[ VERSIÓN 1 | Revisión 28 ]

Cómo vamos comprobando a lo largo de esta serie de artículos (1 , 2 y 3 ), la socialdemocracia y los liberales del Occidente se mueven entre las ruinas potsindustriales del capitalismo tardio como peces en el agua y, especialmente ahora (2020/2030), su tarea principal es posicionarse ventajistamente en el control y explotación del vasto proceso de reestructuración de capitales y mercancias surgido al rebufo de la crisis sistémico-estructural.

Las ruinas del capitalismo tardio son, sin embargo, verdaderamente pavorosas en la esfera de la sexualidad humana y tan colosales como la responsabilidad política liberal y socialdemócrata en su consolidación.

Los dos sistemas de procreación y sexificación capitalistas tardios

En la urbe postsexual global occidental, desde el aparato mediático, el pedagógico y educacional, el legislativo y juridico-político brota la impresión masiva de palabras y conceptos como heteropatriarcado, heteronormatividad, homosexualidad, heterosexualidad, binarios, cishetero, cisgenero, queer, transfobía, terfas. Se sustituye en el uso mediático cotidiano el termino sexos por el término géneros y promociona la sustitución de las palabras madre y padre en el uso lingüístico jurídico cotidiano con las palabras progenitor y progenitora. La madre es llamada persona portadora y se normaliza el concepto “padre biológico” para el padre físico y ancestral. La campaña de degradación oficial consciente del término matrimonio (obligación con la madre) por parte de la socialdemocracia para emplearlo en cualquier unión civil está internacionalmente organizada por la burguesía. También es internacional la promoción de las transiciones de rol de género con el marketing de la fantasía de que la creación de hombres o mujeres físicas verdaderas a partir de hombres o mujeres de concepción fuera posible. Con anterioridad los reformistas neomalthusianos lograron establecer la imposición política de la descripción contrafáctica del aborto como “interrupción” del embarazo desde inicios del siglo XX. Es un suma y sigue en que se añade ahora la promoción del abandono paterno de los hijos mediante la creación de la marca “aborto masculino”, o se oculta a la conciencia pública que la descripción como medios anticonceptivos de los medios abortivos es contrafáctica.

La lista de reformas políticas es interminable, finalmente se constituye con las versiones burguesas para posicionarse ante los cambios en el modo de producción, y adapta en los paises capitalistas centrales la sexualidad proletaria a un paradigma tecnomalthusiano rentable, neoaristocrático y oligogenésico*, – *la procreación de pocos -, que no se muestra a las masas.

Podemos afirmar con fuerte base observacional y pruebas masivas que a inicios de la Robotización ya hay dos sistemas diferenciados de reproducción humana, el capitalista liberal y el proletario, y que la sociedad postsexual ya ha quedado impuesta como ideosistema totalizante y como régimen de masas, en los que la sexualidad es un lujo reservado en las regiones centrales de la acumulación a quiénes se lo pueden permitir por ser propietarios de capital, esto es, al comprador o vendedora burguesa liberal, y la parte de las clases medias con franquicia reproductiva.

A largo plazo, lo que queda en pie aquí es que si hay un edificio derruido en las ruinas del capitalismo tardio, ese es el edificio de la sexualidad del proletariado. Pero la socialdemocracia y los liberales que hasta ahora fingían no darse cuenta de nada de esto, mientras peroraban sobre la política identitaria y sobre salvar el planeta, comienzan desde 2020 a reivindicarlo como efecto indicado y necesario, muy positivo.

Las ruinas de la sexualidad proletaria en el Occidente

En efecto, la muy lucrativa lucha liberal del siglo XX contra lo que en la sociedad tradicional podía beneficiar al proletariado, es decir, contra la reproducción autodeterminada del proletariado, ha tenido éxito, como puede comprobarse en la situación de la sexualidad como proceso demofísico hacia 2019:

  • Más del 95% de los hombres menores de 30 años en España no tiene hijos, pero desde 2004 a 2023 se han abortado 1.627.450 ( * en torno a 2.300.000 a finales de 2023) infantes prenatales. Al menos la mitad de ellos corresponde a hijos de hombres de esas cohortes de edad.
  • Por esto, grosso modo, los 3.614.306 de varones menores de 30 años contabilizados por el INE a escala estatal se dividen en cuatro bloques:
    1. – Un bloque de 185.000 hombres que han tenido hijos y están vivos, el 5%.
    2. Otro bloque, del 22%, compuesto por 800.000 hombres que sí han tenido hijos pero están muertos, fundamentalmente porque han sido abortados.
    3. El tercer bloque se compone de los al menos un tercio de hombres sin procreación que no están teniendo relación sexual ninguna, el 33%, unos 1.200.000 – de los cuales quizás entre un 15 y un 20% al llegar a los 30 años no tiene ninguna relación sexual con una mujer, bloque que mayoritariamente no es gay u homoerótico, sin llegar todavía a ese 28% de los EEUU de incels o al muy posiblemente aún mayor porcentaje de asexuación involuntaria y/o inducida masculina en Japón, panorama que es hacia donde nos dirigimos ahora colectivamente aquí -.
    4. 1.429,306 hombres que no han tenido hijos y han tenido o tienen relaciones eróticas (sexo-esterilizadas) con mujeres, el 40%. Este bloque parece ser el que tiende a reducirse a medida que se despliega e intensifica la Socialización Robótica y aumenta la precariedad económica y laboral, mientras el tercer bloque aumenta.

Las consecuencias de un siglo y medio de acción política neomalthusiana de separación del placer carnal y la reproducción sexual, para el control político y la mercantilización de ambos, y de las condiciones materiales del capitalismo tardio eran estas en 2019. En los cuatro años transcurridos desde entonces estas tendencias se han agudizado.

La enclosure de la sexualidad proletaria ha sido muy exitosa y su consecuencia es la emergencia de un sociedad postsexual en medio de todo tipo de referencias erótico-festivas y afectivo relacionales mercantilizadas. Las Simone de Beuavior, Gayle Roubin, Michael Foucault y otros explotadores y/o reformadores carnales del proletariado como Butler pueden estar orgullosos del grado de destrucción de la monogamia y la reproducción del proletariado alcanzada. Sus epígonos están a sueldo del estado y cobran altas remuneraciones, son funcionarios tecnomalthusianos.

La Familia Nuclear es una fuerza productiva, las acciones que la burguesía liberal, las clases medias y la aristocracia obrera hacen sobre ella son reformas con un contenido que la performan selectiva y evolutivamente contra los intereses del proletariado, para no revolucionar las relaciones sociales de producción que se basan en ella. La reducción de las posibilidades y el control de la Familia Nuclear proletaria como fuerza productiva revolucionaria y base principal de la Esfera de la Producción es el objetivo estratégico de la burguesía malthusiana, que con mil cambios quiere evitar los cambios revolucionarios de las relaciones sociales de producción que esta fuerza productiva exige, negarlos en la clase dominada y solo mantenerlos en la parte de la población propietaria de capital y sus aliados, no lo que nos están contando los reformistas. La sociedad post-sexual es una forma social fundamentalmente establecida sobre el proletariado en lumperización y las clases medias en reproletarización propias de las plutocracias liberales.

En parte fenómeno sistémico-estructural, la sociedad post-sexual surgida de las condiciones materiales de este capitalismo tardio da lugar a que el complejo popular asexual y su estructuración LGTBIQ se amplien. Las feministas profesionales procuran además aumentarlo para reducir las contradicciones del separatismo de género tanto más si, encima, lo que es regla general, son malthusianas liberal-socialdemócratas de clases medias.

La pornografía placebo de sexualidad, masificada y subvencionada por el capital pornográfico en expansión, el comercio carnal normalizado como “trabajo sexual”, la soledad de cada vez más personas, la esterilidad de facto y creciente de al menos la mitad de la población, o el envejecimiento demofísico de la población son el resultado de estas fuerzas en liza desarrollándose en la dialéctica del capital y la lucha de clases. Pero esto es el punto de partida, no el punto de llegada.

En estos momentos, la Robotización digital comienza a masificar la artificialización de la procreación, gestación y crianza humanas.

Los socialdemócratas y los liberales, se encuentran con que el proletariado endógeno, cuya religión era el cristianismo, no se reproduce pero su reformismo estaba adaptado a un proletariado de cosmovisión cristiana. El nuevo proletariado es de otra religión, y no desea la desmonogamización y la desexualización. Destruyeron su propia base de reproducción y ahora han de luchar por hacerse con una base proletaria a la que le horroriza la sociedad post-sexual que le ofrecen como placebo para curar el océano de explotación.

Las ruinas sexuales del proletariado en los paises capitalistas centrales son un aspecto de la depauperación absoluta del proletariado, signo de la verdadera identidad política de nuestras plutocracias occidentales y sus aliados de clases medias, pero como hemos visto son el punto de partida de la nueva descomposición -recomposición del capital, de la nueva búsqueda de la maximización de la ganancia y de la huida reformista seudorevolucionaria de la implacable caida de la rentabilidad.

Y entre estas ruinas de la sexualidad del proletariado en el Occidente, surge un desarrollo más inquietante todavía que la enclosure antisexual que motorizada por el Partido Malthusiano Internacional, este y su izquierda de clases medias a lo largo de siglo y medio, potenciando aún más los efectos de la crisis estructural del capital, han logrado culminar; se trata de la política malthusiana transhumanista de primarización humana para la cual los reformistas socialdemócratas y liberales están aplicando la ley del silencio, del silencio que cuando no puede ser conceptual se hace físico. De la cuestión de la primarización de humanos hablarémos en la siguiente entrega de esta serie.


Baskonia 9 de agosto de 2023

K. A. García-Salmones


El colapso de la socialdemocracia y el liberalismo en el Occidente (3): El por qué del poder “Trans”

[ VERSIÓN 1 | Revisión 26 ] Como hemos visto en las dos anteriores entregas, tanto la socialdemocracia como los liberales vieron tempranamente el valer … Leer más

El colapso de la socialdemocracia y el liberalismo en el Occidente (2): La imposible coalición liberal socialdemócrata LGTBIQ+

[ VERSIÓN 1 | Revisión 19 ] Como vimos en la primera entrega, las clases imperiales del Occidente, neurofluyentes en la superestructura ideológica del capitalismo … Leer más

El colapso de la socialdemocracia y el liberalismo en el Occidente (1): El significado del signo + en el acrónimo político de “LGTBIQ+”

[ VERSIÓN 1 | Revisión 25 ] “(…) para delimitar paso a paso, sin riesgo de errar, las consecuencias prácticas que resultan para la acción … Leer más

Deja un comentario