biología molecular de Cambridge.(4)

     Los iblastoides, (blastoides inducidos) no son seudoembriones como dicen estos técnicos sino Semiembriones, clones, que se obtienen a partir de células de la placenta, unos, es decir la piel provisional del embrión, de embriones “sobrantes” del proceso de concepción artificial.

     La introducción innovadora de la red neuronal artificial no es inocente, está aplicada a categorizar según su morfología la mayor o menor viabilidad en implante de cada embrión sobrante, permitiendo distinguir mejor entre embriones “sobrantes” aprovechables y “sobrantes” no aprovechables. Digo distinguir mejor, pero el programador de la red neuronal no puede garantizar que no está determinando como inviables a embriones humanos viables. Y aquí es donde aparecen los grandes sentimientos prometeicos, puesto que esos seres humanos embrionarios fundamentalmente son sobrantes y huérfanos, por dimisión de sus padres en su deber y obligación de cuidar, que no simplemente materiales donables a la ciencia como melifluamente dicen estos capitalistas.

     Por otra parte, es evidente que este nuevo “material” humano de laboratorio, los iblastoides, que se obtienen de los embriones “sobrantes” producirán datos más realistas y más aplicables a los productos que se busca producir si son recabados de embriones viables que no de los inviables. Así, fundamentalmente, los iblastoides, los semiembriones, son resultado del sacrificio de embriones “sobrantes” en aborto para producirlos, y son tanto más útiles a la ganancia de capital cuanto más viables son. (Tambien se están obteniendo por medio de clonaciones de células madre de piel humana, posiblemente de tejidos extraidos de humanos embrionarios abortados, considerados legalmente, pero iletigimamemente, donables, sin propietario propio, no propiedad de si mismos, clonaciones hechas defectuosas a posta.)

     Esto significa que la introducción de la red neuronal no es nada inocente, tiene todos los visos de estar orientada a legitimar el aborto de estos humanos embrionarios para su explotación productiva, como productores de información sobre bioalgoritmos. La red neuronal sirve para ocultar el proceso del homicidio, y tener la culpa la inteligencia artificial de los homicidios si 100.000 mil embriones viables son partidos y multiplicados por 20 o 30 en semiembriones para utilizarlos en producir datos. Esto no lo hace la ciencia sobre células sino el capital concentrado sobre los cuerpos de seres humanos puestos así en explotación. Llamar células a los cuerpos de los embriones, no cambia la realidad científica del estatus biológico de esos seres humanos; son cuerpos humanos y cuerpos de humanos…

     Efectivamente, los Padres Biológicos y legales los echan bajo las ruedas del carro del Moloc de la experimentación capitalista tecnomalthusiana con seres humanos, pero ocurre que el cuerpo del hijo en edad embrionaria no pertenece a los padres, sean estos biológicos, tecnológicos o legales, y esto lo saben o deberían saberlo los técnicos de laboratorio tecnomalthusianos. Pertenece al ser humano concreto que reside en ese cuerpo concreto. Lo que se hace con esos humanos es homicidio.

receptaculos para mantener congelados con vida a los bebes embrionarios sobrantes a la demanda en la industria de la Concepción Artificial

UNITED STATES – JANUARY 01: Frozen human embryos In New York, United States On January 01, 1997. (Photo by Remi BENALI/Gamma-Rapho via Getty Images)

     Por supuesto, la industria tecnomalthusiana, por conveniencia, no considera humanos a los humanos embrionarios. Buenistamente, sin odio, en medio de almibarados discursos sobre supuestas épicas científicas, en realidad desarrollos tecnológicos hechos a la búsqueda de productos y servicios con nichos de demanda rentable (5), al igual que los sacerdotes de Cartago degradaban a los niños que iban a ser las víctimas de sus sacrificios para calmar a su diosa Tanit, los tecnomalthusianos comtemporáneos degradan categorialmente a los seres humanos que constituyen la materia prima de su industria.


Los intereses estratégicos de la Industria de la Concepción Artificial en degradar categorialmente a los humanos embrionarios y el impulso a esa degradación durante la eclosión del abortismo

Proceso de fertilización y primeros estadios morfológicos del humano embrionario. Créditos: De Ttrue12 – Trabajo propio, CC BY-SA 3.0, Commons.wikimedia.org

     La degradación categorial de los seres humanos embrionarios por parte de la Industria de la Concepción Artificial convergió ya desde sus inicios en los años 1960s con la larga campaña neomalthusiana de fomento del abortismo. Esta campaña estuvo apoyada por las burguesías monopolistas por cuestiones de gobernanza social del proletariado urbano y por las burguesías imperialistas y sus clases medias para fomentar el control de los recursos por medio del control político demográfico (6).

     Esta campaña neomalthusiana  de segunda ola se desdobló en neomalthusianismo camuflado en liberación anti maternidad de las mujeres (7), y en neoeugenismo camuflado como pro fertilidad de los necesitados infertiles (8). Y arreció al final del fordismo en los países capitalistas centrales (*finales de los 1960s a principios de 1980s), culminando con un cierre categorial sobre el feminismo burgués y el socialdemócrata de clases medias en torno a la idea falsa de que los humanos embrionarios no son seres humanos, hasta el día de hoy en que incluso meten en su propaganda en los nuevos países bajo control demográfico mediante abortismo que los cuerpos de los humanos embrionarios no son, contra toda observación física, sus cuerpos propios sino que serían cuerpo de la madre.

     La degradación categorial de los humanos embrionarios es un bloque clave de la ideología falsificadora y cosificadora burguesa y de clases medias en la Concepción y Anticoncepción Artificiales del capitalismo que sirve para establecer una indefensión, inermidad política, social y cultural, y de estatus antropológico contra los embriones humanos, sobre todo proletarios, negando flagrantemente en falso la realidad física objetiva con intereses oportunistas y clasistas, y declarándolos contrafácticamente legalmente muertos. A partir de esto queda abierta la Caja de Pandora de la primarización humana a todos los estatus antropológicos del Hombre sin propiedad de capital.

     Recordemos que en los años 1960s-1970s, algunas mujeres proletarias en depresión, en casos extremos, abortaron ilegalmente, pero reconocían que el bebé embrionario era un ser humano y era su hijo. Esto ocurría por el proceso de disminución toyotista del salario mínimo por medio de la supresión creciente de la porción dedicada a la procreación (9) sobre todo entre los trabajadores manuales poco cualificados, al principio, y así del descenso de la natalidad como reflejo en el capital humano de las mediaciones derivadas del auge de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia.

    En este contexto histórico de la acumulación de capital, los tecnomalthusianos, aprovecharon para, de manera seudocientífica y paulatina, ir introduciendo la ideología de que el ser humano en estado de desarrollo embrionario no sería un ser humano, tomando esa posición interesada especialmente para eludir responsabilidades derivadas de las consecuencias sus negocios en marcha, abortismo quirurgico y químico, medios abortivos de primera instancia e ingeniería conceptiva y embrionaria.

    Las responsabilidades en que, sin marcha atrás posible, iban incurriendo los tecnomalthusianos procedían tanto de las necesidades surgidas por el desarrollo del negocio de la Concepción Artificial como por las problemáticas surgidas de la masificación del aborto a pedido.

    La inopinada expansión de la masificación del aborto a pedido era, a su vez, un subproducto de la interacción de varias condiciones y factores pero una de ellas, determinante, fue la introducción de los seudo anticonceptivos, – en realidad meros reductores de la fertilidad y abortivos de primeros momentos, no verdaderos anti conceptivos -. El fallo anticonceptivo de los productos que comercializaban los tecnomalthusianos durante la transición al toyotismo, y el proceso de disminución del salario mínimo durante el toyotismo conducían al aborto y al abortismo (10).

     La promoción de los productos antifertilidad constaba de una propaganda que prometía poder Separar el Placer del Sexo técnicamente, simplemente obviando la moral cristiana y los modos de reproducción tradicionales. Era la mentira del siglo. Los hombres y mujeres de antes de la ofensiva burguesa del neomalthusianismo de segunda ola en los años 1960s tenían en consideración en sus actitudes hacia el autocontrol sexual la verdad científica de que el embrión es un ser humano, y eludían ponerlo en posición de vulnerabilidad. Al mostrar la industria tecnomalthusiana como técnicamente posible y eficaz la anticoncepción, proliferó la moral antisexual,- antisexual  puesto que la sexualidad no rentable quedaba suprimida al devenir en socialmente inmoral -, esta moral nueva era anti sexual pero pro erótica y de uniones genitales aparentemente sin consecuencias. Pero las consecuencias existían.

Cuadro sincrónico de efectos sociales negativos ocurridos tras la normalización de los medios seudo anticonceptivos
Al inicio de la disminución de la ganancia media en el ocaso del fordismo, añós 1960-70s, la burguesía y las clases medias urbanas comenzaron a introducir la solución reformista neomalthusiana de la anticoncepción artificial, reformando la procreación y las relaciones familiares en lugar de las relaciones sociales producción.

     Al introducir la moral tecnomalthusiana, en el marco de la caída de los salarios obreros y el auge de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia y del desempleo en la clase obrera se rompió la procreación clásica, lo que fue entendido como revolucionario por una gran parte de la juventud circunstante. En el gráfico estadístico obtenido de un video de Xeno relativo al impacto de la introducción del uso los anticonceptivos en los jóvenes y adolescentes, y el auge subsiguiente del feminismo de clases medias (no lo contrario) se muestra cómo aumentaron a la vez los suicidios, la condición de madres solteras, la violencia social, el número de divorcios. En ese marco es donde la visión de la concepción artificial fue normalizada.

     Como aumentaron las conductas sexuales, el tanto por ciento de fallos “anticonceptivos”, inherente a los medios antisexuales tecnomalthusianos, produjo numerosos embarazos no deseados, – es decir, realmente no deseados y explícitamente no deseados -, lo que dado que la ideología neomalthusiana con su mentira del siglo promovía la no preparación  de convenio interpersonal ninguna en las parejas y la normalización del sexo librado del emparejamiento, con la caída del marco material y cultural fordista, condujo a las mujeres jóvenes a recurrir al aborto, otro nuevo nicho de negocio. Primero fue la trampa reformista antisexual tecnomalthusiana, luego la masificación del abortismo, y después la deshumanización categorial de los humanos embrionarios.

     La deshumanización de los humanos embrionarios servía a un negocio, una política y un capital en desarrollo, pero el aborto liberalizado era solo la rampa de salida de una creciente subhumanización de los no poseedores de capital, comenzando por los márgenes de estatus antropológicos biopolíticos de los seres humanas, condición de existencia que no mera identidades; ancianos, humanos embrionarios y discapacitados. Pero en un proceso que se extiende a los jóvenes proletarios sin empleo, a las mujeres sobrantes a la procreación, etcétera, etcétera, etcétera.

     Pero ocurre que entrando en la fase de la robotización la industria capitalista tecnomalthusiana necesita biomateria para extraer información en sus nuevos horizontes de negocios: encargos militares de supersoldados, mercados del anti aging y la inmortalidad, enfermedades genéticamente tratables, exploración de bioalgoritmos y wetwarización, mercados de órganos de transformación, aumento y readaptación corporal, y de producción de humanoides, superhombres y quimeras, entre otras maravillas patentables y susceptibles de valorizar el capital sobreacumulado, este si sobrante.

     Para garantizar esta degradación del estatus humano a una subhumanización insostenible, la actual religión darwinista, haciéndose pasar por científica, ha creado una abstrusa malla de lenguajes técnicos con los que oculta la naturaleza real de seres humanos completos, en su primer estado de desarrollo, de los humanos embrionarios, y personas de toda dignidad.

     Negar que los humanos embrionarios son plenamente humanos desde la concepción y que son humanos completos equivale a volver a la doctrina aristotélica, antimaterialista, del descenso del alma dando forma humana al embrión, abandonada hace siglo y medio hasta por la Iglesia Católica pero no por los darwinistas tecnomalthusianos quienes fingen creer que la esencia social existiera separada de la esencia material en el embrión humano. Es una doctrina anti física y anti materialista que ubica a la biología social-darwinista como una no ciencia, al desarrollarla separada de la física.

     ¿Por qué mantienen esta doctrina errónea y falsa, científicamente superada por las observaciones de la embriología ya desde hace un siglo y medio? Por criterios de explotación de humanos. El alma no baja a la forma, más bien surge un ser humano nuevo en el momento de la concepción con independnecia de si es legal o ilegal el matarlo en uno u otro Estado. La coyuntura social o histórica no delimita la humanidad de esas personas, en edad embrionaria, ni su pertenencia a la especie en el estatus de individuos únicos, sino que su desprotección indica el grado mayor o menor de civilización humana en que se encuentra una formación social dependiendo de si los protege, en su estatus antropológico y como individuos, o no.

     Se puede, efectivamente, medir el grado de civilización de una formación social según como trata a los humanos embrionarios. Por esto, tenía razón Marx cuando sostuvo que todavía estamos en la prehistoria.  Pero esto es más así por el abortismo industrial, de los tecnocratas malthusianos, propio del tecnooscurantismo actualmente en eclosión, incluso que por el abortismo económico y social del falso derecho a no cuidar.

     En el caso de los humanos embrionarios “sobrantes” desde 1978 ¿dieciséis millones de abortos industriales escondidos en un pliegue de la realidad de la posmodernidad científica? ¿a quién le importaría? Tampoco es importante que las donantes y las autorextractoras de óvulos se someten a procesos de aceleración hormonal que reducen dramáticamente su número de óvulos disponibles en el futuro, y así recortan brutalmente su tiempo de fertilidad natural. Ni es noticia que la técnica de estímulo químico para cosechar los óvulos tempranamente es tan agresiva que incluso han muerto mujeres y perdido la fertilidad por ella.

     En la conciencia social media ultraliberal freudo-eugenésica de los países capitalistas centrales tampoco es importante, así mismo, que la venta de esperma es un acto de prostitución masculina de la paternidad, productora de anomia porque niega al hijo el conocimiento de su origen. Ni importa que anualmente se cometan en paralelo cien mil abortos de humanos embrionarios sanos ecológicamente concebidos, solo en la escala estatal española mientras se organiza todo este mercadillo de la fertilidad, que, como va demostrándose, es la cortina de humo de un proceso de producción de biomateria humano para su explotación (8); El deseo que pueda cumplir o no cumplir el mercado, si rinde ganancia, no es que desborde cualquier límite ante el que se encuentra, es que impone cualquier ordenación novísima por experimental que sea sobre la población humana, especialmente proletaria, aunque hasta ahora no la haya hecho parte de la Sociedad del Espectáculo. Pero esto ya está comenzando.

     Sin embargo, por ejemplo, no se airean lo suficiente cosas como que la técnica abre la posibilidad de que los padres estén muertos cuando una persona creada in vitro nace a la existencia o que tenga 400 hermanos, al modo de la novela de los niños del Brasil aunque sin clonación todavía, o que el despliegue de esta técnica neoeugenésica ha dado base de posibilidad e impulso al desarrollo de la hiperexplotadora técnica de embarazoi artificial contra las mujeres que da, en condiciones capitalistas, en la práctica de la prostitución reproductiva, mal llamada “gestación subrogada”… a los tecnomalthusianos plin, ellos siguen, y seguirán hasta que el proletariado mundial comprenda la gravedad estratégica de estas formas artificiales centralizables de reproducción, procreación y cosificación humanas.

     Este tipo de cosas no lo contará el astroturfing capitalista disfrazado de científico, como vemos en el podcast de “A hombros de gigantes” de RNE (minuto 22), en el que se nos cuenta una historia rosa y truncada de la fertilización in vitro, en la que los verdaderos números, relativos a que probablemente rondan, sino supera decididamante, el entorno de 16 millones los embriones humanos “descartados” [de la vida] muertos en este medio siglo en el marco de las fertilizaciones in vitro, se ocultan. Esto mientras se nos cuenta que los iblastoides no son seres humanos clonados (de celulas de embriones “sobrantes” creados in vitro) en edad y grado de desarrollo embrionario, sino modelos “cultivables”, cultivados para que no sean viables, solo para extraer información. El argumento de que por que los embriones clonados “inviables” iblastoides no sean viables no son humanos, cuando se los produce a sabiendas de que no serán viables, no los hace no humanos.

     Paso a paso, barbaridad a barbaridad, nos han venido trayendo a los acantilados hacia los cuales ahora pretenden tirarnos mientras peroran prometeicas sandeces de grandes desafios y curas de la salud que nos esperan matando humanos en estado embrionario. El paradigma médico hipocrático es todo lo contrario a estos técnicos industriales, aquí no se trata de intervenir sin hacer daño, sino producir la enfermedad, la dolencia, la inviabilidad que matara a la persona. Estamos ante lo contrario a la salud y a la medicina.

     Y este tipo de datos llevan a sospechar legítimamente a la convicción de que el verdadero negocio in vitro de estas décadas ha sido el tráfico anti hipocrático de embriones humanos huérfanos, sin reconocimiento ni respeto humano libertario de su propiedad sobre si mismos,* reducidos a materia prima para experimentar biotecnologías y nuevas producciones para hacer nuevas ganancias con ellos, y lleva a sospechar a la convicción de que hemos estado otra vez ante el método tecnomalthusiano de legitimación indirecta [de lo ilegitimable], empleado para cegar al proletariado mundial, en el que se utilizó la simpatía social hacia las parejas infértiles como telón de acero ocultacionista de las verdaderas prácticas e intenciones que, a su vez, se encubría con buenismo científico.


El método naz-global de la legitimación indirecta de los ataques al proletariado mundial

Viñeta alusiva a la novela de H. G. Wells

De la Isla del Doctor Moreau al Planeta del Doctor Moreau

Igual que se empleó la simpatía hacia las personas infértiles para producir embriones como materia prima para elevar la cuota de ganancia;

     Igual que se emplearon los supuestos derechos de la mujeres para masificar el abortismo en el proletariado mundial y así detener criminalmente el necesario y crucial crecimiento revolucionario de la población mundial;

     Igual que se emplearon, siguiendo el método tecnomalthusiano de la legitimación indirecta, la empatía con enfermos terminales con grandes padecimientos y los grandes incapacitados para tecnificar y normalizar el suicidio asistido, que ya se está orientando hacia ser cibernéticamente estimulado en las franjas de población no rentable, especialmente proletaria, en el marco de la crisis sino colapso de los sistemas de pensiones;

     Igual que están empleando la solidaridad con las personas gays para, tergiversándola, fomentar la castración química y hormonal infantil y adolescente “trans“, con el objetivo de reducir la tasa de machos jóvenes en el proletariado y, de esta manera, aumentar la “paz”, por no decir el silencio muelle, muelle según las necesidades de cada coyuntura biológico política del capital tecnomalthusiano;

     Igual que se emplea el supuesto bien anti proliferación de las inyecciones genotrónicas y el miedo pánico, conductista y mediaticamente inducido, para poner masas de personas en el experimento de la programación wetware y la extracción masivas de información génica, incluso justificando la agresión al Código de Nuremberg.

     Igual que todo ello, ahora el tecnomalthusiano Ispizua abre un nuevo frente en esta criminal carrera hacia el naz-global tecnomalthusiano con su impulso contrarrevolucionario a la neoeugenesia y los nuevos mercados de la transgenia y producción de quimeras.


No son transhumanistas, son neoeugenésicos

Viñeta alusiva a la transformación genética humana para adaptarse a la vida en otras condiciones planetarias

Rusia está comenzando a investigar la realización de adaptaciones genéticas humanas para la supervivencia de los astronautas en el espacio. La neoeugenesia tecnomalthusiana, que no hay que confundir con el transhumanismo, no va por ahí.

     Hasta ahora los técnicos neoeugenésicos colugen con los técnicos malthusianos, mal llamados “científicos”, en la ocultación de la palmaria verdad científica de que los seres humanos son seres humanos desde el milisegundo uno de su concepción, concebidos fuera o dentro del vidrio; si reconocieran esta verdad científica se verían obligados a reconocer que trafican con las vidas de otros y a parar su proceso de producción de plusvalor. Pero, el tecnócrata Izpisua pone una solución aparentemente más ética: produciendo directamente quimeras obtendrá conocimiento sobre posicionamiento epigenético de órganos y duración de los mismos.

     Un inciso, los seres humanos no podemos no ser transhumanistas, es decir, no podemos dejar de transitar de un tipo de ser humano a otro tipo de ser humano, desde el momento en que cogimos una piedra y comenzamos la dialéctica mano-naturaleza y mano-cerebro. Por tanto, debemos distinguir entre transhumanistas igualitarios-libertarios, que respetan la vida humana y las vidas de los humanos, y transhumanistas neoeugenésicos tecnomalthusianos. Esto es, no es lo mismo transhumanista que posthumanistas.

     No comprender este tipo de nuevas situaciones, que nos trae la Robotización globo-oligopolista y tecnomalthusiana, desarma políticamente al proletariado mundial. El caso de los bebes embrionarios creados in vitro “sobrantes” al capital nos muestra la gravedad de la tendencia cosificadora, pero también lo hace la apertura de la línea productora de quimeras de humanos con otras especies animales, supuestamente para investigar el cáncer, que estaría aparentemente liberando del sacrificio a los humanos embrionarios sobrantes a la producción in vitro. Al contrario, los embriones quimera de hombre y mono serán empleados para extraer masivamente información, y producidos masivamente para ello, esto acelerara la necesidad neoeugenésica de producir embriones iblastoides, para acelerar la extracción de información faltante, lo que, a su vez, llevará al incremento de la explotación de los sistemas de explotación abortistas de los humanos embrionarios producidos in vitro, o aquellos cuyos materiales genéticos haya sido robado en las clinicas abortistas. Pues no, señores, el material genético de los bebes embrionarios no pueden donarlos a ” la ciencia”, esto es a los tecnocratas tecnomalthusianios, los padres, es de los embriones mismos, y, por ende, todo ese material genético es robado a sus legítimos propietarios, a la vez que su vida.

     Por supuesto, ninguno de los “problemitas” éticos derivados de la reproducción asistida in vitro que aprovechan los abortócratas tecnomalthusianos puede, en esta tesitura,  importarles ya, pues, como hemos visto arriba,  ya han llegado a aplicar que una Inteligencia Artificial pueda buscar patrones de “salud” y “viabilidad” entre los humanos embrionarios creados – y sobreproducidos en términos de proceso de capital – en las fecundaciones in vitro, pues los abortos espontáneos tras el implante en el útero de la clienta o esclava gestante -y pronto en robot ectogénico – se reducen, y la “salud” de los bebés nacidos aumenta. Eso si, hay que pasar una selección eugenésica, ahora mejorada, tras ser programada en la red neuronal y luego mirar qué hacer con los embriones sobrantes que el nuevo estándar tan exitoso ha logrado desechar y legitimar que se deseche…

     Este es solo uno más de los datos de que la eugenesia ha vuelto, y del mundo que realmente habitamos en el que hay que abrir mercados para valorizar el capital instalado en biología sintética. El precio de haber permitido que se cosificara a los humanos embrionarios negándoles su estatus natural de humanos, reduciéndolos a cosas, en el abortismo, ya estamos empezando a pagarlo en la forma del incremento inaudito de la cosificación humana al reducir a los humanos a ser la materia prima de la bioindustrialización neoeugenésica en ciernes.


La producción de quimeras del tecnomalthusiano Izpisua no busca crear salud, busca acelerar las producciones de la neoeugenesia tecnomalthusiana

King Kong, un monstruo con algo de hombre y algo de animal, como los hijos humanoides del tecnomalthusiano Izpisua

     La mezcla de genes humanos con genes de mono cometida por el tecnomalthusiano Izpisua, no es un avance científico, se presenta como investigación sobre el cáncer pero en realidad sirve para avanzar conocimientos eugenésicos aplicados en la epigenética del desarrollo. Esto sin hablar de las espeluznantes aplicaciones militares que esta técnica conlleva.

     Por un lado, supera la técnica de la producción de los llamados iblastoides, que no son meros modelos de embriones sino que son en realidad clones humanos defectuosos obtenidos del sacrificio de embriones humanos unos clonados a partir de células madre de piel humana y otros “sobrantes” del negocio de la fecundación in vitro “donados” para sacarles los tejidos y células y hacer “cultivos de embriones”, que es como en la jerga tecnomalthusiana  se llama a clonar humanos. Pero, por otro lado, legitimándose indirectamente, al más puro tecnomalthusiano, comienza la producción de quimeras “para curar el cáncer“. No hay quien se lo crea. La inmensa mayoría de los cánceres son provocados por influencias medioambientales y condiciones socio-económicas, por tanto no necesitan terapias génicas sino superación de las condiciones capitalistas de producción, procreación y consumo, mientras que las terapias génicas contra el cáncer no solo son superadas por las terapias naturales de prevención y médicas de eliminación, sino que para producir nuevas terapias avanzadas no hace falta la genotrónica – si le hace falta los eugenésicos – pues desde la nanotecnología de precisión hasta los nuevos fármacos ya cumplen esa función sin necesidad de dar base de aparato productivo a la nueva eugenesia.

     Recordemos que la rama neoeugenésica tecnomalthusiana sostiene que una Inteligencia Artificial General podría autonomizarse y desencadenar un evento de superación “evolutiva tecnológica” de la especie humana. Con esa cobertura, pretenden crear una nueva eugenesia de producción de humanos “superinteligentes”, y sin duda propietarios de capital. El verdadero motivo para producir quimeras es acelerar la producción de los humanos “mejorados”, y sus mercados. La religión darwinista está trayendo un nuevo nazifascismo, de tipo tecnocrático, en el que sus creyentes tecncomalthusianos y neoeugenistas despliegan su plan de hacerse diosecillos capitalistas pisando las cabeza del proletariado mundial. Los embriones quiméricos pimate/hominidos, o seudo-hominidos, significan una etapa histórica nueva del desarrollo de la neoeugenesia. Y es esto lo que el tecnomalthusiano Ispizua y el partido tecnomalthusiano global están ocultando a la opinión pública mundial. Hay muchas maneras de combatir el cáncer, muy pocas de desarrollar la neoeugenesia, y esta es una de ellas, concretamente, la forma acelerada del desarrollo de la neoeugenesia.


[ Neoeugenesia, Concepción In Vitro y proletariado mundial ] Los crímenes tecnomalhtusianos de los padres tecnológicos saturnalistas: Izpisua tenía el Deber de Cuidar a sus (132) hijos humanoides concebidos in vitro

Cerámica alusiva a una quimera, encontrada en Apulia, mostrada en el Museo del Louvre

     Añado esta sección al artículo en relación al confusionismo categorial que la burguesía, las clases medias y la industria tecnomalthusianas están introduciendo contra el proletariado mundial respeto al estatus de los seres humanos concebidos in vitro. Concebidos en vidrio, en tubo de vidrio.

     Los humanoides embrionarios, con líneas genéticas confeccionadas con genes de distintas especies animales, o los humanos clonados, o los humanos concebidos con material genético de un hombre y una mujer, desde el punto de vista del proletariado mundial centrado en la exigencia del deber de cuidar y el no derecho a explotar, son hijos de los técnicos que crean, hijos tecnológicos pero hijos. Por esto, sus padres TIENEN EL DEBER DE CUIDARLOS.

     Lo que ha hecho Izpisua con sus hijos humanoides es un crimen; si se concibe a alguien de manera que sea inviable, que vaya a morir produciendo una información para su padre tecnológico, se está cometiendo un crimen. Izpisua disfrutó él mismo de la prerrogativa como hijo a ser cuidado, pero lo ha negado a sus propios hijos, y es padre porque padre es quien hace el acto principal necesario para la concepción de un ser, y es eso lo que ha hecho Izpisua, ser padre.

     Para cualquier ser que sea concebido por un padre tecnológico debe establecerse la prerrogativa de ser cuidado lo que inmediatamente implica el deber del padre de cuidarlo, pero diseñarlo mediante ingeniería genética de tal modo que precisamente vaya a morir seguro, es una forma extrema de saturnalismo inaceptable para el proletariado mundial. Saturnalismo es la práctica de robar, explotar, devorar los padres a los hijos con objetivo de lucro, ganancia y usurpación de medios generacionales, como hacía Saturno con sus hijos. Las formaciones sociales que, por ejemplo, desamparan radicalmente a los embriones humanos, crean humanos y humanoides solo para sacar información de ellos, no son otra cosa que formaciones saturnalistas. Evidentemente, hay intereses de clase, como hemos visto en el impulso al abortismo.

     La industria tecnomalthusiana ha intentado hacernos creer que la concepción in vitro es una mera fertilización, reduciendo el proceso a un acto supuestamente médico. Pero los médicos curan pacientes, no producen hijos, por lo que el mercado de la concepción artificial, que es ideológicamente importante, no atiende a problemas médicos ni sanitarios sino a mercados productivos y, en este caso, procreativos.

     El emergente tecnopatriarcado saturnalista, que pretende aparecer como no paternal, cuando sin su acción decisiva de activar esta concepción no existiría el ser vivo al que mata, prefiere aparecer con los laureles de “científicos”, rodeados de una aureola de impunidad y un cierto supuesto heroísmo prometeico. Pero Prometeo era miembro de la clase dominante, los Titanes, y el Titan Prometeo no robó el fuego a los dioses para dárselo a los hombres sino que él mismo era un dios que en lucha con los olímpicos , y solo en ese momento, decidió dar a los campesinos el fuego que hasta entonces les había negado. Pero los tecnomalthusianos no dan nada, y mucho menos el fuego.

     Como hemos podido ver un padre tecnológico que activa una concepción, sabiendo que ha preparado esa concepción de forma que los hijos mueran, produciéndoles un beneficio, no solo puede ser un hombre, una mujer también puede ser un padre tecnológico. ¿Cómo deberían pagar sus crímenes? Primero todo padre tecnológico tiene el deber de cuidar a los hijos cuya concepción activa. Y por supuesto no tiene derecho ni prerrogativa ninguna en diseñarlos defectuosos. No porque no sean viables a largo plazo no son seres humanos, tanto más cuanto se los ha diseñado perversamente así precisamente para aludir impostoramente una supuesta no humanidad de los embriones humanos huérfanos por prostitución reproductiva o por clonación de estos huérfanos o hechos humanoides por manipulación genética quimérica. Lo que el partido tecnomalthusiano tiene que saber es que su posición de crear seres humanos o humanoides, de forma claramente eugenésica y poshumanista, para explotarlos matándolos, no es solamente fertilización in vitro, es concepción in vitro, que los hijos no son propiedad de los padres, ni biológicos ni tecnológicos, y que el proletariado mundial, dentro del cual se cuentan estos humanos y humanoides también serán defendidos por la biodemocracia espartaquista.

     Por último, a las mujeres realmente revolucionarias hay que alertarlas de que la dominación burguesa neomalthusiana y eugenésica durante el siglo XX ha destruido categorialmente, a partir de la negación del deber de cuidar, a la mujer como estatus biohistórico. Las tecnologías que este emergente tecnopatriarcado hiperexplotador y tendente al totalitarismo está lanzando con la ectogénesis y la concepción artificial ectogénetica buscan la centralización de la procreación humana y, así, la expropiación de la autonomía procreativa femenina y masculina. Es ya hora de que iniciéis la crítica al partido tecnomalthusiano y su brutal industria capitalista, no solo en el campo del fomento del mercado del abortismo, el de la explotación primaria de los cuerpos proletarios femeninos sino también al, como vemos en el fomento de un nuevo y superior nivel de desarrollo del saturnalismo al, este si, tecnopatriarcado que lo promueve.


NOTAS

(1) EGA – Acuerdo Social de Futuro: EGA_Eguzki_cast._Etorkizunerako Giza Akordioa /  Acuerdo Social de Futuro. Construir Euskal Herria desde la Ecología. Propuesta de Acuerdo Social de Futuro para un Desarrollo Democrático del Ecosistema vasco

(2) La inteligencia artificial en la selección embrionaria mejora las posibilidades de embarazo  [https://www.infosalus.com/mujer/noticia-inteligencia-artificial-seleccion-embrionaria-mejora-posibilidades-embarazo-20200707120946.html] Info Salud el Publicado 07/07/2020, en categoria Mujer.

(3 y 4) Principio de Incertidumbre: Embriones a partir de células de la piel.

[ https://www.ivoox.com/principio-incertidumbre-embriones-a-partir-celulas-audios-mp3_rf_68370456_1.html ] El Padre Tecnológico de humanos embrionarios Marta Savasi, del Laboratorio de Células Embrionarias de Cambridge es uno de los cuadros del partido tecnomalthusiano que está operando con los cuerpos de estos seres humanos expropiados, En este audio cuenta su experiencia en su manipulación.

(5) A hombros de gigantes – Células metastásicas cerebrales; predicción de erupciones volcánicas; la ciencia de la fe… Minuto 22 y 27 segundos. En este audio el tecnomalthusiano Alfonso Martinez Arias, del Departamento de Genética de la Universidad de Cambridge se deshace en sandeces respecto a la peripecia del fisiólogo Robert Geoffrey Edwards y su socio el ginecólogo Patrick Steptoe durante sus estudios técnicos para montar el negocio de la Concepción Artificial. olvidándose de darnos el pequeño detalle de cuantas personas han muerto a causa de esta económicamente suculenta técnica aplicada sobre los cuerpos humanos, y qué hacen sus tutores tecnológicos con los seres humanos concebidos artificialmente no rentables.

(6) Informe-kissinger-completo. CONSEJO DE SEGURIDAD NACIONAL. Noviembre 26, 1975. Decisión De Seguridad Nacional, Memorando 314. Informe Kissinger. “Implicaciones del Crecimiento Poblacional Mundial para la Seguridad de Estados Unidos e Intereses de Ultramar”. Original en la web: Planoexistencial.com, Traducido por Mario Eduardo Rossi

(7) Veáse el caso Roe contra Waden, impulsado por la burguesía monopolista en los EEUU, en el cual una delirante sentencia judicial opone Pro Vida a Pro elección en lugar de Pro Legalización de homicidios de los humanos embrionarios a Pro ilegalidad de los homicidios a los humanos embrionarios. Esta legislación confusionista y netamente burguesa afecta e influye en todo El Occidente sobre el estatus de los humanos embrionarios, degradándolo categorialmente a cosas, excepto si hay elección, en flagrante negación del principio de igualdad. Es decir, es legal matar a humanos embrionarios, pero no solo sus padres biológicos sino también otro tipo de agentes, como los técnicos de laboratorio.

(8) “Cuando un congreso feminista se opuso a la ingeniería reproductiva y genética en 1985…” Web Las Interferencias.

(9)“El proceso de disminución del salario mínimo proletario y la masificación del abortismo. Génesis, historia y perspectivas.” Por Karlos García-Salmones

(10) [VIDEO] “La Revolución Sexual“. Por Xeno.

 

(*)

La posición del nazifascista supuesto “derecho” a no cuidar corre paralela a la negación de la propiedad de su propia línea genética a los seres humanos embrionarios, se es propiedad de uno mismo y se pertenece a los demás mediante la convivencia colectiva, pero resulta que en el embrutecido capitalismo postoyotista y robotizador la industria biotecnológica y los tecnomalthusianos han decidido que eso no quieren que sea así.

Los nazis tecnomalthusianos niegan esa propiedad de sí mismos de los seres humanos individuales a los bebés embrionarios, pero no lo hacen abiertamente, lo camuflan no reconociendo como ser humano real al bebé embrionario mismo. A partir de esa base, el ser humano cosificado sirve para la mercantilización salvaje y cosificación deshumanizadora extrema, imponiéndole la mayor inermidad y vulnerabilidad ante la impunidad de la concesión del estado capitalista del permiso para matarlo, y para cometer los saqueos criminales de sus células, como los que se están produciendo con los embriones abortados que ha denunciado la Dr. Theresa Deisher, destacada científica estadounidense que trabaja con células madre, horrorizada por las prácticas que los abortistas hacen con los embriones para obtener sus mercancías:

Genetic Research Scientist: Likely Some Aborted Babies Are ‘Alive Until Their Hearts Are Cut Out’.

En lo que respecta a los bebés embrionarios la Inteligencia Artificial del capital ya decide quién vivirá y quién morirá, pero los comunistas no somos eugenistas ni malthusianos, ni darwinistas sociales, ni conductistas ni anti igualitarios. Más temprano que tarde los reformistas socialdemócratas que apoyan a los tecnomalthusianos para no abordar la gravísima cuestión de su apoyo al abortismo, tendrán que confrontarse con todos estos hechos materiales de los que han demostrado que nada quieren saber.

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